Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

miércoles, 6 de abril de 2011

III centenario de la canonización de San Francisco Javier en 1922 (II)

Querido lector, siguiendo con la anterior entrada reproduzco una "iruñería" del "aitacho" en la que a propuesta de un lector continua narrando los actos conmemorativos del III centenario de la canonización de San Francisco Javier, en 1922. Esto tiene un especial interés dado que Ignacio Baleztena fue el encargado como diputado foral de organizar estos actos. Para los que no seguís el blog hasta ahora, para disfrutar de esta "iruñería" os tengo que recordar que "Premín de Iruña" es el mismo que "Tiburcio de Okabío" y en definitiva son seudónimos de Ignacio Baleztena. Yo os dejo directamente con el testimonio de mi padre:


El III centenario de la canonización de nuestro universal San Francisco Javier fue celebrado en toda España. Foto de "Blanco y Negro" (4-6-1922) de procesión conmemorativa en Madrid

LA PROCESIÓN DEL 24 DE SEPTIEMBRE DE 1922
            No tengo el honor de conocer personalmente al ilustre patricio que oculta su nombre bajo el seudónimo de Marco de la Kapuchaka, pero no tengo la menor duda de que se trata de un señor muy erudito al par que chico listo, a juzgar por esta afirmación que hace en carta que me dirige con fecha del 22 del actual (septiembre): “Leo con gusto sus Iruñerías… etc.” Honradísimo de contar entre mis lectores al sin par señor de la Kapuchaka.

            En la carta susodicha, me recomienda “que repase bien el archivo de mis recuerdos” pues cree, que no fue el Excmo. Sr. Cardenal Benlloch quien llevó procesionalmente el brazo de San Francisco Javier en Pamplona, sino el cardenal de Zaragoza, el Excmo. D. Juan Soldevilla Romero. Para salir de esta duda me recomienda: “¿No puede usted informarse por don Ignacio Baleztena que estuvo muy junto a él?” Como da la muy rara casualidad, que aunque superficialmente, tengo algún trato con tan grave y serio señor, a él acudí en súplica de que desvaneciese las dudas que afligen a mi eximio y querido lector. El sesudo don Ignacio, después de las maduras y serias reflexiones que brotaron de su privilegiado cacumen, me vino a decir:

            Vamos por partes. No hay que confundir la entrada del brazo de San Francisco Javier en Pamplona, el día 10 de mayo de 1922, de la que se trató en las últimas Iruñerías, con la solemnísima procesión que se verificó en Pamplona el día 24 de septiembre del mismo año.

            En la primera entrada, no estuvo presente el cardenal Soldevilla y fue el de Burgos, como se dijo el domingo pasado, el portador de la reliquia desde Roncesvalles a Pamplona.

            Y fue el mismo cardenal quien la llevó en la solemne procesión que se organizó desde la parroquia de San Nicolás hasta la catedral, donde quedó depositada.

            La emocionantísima procesión del 24 de septiembre, fue presidida por el Exc.. Cardenal de Zaragoza, se inauguró aquel gran día, con la solemne comunión de la Adoración Nocturna celebrada en la catedral, por cuyos claustros se paseó en triunfo Cristo Sacramentado, llevando una escolta de todas las secciones adoradoras que enviaron sus banderas.

            Por la noche, el Ilmo. Obispo de Osma había predicado un sermón eucarístico bellísimo, lleno de promesas de esperanzas para los que aman y se adhieren a la obra redentora de Cristo.

            Antes de las diez, fueron llegando a la catedral todas las corporaciones, las diputaciones, prelados y autoridades superiores de Navarra.

            Poco después de las diez, bajo el severo y augusto tañido de la gran campana de la catedral, comenzó a salir organizada la gran procesión. Primero, iban los gigantes y cabezudos con las gaitas y tamboriles y su alegre acompañamiento de cientos de mocetes. Seguían, cuatro gastadores de Almansa, a media gala, abriendo paso de honor a la comitiva, en la que figuraban las representaciones de todos los ayuntamientos de Navarra con sus banderas, resaltando, entre ellas, la histórica del Baztán y las del valle del Roncal, cuyos alcaldes y concejales lucían el severo y típico traje del país. Mezclados entre las comisiones municipales iban las bandas de música de Estella y Sangüesa; la de Pamplona acompañaba a los Niños de la Santa Infancia que eran los que abrían la marcha tras el piquete de caballería.

            Seguían a continuación los sacerdotes de la Semana Misional y todas las representaciones de las órdenes religiosas, la Junta del Centenario, Excmos. ayuntamientos de las cabezas de merindad Estella, Tudela, Sangüesa, Olite y San Juan de Pie de Puerto con sus banderas y maceros, presididos por la excelentísima corporación municipal de Pamplona; las representaciones de las diputaciones vascas con su lucido acompañamiento de forales, miqueletes, bandas de clarineros, pajes y maceros.

            Figuraban detrás las sagradas imágenes de San Fermín y la de Nuestra Señora la Real de Pamplona, precedidas de la del glorioso San Miguel Excelsis, y venían luego la más alta representación autoridad eclesiástica. Los prelados de Sevilla, don Eustaquio Ilundain, y el obispo dimisionario de Oviedo, sr. Baztán, llevaban al salir la procesión las reliquias del sagrado brazo y el milagroso Cristo del Cangrejo, y luego, fueron alternando los insignes príncipes de la iglesia obispos deBurgo de Osma, Huesca, Vitoria, Bayona, Ciudad Real, el dominico R.P. Arellano, los salesianos de Versigia y el Ecuador y otros que en el momento no recuerdo.


Procesión que organizó Ignacio Baleztena con motivo del III centenario de la canonización de San Francisco Javier.

            Si en esta chanda episcopal de llevar el brazo figuró en algún momento el Excmo. Cardenal de Zaragoza, cosa es que no recuerdo, pues desde la calle Mayor, a raiz del chaparrón que cayó, abandoné el cortejo para organizar en la Diputación la recepción de la Sagrada Reliquia.

            Toda la presidencia subió al salón del Trono, y desde los balcones, no recuerdo si el Excmo. Cardenal o el señor Baztán y el señor arzobispo de Sevilla, con el Sagrado Brazo y la milagrosa Cruz bendijeron a la inmensa multitud que ocupaba la plaza de la Diputación y parte del Paseo de Valencia.

            Esto es, querido Kapuchaka, lo que me informo don Ignacio, y por lo que usted ve, no fue ningún lapsus el que escribiera el pasado domingo que fue el cardenal Benlloch quien trajo el brazo a Pamplona desde Roncesvalles y lo llevó en la procesión de San Nicolás a la Catedral. Hasta cuando quiera carísimo Mateo me tienes a tu disposición para resolver, si puedo, las dudas que te ocurran.

Tiburcio de Okabío. Iruñerías. Diario de Navarra 1952

Procesión con el Brazo de San Francisco Javier en Javier en 1922


Y tras esta entrada solo me queda despedirme y anunciarte que proximamente abordaremos un tema que hoy consideramos polémico, pero que a principios de siglo XX se vivía de otra manera. Para saberlo habrá que esperar a la semana que viene si Dios quiere.

1 comentario:

  1. Si disfrutaba con el humor de Premín de Iruña en la anterior entrada en esta se lleva la nota.
    Preminero

    ResponderEliminar