Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

miércoles, 29 de enero de 2025

Última despedida de los Reyes Magos a Ignacio Baleztena en 1973

 

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Querido lector, avanzamos en esta tanda de entradas sobre la Cabalgata de Reyes de Pamplona, en cuyos orígenes estuvo el aitacho.

Veíamos cómo en la década de los 60 del siglo XX mi padre Ignacio Baleztena Ascárate, cedía su corona de Baltasar a sus hijos y la familia continuó muy involucrada en la organización del evento.

Ignacio Baleztena acompañando a "su hijo" Baltasar que se parecía terriblemente a mí, cuando él ya no podía salir en la Cabalgata.
Foto Zubieta, seguramente del Diario de Navarra. No hemos encontrado el ejemplar, solo este recorte que conservaba en su carpeta "Cabalgata"


En septiembre de 1972 fallecía el aitacho y el 5 de enero de 1973 SSMM los Reyes Magos le rindieron un último homenaje y le llevaron un presente al panteón donde está enterrado en el cementerio pamplonés: una colección de los gigantes de Pamplona y unos claveles rojos que depositaron en dicho sepulcro, junto al cual se rezó un responso. Ese día Baltasar estaba personalizado por mi amigo Pachi Perales y el paje que depositó las figurillas era el que escribe. También estaba de paje del rey Melchor el benjamín de la familia Miki Baleztena. Pero para recordar este acontecimiento acudimos a la emotiva crónica de El Pensamiento Navarro:[1]

Los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, bajaron ayer en su recorrido al cementerio. Fueron a visitar la tumba de don Ignacio Baleztena. Don Ignacio fue quien los trajo por primera vez a Pamplona porque en Pamplona había niños y los niños eran buenos. Don Ignacio también fue bueno. Por eso los Reyes no quisieron olvidarlo tampoco en su última morada

Foto Mena. Portada de El Pensamiento Navarro de 6 de enero de 1973. Archivo Municipal de Pamplona.




 

NOMBRES y TAREAS.

Los Reyes Magos, con D. Ignacio[2]

Hace cinco minutos que a uno se le había encogido el alma en el hospital, con las sonrisas infantiles partidas por la ilusión y el pasmo…

Fue entonces cuando el encargado de relaciones públicas de la Cabalgata de Oriente nos avisó:

-La próxima visita se la haremos a don Ignacio.

Melchor, Gaspar y Baltasar -¡Baltasar, don Ignacio!- interrumpieron un momento la hermosa retahíla de sollozos, gritos e ilusiones, para hacer un aparte con don Ignacio Baleztena. Me quise aprender de memoria los instantes de aquel momento insólito. El cementerio quieto. Melchor, Gaspar y Baltasar aguantando la emoción, hasta llegar ante don Ignacio. Estábamos quince, apretados, y pendientes del enorme silencio que se hizo.

Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron un recorrido entrañable por las alforjas fraternales de caramelos, camiones y “escalestrics”. Allí abajo, amorosamente, había un par de docenas de claveles rojos y los gigantes de don Ignacio, reproducidos en barro. ¡Señor, que presente! Claveles y los gigantes.

Baltasar -¡Baltasar, don Ignacio!- Fue poniendo las piezas de aquel paquete amoroso, con orden, alineados, como a don Ignacio le gustaba.

-         Tenían a los gigantes de Pamplona siempre delante. Y si fallaba el orden se enfadaba por el detalle.

Los gigantes en orden, los claveles. Don Teófilo Jaúregui rezó el responso. Diez minutos. Creo que oí un aplauso celestial de don Ignacio Baleztena, desde arriba, un aplauso sin algarabía, seriote y ameno, atinado, exacto, como él era. Un aplauso a la ilusión que, gracias a Dios, aún tiene un sitio en el embrollo actual de los intereses.

JAVIER HERNÁNDEZ

También el Diario de Navarra daba cuenta de esta visita de SSMM los Reyes Magos a mi padre en el cementerio.[3]

Diario de Navarra 6 enero 1973. Foto Zubieta. Hemeroteca Diario de Navarra

De derecha a izquierda Baltasar, Melchor, Gaspar, paje de Melchor y paje de Baltasar (Pachi Perales, ¿José Mª Corella?, ¿Pachi Cascante?, Miki Baleztena y Javier Baleztena) en el cementerio visitando el panteón de Ignacio Baleztena Ascárate. Sobre el mismo unas figuricas de los gigantes de Pamplona.
5 enero 1973

El paje de Baltasar colocando en orden los gigantes de Pamplona sobre la lápida de Ignacio Baleztena Ascárate el 5 de enero de 1973. Éste trajo los Reyes Magos a Pamplona por primera vez. Que emoción sentí, digo sintió el paje, en ese momento. Desde 1927 mientras pudo Ignacio encarnó al rey negro.


Y en la próxima entrada veremos, si Dios quiere, el final de la “dinastía Baleztena” de Baltasar en 1980.




[1] El Pensamiento Navarro. 6 enero 1973 p1 portada

[2] Hernández, J. Nombres y tareas. Los Reyes Magos, con D Ignacio. El Pensamiento Navarro. 6 enero 1973 p16

 

[3] Diario de Navarra 6 enero 1973. P28.

sábado, 25 de enero de 2025

La Cabalgata de Reyes de Pamplona de 1966

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Querido lector, seguimos leyendo el artículo publicado en la revista de la Asociación Cabalgata Reyes Pamplona en 2004 que incluye testimonios de mis hermanos Cruz, Sylvita y Rosarito.[1]

En la década de los 60 del siglo XX el aitacho, cedería su corona de rey negro a su hijo Cruz cuando los años no le permitieron seguir con su labor. “No se puede explicar lo emocionante que es hacer de rey”, destacó Cruz, mientras relataba distintas anécdotas vividas. Ignacio Baleztena transmitió a su familia su amor por la Cabalgata. Así involucró a toda la familia a la hora de organizar el evento. “El que quería participar en la cabalgata venía a la misericordia y, entre todos, lo vestíamos y pintábamos”, apunta Silvita, quien durante muchos años se encargó de pintar y vestir a gran parte del cortejo navideño con las vestimentas que solían llegar de una casa de disfraces de San Sebastián. “Nos vinculó a todos…”, recordó Rosario.

Tras unos años en que el representante de Baltasar fue Cruz, todos los hermanos hicimos de "validos" del rey negro siendo yo el que tuve el honor de tener más continuidad al vivir en Pamplona.

Y ahora seguimos viendo la narración de cómo era la cabalgata de 1966 con un excelente reportaje gráfico, a través de un artículo de la revista Pregón[2] escrito por Iñigo Muruzabal Oscoz y José Mª Muruzabal del Solar:

LA ORGANIZACIÓN DE LA CAMP

La Caja de Ahorros Municipal de Pamplona organizaba la cabalgata desde el área de la obra social y cultural. El encargado de dirigir esta área, durante más de 35 años, fue José María Muruzábal del Val, pregonero de antiguo, que también se encargaba de las cantinas escolares, los clubes de jubilados, las salas de exposiciones, etc. José Mª Muruzábal guardó en su poder muchísima documentación, especialmente relacionada con el arte navarro, pero también conservó un archivo fotográfico muy interesante acerca de las actividades en que participaba…


Melchor José Mª Corella 1966. Archivo Muruzabal. Foto Galle

La cabalgata se montaba en la Casa de Misericordia de Pamplona, con la ayuda inestimable de Don Ignacio Cía, quien pacientemente soportaba todo aquel extraordinario ajetreo… El rey Baltasar galanteaba con las veteranas residentes, que sonreían a su paso. No podía faltar la corneta, o el tambor para el popular Uve, para desesperación de Ignacio Cía…

LA CABALGATA DE 1966

… Los Reyes Magos montaban a caballo, mientras que ya el año 1966 salían unas primitivas carrozas, para que los niños pamploneses pudieran admirar los regalos, carrozas tiradas por tractores. Las fotografías adjuntas muestran al rey Melchor, personificado en esa época por José María Corella, también viejo pregonero, y al inefable rey Baltasar, personificado en Javier Baleztena. 

Baltasar Javier Baleztena a caballo 1966. Archivo Muruzabal. Foto Galle.

La familia Baleztena, tan vinculada a la Cabalgata de los Reyes Magos, se desvivía esos días poniendo en la organización el alma y el corazón. Sylvia Baleztena se desdoblaba por doquier y regresaban de Madrid otros miembros de la familia para participar en la cabalgata…

Y el colofón de la cabalgata, el esperado rey Baltasar. Allí aparecía siempre derrochando simpatía para todos, seguido de un extraño cortejo de negros africanos, ataviados con extraños ropajes y adornos, cantando, danzando, haciendo extraños rituales que causaban la admiración, y hasta el espanto, en los niños pamploneses. 

La corte del rey Baltasar. Pamplona 1966. El vestuario era de la obra de teatro escrita por Ignacio Baleztena Ascárate, titulada "El submarino de Dositeo". Archivo Muruzabal. Foto Galle

La guardia personal de Baltasar dirigida por mi hermano Ignacio (Tatito) en 1966. Posiblemente están sometiendo al "mono de la Cabalgata", el Bicharracus Asquerosus. También puede ser que mi hermano Carlos esté sometiendo al mencionado Ignacio que solía salir con unos grandes cuernos y lo daba todo. Archivo Muruzabal. Foto Galle


Era la nota diferenciadora de aquellos tiempos, la esperada guardia personal de Baltasar. Las propias fotos del reportaje inmortalizaron también a dichos personajes. El rey Baltasar era, sin duda ninguna, la estrella de la gran noche.


Los danzaris municipales le hacen el arco de honor con las makilas a Baltasar Baleztena. Pamplona 1966. Archivo Muruzabal. Foto Galle


Quiero agradecer especialmente a José Mª Muruzabal del Solar por haberme facilitado las fotos del archivo de su padre y este magnífico artículo que escribió en 2023 junto con Iñigo. El resto de las imágenes pueden verse en la revista Pregón de junio de ese año. Estas fotos le van a encantar a Pachi Mendiburu.

Baltasar Javier Baleztena Pamplona 1966. Archivo Muruzabal. Foto Galle


Y en la próxima entrada si Dios quiere seguiremos con la Cabalgata con la desconocida historia de cómo finalizó la “dinastía Baleztena” de Baltasar



[1] Ignacio Baleztena Azcárate (1888-1973), ese gran desconocido para Pamplona. Revista de la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona. Nº VII. Enero 2004. (Nota del autor: el fallecimiento fue en 1972)

[2] Muruzabal Oscoz I, Muruzabal del Solar JM. La Cabalgata Reyes Magos en la Pamplona de 1966. Pregón Siglo XXI 68, junio 2023, pp 85-88


sábado, 18 de enero de 2025

La Cabalgata de Reyes de 1954 en Pamplona, la tribu negra y el mono

 

Querido lector, seguimos leyendo el artículo publicado en la revista de la Asociación Cabalgata Reyes Pamplona en 2004 que incluye testimonios de mis hermanos Cruz, Sylvita y Rosarito.[1]

Cuando la Guerra Civil llevó a Ignacio Baleztena al frente, organizó una Cabalgata en Leganés. Llevó un camión con juguetes para los pueblos cercanos –“sin mirar si eran del bando republicano o nacional” relató su hijo Cruz -. Para ver este pintoresco episodio puedes leerlo de la propia mano de mi padre pinchando aquí.

Baleztena siempre hizo de Baltasar… y continuó ejerciendo este papel hasta que el Frente de Juventudes[2], tras la guerra, se encargó de organizar la Cabalagata. “Fue un fracaso y mi padre ya no participó porque se apartó o lo apartaron de la organización”, recuerda Silvia[3].

Ignacio Baleztena siempre hizo de Baltasar. Dibujo de Carlos Baleztena Abarrategui, hijo de Ignacio


No sería hasta la década de los 50 cuando Baleztena volvió a vincularse a la Cabalgata junto a sus amigos de la revista Pregón porque el entonces director de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, Miguel Javier Urmeneta, los reunió para la ocasión. Así, Ignacio Baleztena (Baltasar), Faustino Corella (Melchor) y Enrique Tejero (Gaspar) fueron los Reyes Magos que aprendieron a montar en el picadero militar, ya que el Ejército dejaba los caballos así como numerosos mulos cargados con sacos a modo de regalos.

Efectivamente Miguel Javier Urmeneta encauzó la celebración a través de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona bajo la acertada batuta de José Mª Muruzabal. Pues precisamente entre los recortes de prensa el aitacho conservaba con especial mimo la crónica de “El Pensamiento Navarro” de 1954 en la que aparecen los famosos negros de la comitiva de Baltasar, con trajes y bailes del reciente estreno de la obra de teatro compuesta por mi padre “el Submarino de Dositeo”, interpretada en 1950. También en este año de 1954 aparece el “mono de la Cabalgata”. Esta es la crónica de ese día en “El Pensamiento Navarro”:

“La comitiva fue entrando en la cancha (del frontón Labrit), entre un griterío ensordecedor, que casi no dejaba oír las notas de la Marcha Real que tocaban las dos bandas de música…La primera sorpresa que se tradujo en la gritería edad de fue la de la presencia de la tribu negra, muy bien ataviada que entró hasta postrarse ante los Magos bailando una danza de su país y tocados los negros acompañantes del simpático Baltasar con máscaras y plumas y lanzas de gran efecto y de última moda en su tierra, según nos dijo un soldado raso de la tribu…

La tribu de negros de la comitiva de Baltasar se postran ante los Reyes Magos en "El Labrit". Pamplona ¿1954? 


Como número final apareció de lo alto del palco del rebote un deforme monstruo, no se  sabe del si el “hombre de las cavernas” o un “marciano”, que se descolgó hábilmente por una cuerda hasta la cancha, sembrando el pánico entre los que allí estaban. Pero los valerosos negros de la comitiva del Rey Baltasar, acometieron contra él con sus lanzas. Ya parecía que lo habían muerto cuando el monstruo, que por lo visto fingía, se levantó de pronto otra vez y consiguió poner en fuga a los servidores del Rey Baltasar, aunque luego se hizo muy amigo de ellos, y según las últimas noticias que recibimos esta noche, ha fichado por la escolta del simpático negro, y a estas horas debe estar por las calles sosteniendo la escalera para que los Reyes dejen los juguetes de los niños en los balcones, ya que según él mismo dicen que ha dicho, no quiere asomar su horrible faz por los cristales de las habitaciones en las que duermen los niños por miedo a que se asusten”.[4]

Un error en la edición digitalizada de “El Pensamiento Navarro” en el Archivo Municipal me hizo pensar que la primera aparición del mono fue en 1955, pero no, fue en 1954, y si quieres saber quién era ese terrible monstruo puede leerlo pinchando aquí.

Dibujo de "los negros de la Cabalgata" realizado por Carlos Baleztena Abarrategui refiriéndolo a su hermano Ignacio Baleztena Abarrategui (Tatito) que solía participar en esa comitiva con grandes saltos


Y en la próxima entrada si Dios quiere seguiremos con la Cabalgata en los años 60



[1] Ignacio Baleztena Azcárate (1888-1973), ese gran desconocido para Pamplona. Revista de la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona. Nº VII. Enero 2004. (Nota del autor: el fallecimiento fue en 1972)

[2] Organización de carácter falangista

[3] Se apartó de la organización por no querer colaborar con una cabalgata organizada por una organización política franquista, el Frente de Juventudes.

[4] M.A. El Pensamiento Navarro. 6.1.1954

viernes, 17 de enero de 2025

Crónica de la primera Cabalgata de Reyes de Pamplona en 1927

 

 Querido lector, continuando con el tema de ayer al intentar ordenar la carpeta del aitacho “Cabalgata” hallamos un manuscrito suyo que es precisamente una copia de la crónica de la primera cabalgata de 1927,  publicada el 6 de enero de dicho año en el periódico “El Pueblo Navarro” que era de tendencia liberal. ¿Por qué precisamente habría seleccionado esta crónica entre todas las realizadas?. Quizá porque el director de dicho periódico era Francisco Javier de Arvizu, presidente de la Asociación de la Prensa organizadora de esa primera cabalgata a instancias de mi padre Ignacio (pinchar aquí).

Transcripción realizada por Ignacio Baleztena de la crónica de la cabalgata de reyes de Pamplona de 1927. La copió del diario "El Pueblo", dirigido entonces por Javier de Arvizu


Pues bien este es el extracto de esa crónica de la primera cabalgata de Pamplona escrita posiblemente por el propio Javier de Arvizu o al menos por el redactor del periódico que él dirigía[1]:

…Cuando el redoble de los atabales anunció a la masa de público congregada en la plaza circular la proximidad del cortejo, las bandas ejecutaron la Marcha Real, mezclándose a sus acordes los estampidos de los cohetes y las aclamaciones, y el momento fue de una gran belleza. El tiempo lluvioso e inseguro no restó animación al acto que fue brillantísimo. La Junta de la Asociación de la Prensa cumplimentó brevemente a los Reyes…precedidos de la banda infantil de las Escuelas del Ave María…

En todos los balcones había gente que saludaba o aplaudía. En la calle se apretujaba el público y el número de niños que palmoteaban satisfechos al contemplar hecha realidad sus sueños de todos los años por esta época era incontable.

En la Casa Misericordia.

La primera visita de los Reyes -ya lo habíamos anunciado- fue para los pequeños asilados en la Casa de Misericordia, que reunidos en la Administración y presididos por los dignos señores administrador del benemérito establecimiento benéfico establecimiento y Junta recibieron a los Santos monarcas…

Posteriormente continúa narrando el paso de la comitiva por las calles de Pamplona abarrotadas de gente y la visita a las escuelas de Compañía y al Colegio Asilo de las Hermanas de San Vicente junto a la Catedral. A continuación una de las visitas principales fue a la Casa de Maternidad, lugar en el que años previos mi padre Ignacio Baleztena[2] había pergeñado los prolegómenos de la cabalgata:

En la Inclusa

La llegada a la Casa de Maternidad en la que entraron por la puerta de la calle del Carmen, fue bellísima. A los acordes de la Marcha Real y saludados por las aclamaciones de las asiladas, que presenciaban su llegada desde los balcones del primer piso, entraron los Reyes a caballo en el mismo zaguán de la casa para echar pie a tierra ante los primeros escalones de la que conduce a la magnífica sala ropero. Toda la comunidad aguardaba, y con ella el virtuoso capellán director don Gervasio Villanueva, el respetable vicepresidente de la excelentísima diputación de Navarra Don Joaquín de Borja y el competente médico don Abdón Larrondo…

…El rey negro (interpretado por Ignacio Baleztena) fue quien en nombre de sus compañeros, dirigió luego unas palabras afectuosas a las pobrecitas asiladas y con ello se dio por terminado el acto, siendo despedidos los soberanos con los mismos aparatos y efusión con que se les recibió.

Según continua la crónica el momento más emotivo fue la visita al hospital que narra de la siguiente manera:

En el Hospital

Donde el reparto de juguetes adquirió las caracteres de máxima emoción fue en el Hospital Civil a cuyas puertas hallábase “La Pamplonesa” qué desinteresadamente prestó también a la fiesta, desde ese momento su cooperación. Las salas donde se alineaban las camitas de los niños hallábanse llenas de gente; Señoras y señoritas deseosas de acompañar a los enfermos en tal momento. En un rincón un “nacimiento” brinda a los niños, en el ingenuo paisaje convencional el recuerdo perenne del gran misterio de nuestra Religión. Manos de mujer cuidaron que no faltase tal detalle en la Navidad dolorosa de los pequeños enfermos…

Sigue informando “El Pueblo Navarro” que tras las palabras del Rey Melchor comenzó el reparto de juguetes, y era conmovedor contemplar aquellos rostros pálidos animados por la risa; Y aquellas pobres manos exangües palmoteando con alegría, cuando los personajes legendarios se acercaban con el trozo de ilusión que es cada juguete. Aunque la fiesta no hubiese sido más que eso, cuantos a su mejor éxito han contribuido, podrán sentirse satisfechos.

Posteriormente los Reyes acudieron a las escuelas de San Francisco y al asilo del Niño Jesús y finalmente, sobre las 21:00 h de la noche,  el real cortejo despedido en la puerta de la Taconera con la Marcha de España, se alejó de Pamplona hasta otro año,  perdiéndose en la noche.

Foto Galle. Cabalgata de principio de siglo XX en Pamplona. Baltasar representado por Ignacio Baleztena


Este es el resumen de la crónica de la primera Cabalgata de Reyes de Pamplona organizada, a instancias de mi padre Ignacio Baleztena, por la Asociación de la Prensa, con el valor de que está escrita por el propio presidente de dicha Asociación Javier de Arvizu o un redactor del periódico que éste dirigía en 1927.

Y mañana seguiremos con las cabalgatas de los años 50 si Dios quiere.



[1] El Pueblo Navarro. 6 enero 1927. P1

[2] En una entrevista de 2004 mis hermanos Cruz, Sylvia y Rosario afirmaban que donde solía acudir nuestro padre los años previos era a la Meca, aunque sospecho que puede ser una confusión con la Casa de Maternidad conocida como “la Inclusa”

jueves, 16 de enero de 2025

Sobre el origen de la Cabalgata de Pamplona. Homenaje de la Asociación Cabalgata Reyes Magos a Ignacio Baleztena Ascárate 2003

 

Querido lector, el formidable artículo escrito por mi amigo Pachi Mendiburu en su blog “Desolvidar” sobre la cabalgata de Reyes Magos de Pamplona y que puedes leer pinchando aquí me anima a seguir escribiendo sobre este acto fruto del ingenio del aitacho[1]. Y para ello abrimos su carpeta “Cabalgata” y encontramos un montón de recortes de periódico, fotografías y documentos cargados de recuerdos. Y de estos vamos a entresacar detalles y crónicas de algunas cabalgatas a las que mi padre Ignacio Baleztena prestó especial atención.

Comenzaré sirviéndome del homenaje realizado a mi padre por la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona en febrero de 2003 cuya crónica salió publicada en la revista de dicha Asociación en enero de 2004.[2] Fue “un reconocimiento a la figura de Ignacio Baleztena… la primera iniciativa que pretende tener continuidad para quienes han colaborado en el desarrollo de este acontecimiento navideño”.

La Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona bajo la presidencia de Fernando Lizaur realizó en febrero de 2003 un reconocimiento a la figura de Ignacio Baleztena… la primera iniciativa que pretende tener continuidad para quienes han colaborado en el desarrollo de este acontecimiento navideño


En este número de la revista de la Asociación figura una entrevista realizada a mis hermanos Cruz, Sylvita y Rosarito con motivo de dicho homenaje o reconocimiento.

Marcado por su carácter político “era vasquista pero no separatista” -señalan sus hijos-, supo discernir esa pasión política cuando estaba con sus amigos o participaba en actividades de marcado carácter social.[3]Así nació la primera cabalgata de Pamplona con cierta organización. Ignacio Baleztena solía acudir con su madre a la Casa de Misericordia[4]para llevar algunos regalos y fue en el Café Iruña junto a sus amigos donde decidieron que las próximas navidades, en los inicios de siglo[5], iban a celebrar una Cabalgata. Y así lo hicieron, con 3 caballos acudiendo solamente a la Meca[6]. Al año siguiente[7]se hizo de forma más organizada en colaboración con la Asociación de Prensa

Para más información de esta primera “pre cabalgata” de 1926 puedes pinchar aquí. Y en la próxima entrada si Dios quiere veremos novedades sobre la primera Cabalgata oficial celebrada en 1927.

Pd. Respecto a las múltiples facetas del aitacho entre otras cosas escribe otro interesante artículo Pachi Mendiburu, que te recomiendo leas pinchando aquí.



[2] Ignacio Baleztena Azcárate (1888-1973), ese gran desconocido para Pamplona. Revista de la Asociación Cabalgata Reyes Magos de Pamplona. Nº VII. Enero 2004. (Nota del autor: el fallecimiento fue en 1972)

[3] Posiblemente una excepción a esta norma fue la peña Muthiko Alaiak que tenía un marcado carácter carlista. Lo cierto es que cuando organizaba actos como la cabalgata o el Rey de la Faba siempre procuraba no relacionarlos con política.

[4] Seguramente se refiere a La Maternidad

[5] Esta decisión debió de tomarse en 1926, previamente a la primera “cabalgata” que ya hemos narrado ene este blog aquí

[6] De nuevo seguramente se refieren a la Maternidad

[7] 1927

lunes, 6 de enero de 2025

Ignacio Baleztena en el origen de la cabalgata de Reyes de Pamplona

 

Querido lector, en primer lugar desearte de corazón, como es menester, un feliz final de Navidad y próspero 2025 con esta superproducción de la Sociedad Chopical fundada por el aitacho: El belén viviente de Leiza. Misterio de gozo. Si te fijas bien y la ves hasta el final igual encuentras alguna superestrella del celuloide que me recuerda a mí mismo.



Pero vamos al grano. Este blog no podía dejar pasar de alto esta fecha tan señalada de los Reyes Magos, ya que mi padre Ignacio Baleztena fue precisamente el iniciador de la cabalgata de Pamplona.

 Respecto a su relación con SSMM fue más allá de la que tiene cualquier persona cabal. El preludio de esta historia comienza con un episodio familiar que puedes leer pinchando aquí. Posteriormente el aitacho comenzó a invitar a SSMM en el círculo carlista "a través del rey Baltasar" con quien mantuvo siempre una muy estrecha relación, tanta que parecían gemelos... 

Más tarde por su cargo de diputado foral por Pamplona desde 1921 a 1928 le tocó encargarse de los asuntos de la Casa de Maternidad. Allí acudía con fre­cuencia para enterarse de sus necesidades y para entretener y entretenerse con los niños. Así pues, en 1926 se le ocurrió organizar la visita de los tres Reyes Magos de Oriente a la Maternidad cargados de regalos y golosinas y finalizar la fiesta en su propio domicilio, Casa Baleztena, abriéndola a todos los niños de Pamplona en una celebración similar a la que ya venía realizando previamente en el Círculo Carlista. 

Ésta era la crónica de ese embrión de cabalgata escrita en el Pensamiento Navarro de 6 de enero de 1926:




Reseña en el Pensamiento Navarro del 6 de enero de 1926 sobre la celebración de reyes organizada por Ignacio Baleztena en Casa Baleztena

"EN EL DOMICILIO DE LOS SEÑORES DE BALEZTENA

Volviéronse ayer a abrir las puertas de la amable morada de los señores de Baleztena para recibir a buen número de niños, en obsequio de los cuales se celebró una fiesta encantadora, en ese día memorable de la víspera de la adoración de los Santos Reyes .

Aquella distinguida familia preparó una veladita llena de simpatía, que agradó a los muchísimos niños reunidos, extraordinariamente. 

Para todos hubo además espléndida merienda y bonitos regalos con los que el atractivo de la fiesta subió para la simpática concurrencia en términos inconmensurables.

En suma, una tarde inolvidable para los numerosos niños qué tan delicadamente fueron obsequiados.

Felicitamos sinceramente a la distinguida familia de Baleztena y muy especialmente a los ejecutores de tan atrayente fiesta.” (1)

Esta experiencia y sobre todo su actuación como “representante” del rey Baltasar tuvieron tanto éxito que contactó con su amigo periodista Perico Martín, secretario de la Asociación de la Prensa y redactor de El Pensamiento Navarro (2), con el objetivo de involucrar a dicha asociación presidida entonces por Javier de Arvizu, para realizar una cabalgata de reyes extensiva a toda la ciudad. Él se reservó el papel de “representante” de Baltasar y el 5 de enero de 1927 se puede considerar que fue la primera cabalgata oficial de Pamplona de la que el aitacho fue el “alma pater”. Así durante décadas sería el “valido” del rey negro, pero la historia de la cabalgata tuvo muchas vicisitudes que ya hemos contado en este blog y puedes ver pinchando estos enlaces:



Cómo habrá celebrado hoy el aitacho la fiesta de la Epifanía en el cielo y que cabalgata  habrá organizado con Baltasar adorando al Niño Dios. Igual en próximas entradas seguimos narrando esta aventura que duró décadas o continuamos con la biografía de mi padre si Dios quiere.

 

¡Vivan los Reyes Magos y feliz 2025!


Ignacio Baleztena iniciador de la cabalgata de Reyes de Pamplona fue "representante" de Baltasar durante muchos años

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(1) El Pensamiento Navarro. 6-1-1926. p1
(2) Izu Belloso MJ, Saiz-Calderón y los escritores navarros de hace un siglo. Príncipe de Viana (PV), 288, enero-abril, 2024