Querido lector, hace pocos días
los irunshemes vivimos un intenso fin de semana de celebración del 600
aniversario del Privilegio de la Unión. El 8 de Septiembre, festividad de la Natividad
de Nuestra Señora, es un día grande para nuestra ciudad porque conmemoramos el
fin de las guerras entre los cuatro burgos que formaban Pamplona (La ciudad de
la Navarrería, El burgo de San Miguel, La Población de San Nicolás y el burgo
de San Cernín), que finalmente quedaron en tres porque San Miguel pronto se
unió a la Navarrería. Tras años de guerra el gran rey de Navarra, Carlos III el
Noble, decidió cortar el problema de raíz el 8 de septiembre de 1423 otorgando el
Privilegio de la Unión mediante el cual se unen las tres jurisdicciones en un
único ayuntamiento, con un único escudo y unas únicas rentas.
En este pequeño vídeo puedes ver
cómo fue el origen y significado del escudo de Pamplona. Uno de los intereses menos citados
de este documento es que Carlos III el Noble nos reporta que ya en 1423 las armas de Navarra, es decir
el escudo, ya estaba compuesto de cadenas que su nieto Carlos Príncipe de
Viana en torno a 1454 explica que hacen referencia a la batalla de Las Navas de
Tolosa (1212).
Pero volvamos a la historia del
Privilegio de la Unión, que nos la explica “inmejorablemente” el aitacho.
Siguiendo su estilo peculiar, siendo posiblemente uno de los mejores
conocedores de aquellos hechos por su labor investigadora aporta datos serios e
históricos de forma divulgativa, pero pronto su imaginativo cacumen que de todo
tenía que hacer chanza, pasa a narrar la más pintoresca historia que jamás se
haya escrito sobre estos acontecimientos, y que publicó en dos iruñerías que
transcribo a continuación:
“EL PRIVILEGIO DE LA UNION - I
Se acerca a pasos agigantados (el
tiempo tiene la mala costumbre de caminar siempre de esa manera) la gloriosa
fecha para Pamplona, del 8 de septiembre. En dicho día, y año de 1423, el buen
Rey de feliz memoria don Carlos III el Noble otorgó a su ciudad de Pamplona el
Privilegio de la Unión, por el que desaparecen los antiguos barrios, y quedaba
Pamplona unificada y sujeto a unas mismas leyes y reglamentos.
Nadie ignora, que desde los
antiquísimos tiempos de Maricastaña, u aun antes de que la Coja de Cuatro
Vientos volase sobre su escoba alrededor del Gallo de San Cernin[1],
estaba Pamplona dividida en cuatro barrios distintos, con jurisdicción aparte,
y las más de las veces, estaban en plan de enemigos irreconciliables.
Así
estaban las cosas en 1422, cuando la princesa heredera doña Blanca, hija del
Rey Carlos III, hizo traer a Navarra a su hijo Carlos, Príncipe de Viana, desde
Castilla donde se hallaba. Reuniéronse las Cortes para salir a recibirlo a la
frontera, a la parte de Corella, y el Rey, su hija, el príncipe y toda la corte
llegaron hasta Pamplona donde estuvo a pique de ocurrir una marimorena de
órdago a causa de las preferencias que cada barrio reclamaba en el orden de los
obsequios. Papeles de la época hacen constar que: “en los tiempos pasados había
habido debates, contiendas, escándalos de que se habían seguido muchos
homicidios por razón de la división de las jurisdicciones y por hacer la administración
de la justicia cada uno por su lado; e posteriormente en la entrada del rey, e
en la buena venida de su nieto el príncipe don Carlos, quiso acaecer en el
pueblo gran escándalo, por ocasión e causa de la división; por lo que el dicho
rey había deliberado reunir las tres jurisdicciones en una”. Ya para esa época
el barrio de la Navarrería y el de San Miguel se habían fundido en uno.
Mucho han
escrito sobre estas cuestiones sesudos y graves historiadores; pero pocos, muy
pocos son los que han leído y tenido en cuenta la relación manuscrita que hoy
voy a dar a conocer a mis eruditos lectores.
Empieza
por la concienzuda descripción de los antiguos barrios que va a continuación…
Tiburcio de Okabío
(Diario de Navarra, 6/8/1953)”
Y a partir de aquí el aitacho
empieza a narrar su peculiar versión que espero que disfrutes en las próximas entradas si Dios quiere. Mientras tanto puedes entretenerte con este resumen de
la recreación histórica de la coronación de Carlos III el Noble que organizó el
Ayuntamiento de Pamplona en la Catedral el pasado 9 de septiembre.
[1] Si
alguien tiene noticias de quién era “la coja de Cuatrovientos” agradeceríamos
que nos lo comunicara
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