Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

lunes, 27 de junio de 2011

La Caída de Primo de Rivera

Querido lector, dejábamos al aitacho como diputado foral en 1930, tras la caída de Primo de Rivera. Para saber como se vivían en la familia Baleztena estos acontecimientos sociopolíticos la mejor manera puede ser acudir a lo que cuenta la tía Lola en sus inéditas memorias llamadas "25 años al volante, memorias de una chófer". Por eso a continuación transcribo un extracto de las mismas:

"Va perdiendo Primo de Rivera la dirección de España. El día 29 de enero se esparce la noticia: Ha caído el Directorio. Y todos se preguntan: ¿Quién lo sustituirá?.

            Berenguer, y su casi anónimo acompañamiento, carga con la difícil tarea de desenredar la madeja. D. Alfonso dice amén al ver deshacer lo que con su venia se hizo. Por todas partes se rompen placas de calles y plazas que ostentaban el nombre de Primo de Rivera. Así suele ser lo corriente en estos casos. Ya tenemos precedentes: Plaza Real, Plaza de la Constitución, Plaza de la República... Sería más cómodo, y sobre todo, más tranquilo, poner de una vez como lo hizo un zapatero cuyo nombre no pasó a la historia, aunque lo merecía por su sentido común: “Plaza del que manda”.

            Se dan cencerradas a la U.P. (Unión Patriótica). El público se desahoga, ya que en seis años no ha podido hacerlo. Se nota efervescencia. Es terrible la reacción del que se ve libre de repente, siempre usa mal de las primeras horas de su libertad.
           
Berenguer hacía eses y más eses ante los escollos que en su camino encontraba. Los socialistas toman vuelo y caen nieblas de preocupación. Se sienten temores para el porvenir.

En nuestros recorrido con el auto, al estacionar en las plazas de los pueblos, rara era la vez que no se nos acercara alguno, y después de saludarnos afectuosamente nos preguntara con aire misterioso:

            - Y los carlistas, ¿qué hacemos ahora?
           
            Cambiábamos impresiones y acabábamos por esta afirmación:

            - Pues, cuando las cosas vayan para peor, se acordarán de nosotros y haremos el primo como siempre.

            No tardaría el tiempo en dar la razón a este dicho".

Dolores Baleztena Ascárate escribió unas memorias que nos van a ser de ayuda para seguir el curso de la biogafía de su hermano Ignacio
"...Ha muerto en París a consecuencia de un ataque el General Primo de Rivera. Dios le tenga en su gloria. Desaparece el hijo predilecto de tantos pueblos y ciudades; y muere sólo en París, en una anónima habitación de hotel. El evangelio de este día rezaba precisamente: “El que se humilla será ensalzado”, y fue tan ensalzado: bien puede meditarse ante este acontecimiento sobre la fragilidad de las glorias terrenas.

            Los chicos nos reciben muy alegres, se burlan de mí, y Chanico[1], que no podía ver al Directorio, no se cansa de hacer preguntas y decir cosas la mar de festivas.

            Gandi, en la India, continua triunfal la “Marcha de los Mártires”, y yo, sin triunfos, ayunos ni martirios, sigo dándole al volante y paseo a la familia…".

En este contexto sociopolítico es en el que el aitacho se ve involucrado como diputado foral en una época en la que la II república se acercaba a marchas forzadas y que tanto influira en su biografía. Pero antes de todo esto nos queda pendiente hablar de la tía Juanita Baleztena, fundadora de las Salesas de Pamplona, que tan en el candelero está con motivo de las jornadas de puertas abiertas del convento. Y sin ovidarnos de que nos acercamos a fechas sanfermineras que van a marcar el calendario. A ver como organizo todo esto, en las próximas entradas si Dios quiere.



[1] Diminutivo de “Chan”, nombre familiar con que se le llamaba al sobrino Juan Jesús Jaurrieta, del que hablaremos más adelante por motivos que ya irás conociendo.


Ignacio Baleztena diputado foral en 1930

Querido lector, habíamos dejado al aitacho recién casado, viviendo en la actual calle Fernández Arenas, y más libre de ocupaciones institucionales al finalizar su cargo como  diputado foral en 1928. Durante esta época puede dedicarse más a su familia y comienzan a llegar los hijos. Pero en 1929 fallece su madre Dolores Ascárate y esto supone un duro revés para él.
Mientras tanto la situación sociopolítica es cada vez más convulsa. En Enero de 1930 cae el Directorio de Primo de Rivera y éste se exilia a París donde muere 6 semanas después. Le sucede Berenguer al frente de la llamada “dictablanda”.
Tras la caída de primo de Rivera, Berenguer forma una gestora en Febrero de 1930 con diputados electos en 1923. Así Ignacio Baleztena reasumió el cargo de diputado foral por la Merindad de Pamplona con la candidatura Jaimista (carlista) hasta la implantación de la II República en abril de 1931.

Diputación Foral de 1930. Ignacio Baleztena en el centro de pie.
Durante este corto periodo de nuevo participó en proyectos de defensa de Navarra y los Fueros. También procuró que lo comisionaran de nuevo para  todo lo que tuviera que ver con la cultura vasca, que sentía tan propia, para evitar que  se la apropiara en exclusiva el nacionalismo sabiniano, cosa que cada vez veía más en peligro.
Acudió al homenaje a Campión y la inauguración de un busto dedicado a éste celebrado en San Sebastián el 29 de junio de 1930 a invitación de la Sociedad de Estudios Vascos en esa ciudad.
También asistió al V congreso de la Sociedad de Estudios Vascos celebrado en Vergara ese septiembre.

Ignacio Baleztena baila el aurresku en el V Congreso de Estudios Vascos en Vergara en 1930
Pero para saber que pensaban el aitacho  y su familia respecto a la cada vez más compleja situación sociopolítica del momento acudiremos a un testimonio de primera mano que nos dejo por escrito en sus memorias su hermana la tía Lola… en la próxima entrada si Dios quiere.

sábado, 25 de junio de 2011

El Corpus y los gigantes

Sea Bendito y Alabado el Sacramento del Altar
Querido lector, el aitacho era un gran adorador de la Eucaristía. En la piedra principal de la casa de Petrorena, la casa familiar de Leiza está inscrita la leyenda "Sea Bendito y Alabado el Sacramento del Altar" 

Sea Bendito y Alabado el Sacramento del Altar. Leyenda de la piedra principal de Petrorena

Por eso escribió abundantemente sobre la festividad que mañana celebraremos con todo boato, con una preciosa procesión del Corpus en Pamplona, en Leiza y en tantos pueblos de Navarra y de todo el mundo. Pero vamos a ver que escribió Ignacio Baleztena en 1949 al respecto:

El Santísimo en la Procesión del Corpus en Leiza, escoltado por las banderas de Navarra y Leiza al son del chistu.
"La fiesta del Santísimo Sacramento del Altar, o de la Eucaristía, la más grande, la más augusta, la más pomposa de las fiestas de la Iglesia, carecía, sin embargo, de un día determinado dedicado a su exaltación y culto; hasta que la Divina Providencia, a principios del siglo XIV, inspiró a su Iglesia la idea de aumentar y extender esta solemnidad, y por medio de una fiesta especial y su octava.

            Veamos la historia de esta institución. Leemos en el “Año Cristiano”, que “la bienaventurada Juliana, Priora de Monte-Cornillón, cerca de Lieja, fue el instrumento de que se valió Dios para poner los primeros cimientos de esta nueva solemnidad”.

            Esta doncella que nació en un pueblecito de Bélgica, cerca de Lieja, en el año 1193, tomó el hábito en las religiosas que cuidaban el hospital de Monte Cornillón, y se distinguió desde un principio por su gran devoción al Santísimo Sacramento. De haber estado en su poder todas las riquezas del mundo, hubieran sido escasas para adornar los altares en honor del Divino Sacramento.

            En uno de los muchísimos momentos que se hallaba en oración ante el altar, tuvo una visión que causó profunda extrañeza. Vió a la luna en pleno, pero con una brecha o agujero. No pudiendo comprender el significado de esta visión creyó que se trataba de alguna añagaza del demonio para distraerla en sus meditaciones; así es que pidió fervorosamente a Dios Nuestro Señor le librara de esta preocupación, pero a pesar de las oraciones y penitencias a que se entregó, volvió la luna a aparecérsele de la misma forma y manera.

            Finalmente, Dios le dio a entender, que la luna simbolizaba a la iglesia, y el agujero o brecha, significaba la falta que en Ella había de una fiesta especial y solemne del Santísimo Sacramento, para perfección y disciplina de la misma.

            Al llegar, en 1230, a ser Priora de la casa de Monte-Cornillón, creyó que era llegado el momento de trabajar por que la revelación llegase a ser una realidad; y comunicó a un santo canónigo de San Martín de Lieja sus visiones y aspiración, el cual poniéndose en comunicación con las autoridades de la iglesia de Lieja, consiguió que todos aprobaran con entusiasmo una idea tan conforme con el espíritu de la Iglesia. Entre todos, se distinguió por su entusiasmo el Arcediano de la Iglesia de Lieja llamado Jacobo Pantaleón de Troyes, que después fue obispo de Verdún, Patriarca de Jerusalén y finalmente, Papa, bajo el nombre de Urbano IV. Pronto tuvo la bienaventurada Juliana el consuelo de ver establecida la fiesta del Sacramento en toda la diócesis de Lieja, mediante un edicto u ordenanza del Obispo Roberno, en 1246. Pero hasta el año 1262, no llegó a ser esta solemnidad una de las más grandes fiestas de todo el orbe católico.

            Cuando el citado Arcediano de la iglesia de Lieja llegó a ocupar la cátedra de San Pedro, tomando el nombre de Urbano IV, pensó ya en hacerla fiesta de precepto. Un gran prodigio acaecido en Bolsena, Diócesis de Orbieto, determinó al Papa a expedir una Bula para que en toda la iglesia se celebrase semejante fiesta con la mayor solemnidad posible.

            Este prodigio fue un Corporal que quedó ensangrentado con la Divina Sangre de Jesucristo, por haber caído en él algunas gotas del Cáliz, en un descuido del sacerdote que celebraba el santo sacrificio de la Misa. A raiz de este prodigio, el Papa, en 1262, estableció la Fiesta de la Eucaristía, por una Bula que empieza con estas palabras: “Transiturus de hoc mundo ad Patrem Salvator noster Dominus Iesus Christus”.

            Sin embargo la solemne procesión del jueves del Corpus Christi no se llegó a celebrar hasta el pontificado del papa Juan XXII, en 1316.
           
En España pronto adquirió la nueva solemnidad profundas raíces, siendo la ciudad de Barcelona la primera en celebrarla, el año 1919. No están conformes con esta afirmación los de Gerona, que sostienen que antes de la proclamación de la fiesta, ya se celebraba en su ciudad con gran aparato y solemnidad.

            El concienzudo padre maestro de La Canal, continuador de la España Sagrada, refiere que, “en la procesión del Corpus, fiesta introducida en Gerona por Berenguer de Palaciolo que murió en 1314, al llegar la procesión a la plaza de San Pedro y a la del Vino, los beneficiados de la Catedral representaban el “Sacrificio de Isaac”, la “Venta y sueño del Patriarca José” y otros asuntos de la Escritura”.

            Brindo esta idea a nuestros honorables beneficiados, augurándoles, desde luego, un éxito sin precedentes si la llevan a la práctica.

            En mi modesto archivo poseo multitud de interesantes datos de la celebración de las procesiones del Corpus en Valencia, Granada, Toledo, Burgos, Zaragoza, etc. etc., y en todas ellas se ven figurar carros o pasos en los que se representaban escenas eucarísticas, y que iban precedidas de comparsas de danzantes, gigantes y enanos o cabezudos, y de la terrible Tarasca o Dragón, que arrojaba fuego por boca y narices durante todo el trayecto.

            N. Magan, describiendo en el “Semanario Pintoresco” la procesión de Toledo en 1841, dice: “Antes acompañaban esta procesión varias monstruosas figuras, todo representando alegorías. Las que se conservan en la actualidad en esta iglesia y sólo sirven para que las vean los curiosos, son unas figuras colosales representando las cuatro partes del mundo (Oceanía no tomó la alternativa de parte del mundo hasta más tarde), ofreciendo al Rey Supremo sus producciones respectivas. De Granada nos dicen que “Abren la marcha los alguacilillos, timbaleros, carrozas y pajes a caballo con el escudo de la Ciudad; los cabezudos, enanos, que acosan a los muchachos y mocitas a botijazos, abren paso a los gigantes con reyes moros y a la terrorífica Tarasca, un dragón que arroja fuego llevando sobre sus lomos un maniquí de mujer que viste el traje con las exigencias de la moda para el año”.

            La Tarasca y gigantes de Murcia, costaron solamente al sacarlos en 1637, setecientos reales. Y así por el estilo, vemos relaciones de casi todas las poblaciones españolas.

            Carlos III de Borbón, de quien hemos de confesar con todo el respeto debido a su regia memoria, que era un tanto entrometido, no sólo en las cuestiones de indumentaria sino también en las eclesiásticas, dio en 10 de julio de 1780, una Real Orden mandando que… “en ninguna iglesia de estos reinos, sea catedral, parroquial o regular haya en adelante danzas y gigantones, y cese del todo esa práctica en procesiones y demás funciones eclesiásticas, como poco conformes a la gravedad y decoro que en ellas se requiere”.

            Sin embargo, aún se conserva en muchas ciudades la práctica de las danzas y gigantes, pero en la mayoría de ellas, tal como en Pamplona, se usan como festejos profanos.

            En Bélgica, cuna de la fiesta del Santísimo Sacramento, también existe la costumbre de sacar gigantes en sus fiestas profanas y religiosas. Los españoles sostienen que fueron ellos los que introdujeron durante su dominación esta costumbre, pero los Valones del sur de Bélgica y norte de Francia aseguran que antes de que España dominase en nombre del rey aquellas tierras ya se usaban en ellas la práctica de tal festejo.

            Son famosos lo gigantes de Bruselas, Douai, Dunquerque, Lille, Ath, Mons, y sobre todo los de Donai.

            De la afición que los habitantes de esta ciudad tienen a su famoso gigante Gayant, se cuenta la siguiente anécdota:

            Durante la Guerra de Sucesión de Austria, una compañía de soldados de Donai desertó en vísperas de una batalla. Sorprendido el general de este caso, tan contrario a la fama de bravos que disfrutaban aquellos soldados, preguntó la causa a su coronel Fraude, quien, sin impresionarse lo más mínimo por la noticia, se contentó con responder.

            -¡Bah! Hoy es la fiesta del gigante Gayant, y sus hijos han ido a verle bailar; pero son fieles a su rey y a su deber y volverán. Yo os lo aseguro.

            Volvieron, en efecto, y su comportamiento fue verdaderamente heroico.

            Continuaremos con este “gigantesco” tema en lo que a Pamplona se refiere, dando datos de la fiesta y procesión del Corpus, así como de la historia de sus regocijados gigantones, en otra ocasión."
Tiburcio de Okabío. Iruñería. Diario de Navarra. 5-6-1949

El aitacho, para variar, de nuevo junta varios temas de su gusto. En este caso el Corpus y los gigantes.  Ahora comprendemos porque en casi todas las procesiones de nuestra vieja Iruña salen los primeros los gigantes y cabezudos. En la del Corpus esto no ocurre, pero desde hace unos años si que la preceden los danzantes de San Lorenzo con sus músicas y bailes. Se ve con que alegría vivía  mi padre su Fé, y que partidario era de celebrarlo todo con grandes festejos. Menuda gigantada estará montando en el Cielo para honrar al Santísimo Sacramento. En próximas entradas, si Dios quiere, "caerán" muchos temas variados, sociales, políticos culturales y sanfermineros. Mientras tanto nos vemos el en la procesión del Corpus de Pamplona. No Le falles.


Procesión del Corpus en Pamplona


miércoles, 22 de junio de 2011

Historias de carlistas

Querido lector, nos habíamos quedado en la muerte de la abuela Dolores, madre del aitacho. Con motivo de esto, os comentaba cómo Dolores Azcarate nació 65 años antes en Sartaguda. ¿Y por qué en Sartaguda si la familia Ascárate provenía del Valle del Baztán? La historia es bien curiosa y te la cuento, porque creo que para conocer a mi padre es necesario saber su origen y el de su familia. para recomponerla he contado con la inestimable ayuda de mi prima Rosari Jaurrieta.


Nos situamos en plena guerra carlista. Un oficial de de D. Carlos V, rey carlista de España, en pleno combate, conforme avanzaban, se topó con un oficial liberal herido. Viéndolo en esas circunstancias, en su mano estaba ejecutarlo o abandonarlo herido a su suerte. El carlista decidió que si había salido a defender la Religión, en su mismo nombre tenía que actuar, así que su corazón se conmovió y decidió cargárselo… al hombro, ir a la localidad más cercana y allí, depositarlo en la posada pidiéndole al posadero que lo cuidara y le hiciera curar sus heridas, dándole , a su vez, algún dinero para los gastos que le pudiera ocasionar, como el “buen samaritano” de la parábola. Terminada la acción, sin más, volvió a sus líneas a seguir combatiendo.

El liberal resultó ser el Marqués de Santiago, que una vez terminada la guerra, se empeñó en conocer quien había sido su salvador, y después de arduas gestiones, sus pesquisas le llevaron hasta un pueblo navarro del valle del Baztán donde vivía Marcelino Ascárate con su esposa Isabel Echeverría, y de allí nació una magnífica amistad, a pesar de ser uno liberal y el otro carlista. Marcelino siempre dijo que aunque el marqués tenía otro ideal, era un hombre honrado. Tanto es así, que el liberal marqués de Santiago teniéndose que marchar a Cuba para gestionar las posesiones que allí tenía, pidió a su amigo:

-         Ascárate, le voy a pedir un favor. Yo tengo que ir a gestionar mis posesiones de Cuba y no quiero dejar a mi familia sin un amparo. ¿Podría usted con su esposa ir a vivir a Sartaguda y de paso le confío la administración de mi hacienda en dicho pueblo?

-         Lo que es poder, no puedo- contestó el carlista Marcelino- mi mujer está a punto de dar a luz y no quiero alejarla de su tierra y de su familia.

Tanto le insistió el marqués que Marcelino e Isabel finalmente accedieron a su petición y se trasladaron a Sartaguda, y allí les trataron estupendamente. Llegado el momento del alumbramiento nació una preciosa niña a la que llamaron Dolores Ascárate Echeverría, que posteriormente sería madre de mi padre, Ignacio Baleztena Ascácrate, y otros ocho hijos. Pero cómo ocurrió todo esto lo veremos más adelante.

Dolores Ascárate, ya viuda, la segunda de pie por la derecha con sus nueve hijos. Ignacio Baleztena sentado en el sillón de la izquierda
Como finalización de esta historia aprovecho para contarte una anécdota que ocurrió años después, durante la guerra civil. En esa época, por Casa Baleztena caían muchas personas de las más diversas procedencias, como veremos más adelante. Un buen día se personó Casilda Ampuero, delegada de Frentes y Hospitales, con su amiga María Laula, que era precisamente la hija de la Marquesa de Santiago Entonces ésta preguntó a la tía Lola, hermana de Ignacio e hija de Joaquín Baleztena y Dolores Ascárate:

-         Lola, quiero que me expliques una cosa: ¿nosotros somos parientes?
-         ¿Parientes? – contestó riéndose – Somos mucho más, somos enemigos políticos.
María Laula se quedo con cara de extrañeza, pensando qué le estaba diciendo. Entonces le contaron la historia antes narrada y acabaron celebrándolo con gran alegría.

Ahora ya sabemos algo sobre el carlismo de la línea materna del aitacho, pero ¿también por el lado paterno recibió el carlismo? Para saberlo habrá que esperar a la próxima entrada, si Dios quiere.

martes, 21 de junio de 2011

Muerte de su madre, Dolores Ascárate, en 1929

Querido lector, habíamos dejado al aitacho recién casado en 1927. A la vuelta de su peculiar viaje de bodas se trasladó con su mujer Carmen Abarrategui a la casa que la familia tenía la Calle San Ignacio, actual Calle Fernández Arenas. Ésta es una de la casas más antiguas de la zona “nueva” de  Pamplona y fue la primera de la familia Baleztena en dicha ciudad. No fue hasta el 13 de Enero de 1852 cuando compran a Nazario Carriquirri la actualmente conocida “Casa Baleztena” entre el Paseo Sarasate y la Plaza del Castillo. Pero volvamos a lo nuestro.

De este modo, siguiendo la frase de la abuela Dolores Ascárate, madre de Ignacio, que solía decir “el casado casa quiere”, conforme fueron contrayendo matrimonio sus hijos fueron saliendo del hogar paterno y varios de ellos se instalaron en la mencionada casa. Así las cosas dejamos a mi padre recién casado, viviendo en la actual calle Fernández Arenas, y más libre de ocupaciones institucionales al finalizar su cargo como  diputado foral en 1928. Durante esta época puede dedicarse más a su familia y comienzan a llegar los hijos.

Pero el 4 de Abril de 1929 un triste acontecimiento venía a enturbiar la felicidad de Ignacio Baleztena y su recién formada familia ya que ese día moría la abuela, es decir Dolores Ascárate, su madre, de una “infección grippal” según consta en su informe de defunción, y eso que entonces no había ni “gripe A” ni “E Coli deconocida”. ¿O quizá sí?.

De modo que, tal y como consta en el libro de difuntos de la Parroquia de San Nicolás, “el día cuatro de abril de mil novecientos veintisiete a las quince y media horas a los sesenta y cinco años de edad en la casa nº 23 de la Plaza de la Constitución murió en Comunión con la Iglesia doña Dolores Ascárate y Echeverría, natural de Sartaguda, viuda de don Joaquín Baleztena y Muñagorri, natural de Leiza, habiéndolo recibido los santos sacramentos de Penitencia, Comunión y Extremaunción, que le administró don Pablo Gurpide, evocoljutor de esta parroquia. El día siguiente fue llevado su cadáver con el oficio del ritual al campo santo de esta ciudad y en sufragio de su alma se le hicieron funerales de primera clase en esta iglesia. Y en fe de ello firmé:
Ramón C, ecónomo

La partida de defunción de Dolores Ascárate
Ya hemos realizado en anteriores entradas un semblante de la abuela y  hemos visto la íntima relación que tenía con sus hijos.

Lo curioso es ¿Cómo nació la abuela en Sartaguda cuando su familia era de la zona del Baztán?. Cosas del Carlismo que desvelaremos en la próxima entrada si Dios quiere.

Pero antes de despedirme quiero informarte que repasando los archivos fotográficos de la familia he encontrado nuevas fotos que he colgado en sus respectivas entradas y para facilitarte la búsqueda te pongo los enlaces:

Ignacio Baleztena inicia la costumbre de la visita del Ángel de aralar a la Diputación

Fotos relativas a la conmemoración del III centenario de la canonización de San Francisco Javier organizado por Ignacio Baleztena:

Fotos centenario 1

Fotos centenario 2

Fotos centenario 3

martes, 14 de junio de 2011

La Joshepa Anthoni y el tío Canuto compraron un cuto

Querido lector, en la anterior entrada habíamos visto como el aitacho escribió una pequeña sonata con el aire popular de la “Anthonia e Iñacio”, dedicándosela a los “mocés” de las Cantinas Escolares. Pero para aclararnos un poco te explico de que va el tema. Dichas cantinas eran una institución benéfica que funcionó en Pamplona desde comienzos del siglo XX para conseguir que ningún niño se quedara sin comer por falta de recursos. Pues bien, la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona organizaba un día al año la Rifa del Cuto en beneficio de las Cantinas Escolares, cuto que se exhibía por la ciudad  en un carro tirado por caballerías, acompañado por los gaiteros y para lo que Ignacio Baleztena creó dos parejas de giganticos: "Joshe Miel, el zerrikitari, y su esposa la Joshepa Antoni, ambos oriundos de Basaburúa, y Saturnino y consorte, especia­lista en la fabricación de zerripotongos". Además escribió esta canción para alegrar a los mocés:

Según Ignacio Baleztena la cabezuda del paraguas, "señá Chistorrica", es una mondonguera de marca mayor, igual que la Joshepa Anthoni. En el dibujo realizado por él aparece fabficando birica durante un matacherri. El cuto cuelga de la pared.

La Joshepa Anthoni
y el tío Canuto
compraron un cuto
de marca mayor.

Con su sangre hicieron
sabrosas morcillas
y con sus costillas
chorizo y chistor.

Un hombre más bueno
no habrá en todo el mundo
como Veremundo
el matalechón.

El mata a los cherris
con gran maestría,
con una sangría
en el garganchón.

Antes de matarlos
les pide perdón
pues es matacherris
de gran corazón.

Perdón, perdón
querido lechón
pues cumplo tan sólo
con mi obligación.

Decía Canuto
con gran emoción
pobrecico cuto
de mi corazón.

Con tus cherripuskes
haré chanchingor.
Nadie en la céndea
los hará mejor.

Como mondonguera
tiene la prudencia,
más saber y ciencia
que el mejor doctor.

Fabrica tripoches,
odolkis, birikas,
chistorras muy ricas
y un buen chanchingor

Y para la berza
prepara chungur
y pa las alubias
morcilla y mastur.

Y todos los mozos
con gran emoción
dicen: mondonguera
de mi corazón.

En el Teatro Chopical de Leiza se conserva este dibujo realizado por Ignacio Baleztena, que bien podría ser la Joshepa Anthoni

Esperando que te hayas “gozau” con esta canción tanto como yo. Ya en la próxima entrada si Dios quiere seguiré con la biografía del aitacho en una época que se iba enredando cada vez más.

jueves, 9 de junio de 2011

La Anthonia e Iñacio, casar se han hecho

Querido lector, como tras narrar la boda del aitacho, introduzco como te dije esta esperada canción suya con la música del ingurucho de Leiza que tantas veces bailó:

Preminerías

LA ANTHONIA E IÑACIO, CASAR SE HAN HECHO


Partitura (Música del Ingurucho de Leiza con arreglos del maestro Silvano Cervantes)

...la Anthonia e Iñacio casaron por fin...
 

Después de pensarlo
despacio, despacio
la Anthonia e Iñacio
casaron por fin.
Cebaron los mozos
más de cien güetes
con unos chupletes
que hacían ¡fí! ¡fí!.

¡Fi, fi, fi, fi, fi!
¡Fa, fa, fa, fa, fa!
Luego al estallar
hacían ¡damblá!

Chumbata, chumbata,
chin, pum, damblá.

Cebaron los mozos más de cien güetes...


¡Can! ¡can! La serora
toda la mañana
bandió la campana
con el sacristán.

De tanto bandiarla
se rompió el badajo
y al venir abajo
hizo ¡pataplán!

Y aplastó dos perros
que hicieron ¡guau, guau!
y su dueño dijo
“me los han gibau..."

Chumbata, chumbata,
chin, pum, guau, guau.

...se cayo el badajo... y aplasto a dos perros...


A los invitados
les dieron bizcochos
y tiraron chochos
a tós los mocés.

Depués de que hubieron
llenado la panza
en karrikadanza
se fueron al tren.

Delante de todos
marchaba el chun chun
y con el dambolin
hacía ¡dum! ¡dum!.

Chumbata, chumbata,
chin, pum, dum, dum.

Delante de todos marchaba el chun chun...

Como estaba lleno
todo el Plazaola
al furgón de cola
se tuvieron que ir.

Tocó el jefe el pito
el cura dió un ¡gora!
la locomotora
se fue haciendo ¡fi!

¡fi, fi, fi, fi, fi!
¡fa, fa, fa, fa, fa!
¡chis,chis,chis,chis,chis!
¡chis,chas,chis,chas,chas!
¡chumbata, chumbata
chin, pum, chis, chás!


La Anthonia e Iñacio
vivieron felices,.
comieron perdices,
birica y chistor.

Decían de Anthonia
Los de la Cendea,
es la echekoandrea
más buena y mejor

Y es para el trabajo
de mucho cozcor.
Y él es un alperra
de marca mayor.

¡Chumbata, chumbata,
chim, pum, cozcor.[1]

... y él es un alperra de marca mayor.

Premín de Iruña
(Ignacio Baleztena)


Nada que añadir, simplemente comentarte que la próxima semana, si Dios quiere, introduciré otra canción que con la misma música también escribió el aitacho. Y luego como fundó… pero prefiero no adelantar acontecimientos.

Pd. Posteriormente he incluido este vídeo realizado magistralmente por mi amigo Patxi Mendiburu:




[1] Se imprimió en la imprenta de Emilio García Enciso, Pamplona, con letra de Ignacio Baleztena, música con arreglos de Silvano Cervantes, y los dibujos de Gutxi.

Celebración de una boda en Leiza a principios del siglo XX

martes, 7 de junio de 2011

Un viaje de bodas muy fuerista

Querido lector, como decíamos en la anterior entrada, el aitacho y la mamita hicieron su viaje de bodas a Madrid. Y esto fue por un motivo no muy romántico precisamente. Así lo refiere precisamente mi madre, Carmen Abarrategui, que en una entrevista posterior refiriéndose al amor que sentía su marido por Navarra respondió:

- ¿Querrá usted creer- decía Carmen Abarrategui- que ni viaje de bodas pudimos hacer porque tuvo que quedarse en Madrid a defender los Fueros en un mo­mento difícil?.

Para explicar esto nos ponemos en situación. Ya hemos comentado que siendo diputado foral durante el Directorio Militar de Primo de Rivera la vigente Ley de 1841 debió adaptarse al nuevo régimen. La primera cuestión se plateó ante la promulgación del Estatuto Municipal de 1924, que pretendía reforzar la Administración Local. La negociación entre el Ministerio de Gobernación y la Diputación foral, en la que participó Ignacio Baleztena como comisionado, dio como fruto el convenio de 1925. A raíz de éste se intentó vigorizar el Consejo Administrativo de Navarra, otorgándole facultades decisorias con respecto a la Administración local.

            Pero en 1927 las necesidades de la Hacienda nacional motivaron la revisión del Convenio Económico negociado en 1877. De nuevo Ignacio Baleztena formó parte de la comisión negociadora junto con los Sres. Nagore, Uranga, Oroz y Gortari que le estaban esperando impacientes en la capital.

Así que al día siguiente de la boda partió el matrimonio a Madrid donde mi padre tuvo que verse las caras de nuevo con José Calvo Sotelo, ministro de Hacienda del Directorio Militar. La negociación fue dura y al final se firmo un nuevo Convenio. Precisamente durante la firma del mismo, Ignacio Baleztena, como no podía ser de otra manera, tuvo que hacer una de las suyas. Cuando todos hubieron firmado el se quedo el último, y tras rubricar el texto como quien no quiere la cosa se guardo en el bolsillo la pluma del ministro Calvo Sotelo. Nunca sabremos si el susodicho no se dio cuenta hasta posteriormente, o ante la absoluta naturalidad con que lo hizo el aitacho no osó decir nada. La cosa es que además de “escamotearle” la famosa pluma, orgullosamente la conservaba como trofeo de aquella negociación y firma del acuerdo.

Placa conmemorativa que la Diputación Foral de Navarra entregó a Ignacio Baleztena "por su labor en el Convenio de XII de Agosto de MCMXXVII"
Y hablando de bodas en la próxima entrada si Dios quiere introduciré por fin una canción del aitacho que muchos me habéis pedido, a saber, “La Antonia e Iñacio casar se han hecho”.

lunes, 6 de junio de 2011

El nuevo hogar Baleztena Abarrategui

Querido lector, en la anterior entrada vimos cómo el aitacho se casó en 1927 y a continuación transcribo el eco que tuvo en la prensa porque me parece muy ilustrativo tanto como narración del acontecimiento, como del modo en que se escribían las crónicas de sociedad en aquel entonces. Espero que lo disfrutes.

EL NUEVO HOGAR BALEZTENA-ABARRATEGUI
(Reseña del Pensamiento Navarro- 1 de junio de 1927)

Crónica de la boda de Ignacio Baleztena y Carmen Abarrategui en "El Pensamiento Navarro"

             "Como lo habíamos anunciado, se celebró ayer en la villa de Mondragón (Guipúzcoa) el enlace matrimonial de la encantadora y distinguida señorita de dicha localidad Carmen Abarrategui y Gorosabel con nuestro distinguido amigo y diputado foral don Ignacio Baleztena.

Foto de los recién casados
             Con este fausto motivo trasladáronse en automóviles desde Pamplona los hermanos del novio: el ex diputado a Cortes, don Joaquín; los señores de Jaurrieta y Baleztena (don Germán y doña María Luisa), los señores Baleztena y Sagüés (Pello Mari y Patrocinio), María Isabel, Angeles, Lola y Josefina; el muy ilustre señor canónigo don Alejo Eleta, el médico don Bernardino Tirapu, el hermano de éste, don Cristóbal; don Pedro José Arraiza, don Felix Arrarás, Charito Arraiza y la encantadora niña Reyes Jaurrieta.

            Y de Leiza, don Miguel Gastearena.

            La nupcial ceremonia celebróse en la Iglesia Parroquial, a las once y media de la mañana.

            El templo daba la sensación de una gran fiesta, iluminación caprichosísima y variación muy bella de plantas y flores.

            Celebró la Santa Misa y bendijo el matrimonio don Alejo Eleta.

            En la capilla de Nuestra Señora de los Dolores quisieron recibir los contrayentes la bendición nupcial y luego, trasladados al Altar Mayor, allí se celebró el Santo Sacrificio.

            El oficiante pronunció una plática de circunstancias.

            Actuaron de padrinos la distinguida señora doña María Luisa Baleztena de Jaurrieta y don Vicente Abarrategui; aquella, hermana del novio, y éste, de la novia.

La concurrencia fue selecta y numerosa. Además de la relación de personas que hemos hecho ya, hallábanse también en el acto los distinguidos señores Abarrategui y Gorosábel (don Benito y doña Ascensión), padres de Carmen; los hermanos de ésta: la bellísima señorita Inés, Vicente y Felipe; la bella señorita Felisa Iturbi; el Párroco de Mondragón, don Francisco Imaz; los señores de Salazar y Ameller (don Antonio y doña Margarita), y otras varias personas que sería prolijo enumerar.

            La novia lucía un riquísimo vestido blanco, regalo del novio, sirviéndole de paje la monísima nena María Reyes Jaurrieta.

            Terminada la ceremonia religiosa, los nuevos esposos y acompañantes trasladáronse al domicilio de los señores de Abarrategui, recibiendo en el trayecto el homenaje de cariño de la villa entera, en la que la familia Abarrategui goza de general estimación y en donde el nuevo matrimonio será siempre queridísimo.

            Allí se sirvieron a los invitados pastas y licores y enseguida trasladáronse todos a Vitoria, en automóviles, formando nutrida caravana.

            En el aristocrático Hotel Frontón se sirvió a los viajeros un banquete con arreglo a la siguiente lista:

Vinos

Blanco Diamante
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Tinto Riscal
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Champagne Viuda Clicquot

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Menú

Entremeses
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Huevos Mornay
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Salmón grillé Francise
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Vol-au-vent de mollejas a la Financier
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Espárragos a la vinagreta
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Pollo asado
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Ensalada

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Postres

Bomba Melba – Ponche Ruso
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Frutas y quesos
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Café y Licores

Tarjeta con el menú del banquetede bodas
             Por la tarde partían los nuevos esposos y acompañantes a Pamplona.

            Los señores Baleztena y Abarrategui salen hoy para Madrid, continuando su viaje de miel.

            Fueron, tanto en Mondragón, como en Vitoria y en Pamplona incontables las demostraciones de afecto recibidas ayer por los nuevos esposos.

            Hemos de anotar especialmente un telegrama recibido por los nuevos esposos de las asiladas de la Casa Inclusa y del Director y Hermanas de dicho Asilo, que dice así:

            “Al Rey Baltasar y su esposa la Reina, felicitamos en este día, muy de corazón, las hermanas, asiladas y Director de la Inclusa”.

            Documento verdaderamente conmovedor para quien sabe las horas que Ignacio y los suyos han deparado a los pobrecitos asilados de la Casa Inclusa.

            Recibieron también un despacho de afectuosa felicitación de los compañeros de comisión de don Ignacio Baleztena, que se encuentran en Madrid, señores Nagore, Uranga, Oroz y Gortari.

            Otro muy afectuoso también del Ilustrísimo Señor Obispo de Pamplona; y otros muchos más.

            A estas felicitaciones hemos de unir la nuestra, la de cuantos trabajamos en esta Casa, deseando al nuevo matrimonio toda suerte de venturas en su nuevo estado; felicitación que hacemos extensiva a las distinguidas y estimadísimas familias de los contrayentes."

Ignacio Baleztena y Carmen Abarrategui tuvieron diez hijos y permanecieron muy unidos durante 45 años hasta que la muerte del primero los separó en 1972.




Y como indica en este eco de sociedad “el viaje de miel” fue a Madrid, y resulta que fue un viaje muy fuerista, por los motivos que explicaré en la próxima entrada si Dios quiere, y que están íntimamente relacionados con la mencionada “comisión” formada por los señores Nagore, Uranga, Oroz y Gortari que ya se hallaban en  dicha ciudad para…