Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

martes, 30 de noviembre de 2010

En homenaje a los gigantes por sus 150 años (II)

Querido lector, antes de comenzar a disfrutar de este texto no te olvides de leer la anterior entrada (debajo de ésta) titulada "En homenaje a los gigantes por sus 150 años (I)" que introduce lo que viene a continuación.

Y sin más preámbulos te dejo con la felicitación póstuma del "aitacho" a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos en su 150 aniversario. Felicidades a "esos simpáticos monigotes que tantos ratos felices han proporcionado a Premín de Iruña".

"Premín de Iruña" con los gigantes
 
Aleluyas de "Premín de Iruña" (Ignacio Baleztena) a los gigantes:

"Las gaitas y tamboriles,
preceden a los ediles

y a su son van tan campantes,
venga bailar los gigantes.

De todos el menos feo
es el gigante europeo.

En su mantilla la reina
trae diadema en vez de peina.

¡Qué bien bailan los asiáticos!
se ve que no son reumáticos.

Del Africa los gigantes
llevan vistosos turbantes.

Por bailar ante el chun chun
cayó el negro ¡cataplúm!

Y por eso tiene rotas
sus enormes narizotas.

Baila con agilidad
a la negra, Trinidad.

Tras los mocés de Pamplona
va la kiliki serona.

Y Ellos van como una tromba
huyendo de su zambomba.

La mocetería inquieta
le tira de la coleta.

Pone fin ella a la juerga
arreando con la verga.

Buruandi es la kiliki
y el zaldiko buruchiki.

Záldiko-máldikos son
caballicos de cartón.

(Continua abajo)...


(Comienza arriba)
 
Por su aspecto el cabezudo
es hombre serio y sesudo.

Pero no tiene talento
ni pizca de fundamento.

Con su cabeza hueca
va de la ceca a la meca.

Es la señá chistorrica
fabricante de birica.

Su esposo es americano
aunque de origen aldeano.

Al japonés Chan-Chin-Gor
le gusta mucho el chistor.

Su esposa es de Singapur
y al arroz le echa chungur.

Arma gran algarabía
con su chistu Echeverría.

Los dulzaineros de Estella
tocan música muy bella.

Tocha de Betelu es un
virtuoso del chun chun

Con su dulzaina Lumbreras
marcha soplando de veras.

Cobran sus buenas pesetas
Lo que chuflan por mecetas.

Cuando acaban de danzar
los llevan a descansar.

Les dan buen alojamiento
en un Antiguo convento.

¿Te gustan mis aleluyas?
Pues si las compras son tuyas


Premín de Iruña. Pamplona 1933

En homenaje a los gigantes por sus 150 años (I)

 
Querido lector, ayer en el curso de la celebración de la solemnidad de San Saturnino, patrón de Pamplona, los Gigantes salieron por última vez en este año que ha estado marcado por el 150 aniversario de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona.

El 29 de Noviembre de 2009, fiesta de San Saturnino, con motivo del 150 aniversario de la Comparsa el Ayuntamiento de Pamplona concedió la medalla de oro de la ciudad a la misma. (Foto Diario de Navarra 30-11-2009)

Ayer, un año después,  fue un día de disfrute pese al frío que pasamos tanto durante la procesión como en el posterior recorrido con la comparsa. Mis hijos y nietos han heredado esa pasión por los gigantes, así que no nos perdimos este acontecimiento. A continuación introduzco una foto del último recorrido de la Comparsa en su 150 aniversario.
Carmen y Javier Baleztena, biznietos de Ignacio junto a la Reina Europea, que tanto bailó su bisabuleo.
Qué no habría organizado y "ciriquiau" el "aitacho" para tan importante conmemoración. Nos hubiera embarcado a toda la familia en mil líos de los que él acostumbraba. Y esto es seguro por el  papel tan destacado que en su vida tuvieron los gigantes, uno de sus principales amores. En el salón de su ca­sa, sobre una repisa, aparecía el retrato de Ignacio rodeado de las ocho estatuillas de los gigantes, como un padre feliz en medio del coro multicolor y exótico de sus hijos. El los bailaba todos los años. Una vez se sintió en­fermo y marchó a Madrid en compañía de su esposa para que lo viera el doctor Jiménez Díaz. Ella quedó aguardando afuera, con esa incertidumbre de espera amarga que tiene la antesala de un médico. Por fin salieron enfermo y médico riéndose. El doc­tor lo conocía y explicó: "No tiene nada. ¿Qué le parece?, dice que ya no puede bailar al gigante, que se fatiga... ¡Con sus setenta y cinco años...!"
Ignacio Baleztena acompañó a sus amigos los Gigantes hasta que el cuerpo se lo permitió. Al final durante su enfermedad los disfrutaba desde el mirador de su casa, frente a la cual le bailaban todos los años el primer baile de los sanfermines en su honor


Los gigantes en general le apasionaban. En 1906, con motivo de las fiestas patro­nales de Leiza. Ignacio construyó y paseó dos gigantes y un cabezudo, y desde en­tonces éstos fueron compañeros casi in­separables. Para el día de la Rifa del Cuto que organizaba la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona en beneficio de las Cantinas Escolares, cuto que se exhibía por la ciudad  en un carro tirado por caballerías, acompañado por los gaiteros, "Premín de Iruña" creó dos parejas de gigantillos: "Joshe Miel, el zerrikitari, y su esposa la Joshepa Antoni, ambos oriundos de Basaburúa, y Saturnino y consorte, especia­lista en la fabricación de zerripotongos". Muy bien carac­te­rizados los cuatro.

Respecto a los gigantes de Pamplona, los de la Comparsa, convivía y sentía con ellos todas sus peripecias, alegrías y problemas, los bailaba, con ellos acudía a la Maternidad, organizaba ca­rreras de gigantes, daba charlas, conferencias, investi­gaba sus orígenes, tanto de los locales como de lejanas tierras, su construcción, materiales, cómo y quienes los adecentaban o vestían y todo lo concerniente a estos singulares personajes, que tanto atractivo tenían para él. Ignacio fue el que les puso los nombres a muchos de los gigantes, cabezudos y kilikis de Pamplona. Era tal la ilusión que sen­tía por ellos, que el año de su muerte bajaron al cemen­terio los tres Reyes Magos a depositar en su tumba una co­lección de las estatuicas de los Gigantes de Pamplona.
Baltasar deposita como último regalo a su gran amigo Ignacio las figuricas de los gigantes en el panteón donde reposa.

Tanta era su pasión por los gigantes que les dedicó un libreto que publicó en 1933, en la im­prenta "La Acción Social", con el título "Los GI­GANTES DE PAMPLONA. Historia de esos simpáticos monigotes que tantos ratos felices han proporcionado a Premín de Iruña, autor de este librico", concluyéndolo con unas aleluyas con dibujos que introduzco en la siguiente entrada, hoy mismo. Sirvan estos versicos como el homenaje póstumo que "Premín de Iruña" les dedica a los gigantes para felicitarles su 150 aniversario. No te olvides de leerlos que vienen a continuación. Tras este pequeño homenaje retomaremos su biografía con el follón que montó en 1912..., pero eso será mañana si Dios quiere.


sábado, 27 de noviembre de 2010

La festividad de San Cernin. Iruñería. Diario de Navarra 1949

Querido lector, igual te sorprenderá que escriba en sábado, pero es que la ocasión lo merece. Muchos de vosotros sabréis que el patrón de Pamplona es San Saturnino o San Cernín, como prefieras llamarlo, ya que San Fermín realmente es copatrón de navarra (junto con San Francisco Javier), y más concretamente de la Archidiócesis de Pamplona-Tudela. ¿Y a que viene a cuento todo esto?. Pues sencillamente a que el día 29 celebramos la fiesta de San Saturnino, día grande en la vieja Iruña y celebrado desde hace un montón de años... pero mejor es que nos lo cuente el "aitacho", es decir "Premín de Iruña", con una de sus "iruñerías" publicada en el Diario de Navarra precisamente tal día como hoy pero en 1949:

LA FESTIVIDAD DE SAN CERNIN


            Cuando “El gigante poeta, escolástico de la lengua” Don Luis Vélez de Guevara nos dice en un capítulo de su novela El Diablo cojuelo que una noche de junio a las once en punto “Don Cleofás Leandro Pérez de Cambrillo, hidalgo a cuatro vientos, caballero huracán y encrucijada de apellidos, galán de noviciado y estudiante de profesión” corría por los tejados de la coronada villa perseguido de alguaciles, corchetes y ministros, a causa de una aventura amorosa, en loa que nuestro hidalgo hizo el primo y el ridículo de la manera más triste y vergonzosa.

            Por huir de esa poco deseable compañía de perseguidores, se coló por el tragaluz de un desván , en el que un astrólogo, con sus puntas de nigromante y alquimista, tenía instalado un laboratorio. En una alacena, metido en una redoma de vidrio, se hallaba prisionero por mal de sus pecados el famoso Diablo cojuelo, demonio alegre y de bullicioso ingenio, inventor de la zarabanda, la chacona, el bullicuzcuz, el guirigay, el avelipandi y otros bailes más o menos pecaminosos. A ruego del infeliz diablillo rompió don Cleofás su prisión de vidrio, y en premio de esta acción el travieso diablejo proporcionó al hidalgo una sesión gráfica que dejaba muy atrás a cuantos No-Dos se desarrollan hoy en las pantallas cinematográficas. Subió con el hidalgüelo a una alta torre y desde ella hizo presenciar todo cuanto ocurría en el interior de las casas de la coronada villa, cual si sus tejados y paredes estuvieran fabricadas de transparente vidrio.

            Si yo, por influjo de algún revoltoso geniecillo, o por mi propio poder, pudiera encaramarme al gallo de San Cernin, y desde él disfrutar de ese curioso espectáculo de las viviendas transparentes, seguro estoy de que llegaría a averiguar en qué casa mora y actúa un concejal, edil corregidor de este municipio. En la que viese colocado junto a un balcón abierto una silla colgando de su respaldo un flamante frac y sobre su asiento un reluciente tubo o canariera, dispuestos a desprenderse del previsor olorcito a bolicas de naftalina; donde viese una cama limpia y confortable, cubierta por un bordado cobertor luciendo sobre ella una planchadísima y almidonada camisa, al lado de unos guantes y corbata blancos, y en el suelo unos zapatos lustrados hasta la charolez. Ahí, diría yo, ahí, en esa casa vive un castizo concejal, amante de las viejas tradiciones, que prepara su indumentaria para lucirla y lucirse con ella en la solemne procesión del glorioso patrón de la vieja Iruña, del gran San Saturnino.

            Pues el caso es, carísimos lectores míos (me hago la ilusión de tener algunos), que pasado mañana, día 29 de noviembre, celebra la iglesia la festividad de San Saturnino, el popular San Cernin, patrón de la ciudad de Pamplona, y sus hijos espiritual los irunshemes todos, y en su nombre sus dignos ediles, acostumbran celebrar su día con la solemnidad y esplendor que tan grato Santo se merece.


Los "dantzaris" haciendo el arco de honor con sus "makilas" a San Saturnino cuando entra en su parroquia tras la procesión el año pasado (1909).
(Foto de DDN, Jorge Nagore y Calleja
http://www.diariodenavarra.es/actualidad/imagenes.asp?id=2009112919472042&dia=20091129)

            Veamos ahora desde qué época data la costumbre de celebrar esta fiesta en Pamplona por medio de una solemne procesión y función de iglesia. Es muy cómodo decir de cualquier costumbre o práctica que ésta se pierde en la noche de los tiempos y datan de tiempo inmemorial, sin que en memoria de los hombres más ancianos exista idea ni recuerdo de su origen; con un poco de paciencia se averiguan las cosas y no es difícil en casos como el presente dar la solución.

            Hace 338 años, los discretos y sesudos rexidores de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Pamplona, Cabeza del Reino de Navarra, reunidos a son de campana en la sala de su Ayuntamiento, tomaron el importantísimo acuerdo que copio a continuación. A ti lector querido, como buen irunsheme que eres, te recomiendo, de todo corazón, tengas paciencia de leerlo detenidamente hasta el final.

            “En la Ciudad de Pamplona y Casa de su Ayuntamiento a 26 días del mes de noviembre de 1611 años, estando juntos en la sala de la Consulta, los señores don Francisco Cruzat, Dr. Murillo de Ollacarizqueta, Diego Pérez de Labayen, el Licenciado Marichalar, el Licenciado Monreal, Juan Ruiz Ibáñez, Joseph Marban y Beltrán de Garralda, regidores de dicha Ciudad digeron.

            Que por tradición antigua, se habla, que el primero que sembró la semilla de la Fe Católica en esta Ciudad y Reino fue San Saturnino, hijo de Ejeas, Rey de Acaya en las partes de Grecia, discípulo primero del bienaventurado San Juan Bautista y después del Vicario de Cristo San Pedro, uno de los setenta y dos discípulos de Jesucristo Nuestro Señor. Quien con el ejemplo de su vida y predicación trajo al verdadero conocimiento con el primer sermón que en esta ciudad hizo, cuatro mil y más personas, y por haber quedado éste tan bien fundado y por la intercesión de este Glorioso Santo, creemos y debemos creer piadosamente que Dios Nuestro Señor ha tenido y conservado esta Ciudad y Reino en esta fe católica, sin que en todo este tiempo haya faltado en cosa, de que le debemos dar infinitas gracias.

            Y viendo que la dicha Ciudad ha solemnizado y solemniza otros santos que por voto guardan con agradecimiento y demostraciones de procesión y otras, en hacimiento de gracias de los beneficios que esta república ha recibido de la Majestad de Dios, y por su intercesión por la salud temporal y frutos de la tierra, no siendo de tanta consideración, lo que este glorioso santo hizo fue tratar la salvación de las almas y quitar a nuestros pasados en aquellos principios los errores y gentilidad en que vivían, parece que hay mayor razón de hacer la misma demostración con este Santo, y así, habiéndolo tratado con el Ilustrísimo Sr. Don Antonio de Figueroa, obispo de esta Ciudad, y con los muy ilustres señores del Cabildo de la catedral de ella se ha acordado:

            Que en su día, en cada un año, se haga una procesión solemne desde la catedral a su iglesia, y que en ella su Señoría de dicho Cabildo diga misa con sermón, nombrando el dicho Reximiento predicador para esto, como lo hace en las demás fiestas de su voto y devoción, y que en la víspera se hagan hogueras por la dicha ciudad y otras demostraciones de contento, convocando a los divinos oficios a todo el pueblo, para que en sus oraciones rueguen a la Majestad de Dios, por el aumento de la fe, a cuyo nombre se hace y debe hacer esta memoria y de ello mandaron hacer auto y firmaron.- Doctor Murillo de Ollacarizqueta…”(siguen las firmas).

            De modo que la fiesta y procesión de San Cernin, data del año 1611; desde esa fecha, con la pequeña interrupción de los años de la República, ha celebrado Pamplona con toda solemnidad la fiesta de su Patrono.

            La procesión ha seguido siempre el mismo trayecto, como puede verse en las actas municipales. En el libro que se conserva en el Archivo Municipal titulado “Formulario de los Actos y Funciones que acostumbra celebrar esta M. N. y M. L. Ciudad de Pamplona Cabeza del Reino de Navarra” se dispone que “saliendo la procesión por las puertas principales (de la catedral) vaya siguiendo por la calle de Navarrería, Santa Cecilia, Cruz y calle de Mercaderes, Plaza de la Fruta, Bolserías, Portalapea hasta la parroquia del Santo; y entrando en ella, por la puerta principal, salga por la del coro sin dar más tiempo que el necesario para incorporar el Santo en dicha procesión; estando formada ésta se prosigue por la calle Mayor al Campo de la Taconera, y de allí a la calle de San Antón, Zapatería, Salinería, Cabecera de la Plaza de la Fruta, bocacalle del Chapitel, Casa de Caparroso, Plaza de la Fruta, Bolserías, Portalapea hasta San Cernin, donde termina”.

            Seguía y sigue después la misa solemne durante la que el Excelentísimo Ayuntamiento ocupa dentro del januado los bancos del lado de la Epístola.

            Este año disfrutaremos de la vieja novedad de ver cómo una vistosa comparsa de danzaris precede a nuestros ediles en su triunfal carrera por las rúas Pamplonesas.


Los danzaris del Ayuntamiento participan por primera vez en la procesión de San Saturnino en el año 1949. (Foto de http://www.dantzan.com/hemeroteka/60-anos-de-dantzaris-en-pamplona)

            Mi felicitación más entusiasta a los dignos concejales que tal acuerdo han tomado y llevado a la práctica.

Tiburcio de Okabío

(IRUÑERIAS, Diario de Navarra, 27 de Noviembre de 1949)

Como curiosidad quiero anotar que detrás de la fundación del grupo de danzas del Ayuntamiento estaba como no podía ser de otra manera Ignacio Baleztena, el perejil de todas las salsas. Quiero felicitar a todos los pamplonicas, pamploneses o irunshemes en el día de nuestro santo patrón. Una felicitación especial a la Cofradía Musical San Saturnino que esperamos que este año de nuevo interpretaran una bonita estampa al santo en el recorrido de la procesión. Y a ti fiel seguidor de este blog espero verte disfrutando de este evento.

Seguro que el "aitacho" organiza unas buenas mecetas en el cielo con cohetes y celebraciones mano a mano con San Saturnino, disfrutando especialmente de ver la última salida de los Gigantes en este año que celebran su 150 aniversario. Con esta ocasión a partir del 30 quiero aprovechar el blog para ofrecerles a estos "simpáticos monigotes" el cariñoso homenaje que Ignacio Baleztena hubiera querido darles recordando cosas curiosas y bonitas que él escribió de ellos en vida y anécdotas al respecto. No te lo pierdas, pero de momento paciencia porque así me despido hasta el 30 si Dios quiere.

Mientras tanto puedes aportar lo que quieras en los comentarios a pie de página o a través del mail premindeiruna@gmail.com

viernes, 26 de noviembre de 2010

"De apellidos euskaros". Semanario "Joshe Miguel" (2-11-1913)

Querido lector, ayer te escribí que hoy publicaría otro artículo del primer número del semanario "Joshe Miguel" fundado por el "aitacho". Pues bien antes de leerlo tengo que ponerte en antecedentes. Para entenderlo hay que explicar que Ignacio fue uno de los principales promotores de la cultura y folklore vasco tanto a nivel individual como desde las instituciones (como se verá conforme avance su biografía). Por eso se puede entender esta irónica crítica a las tesis sabinianas y a la idea de la raza vasca y al nacionalismo antiespañol, con socarronería, sin ofender pero sin desperdiciar la ocasión -el nunca escribió con odio ni amargura porque su principal arma era el humor-. Por otro lado era un gran heraldista, bien conocedor de los apellidos, escudos y linajes navarros. Por eso se utiliza este tema tan "aséptico" para publicar lo que vas a poder leer a continuación. Pero aun se entenderá mejor al final, cuando dé una explicación sobre el artículo de marras, el cual te dejo leer sin más dilación.


JOSHE MIGUEL (2)


DE APELLIDOS EUSKAROS

            Pues señor, dice un antiguo refrán español que cuando el diablo no tiene qué hacer con el rabo coge moscas. No se crean ustedes que al traer a colación este dicho …… sino de unos gazapos que sin ser demonio, ni mucho menos, cazo con liga a falta de cola o rabo, el que esto escribe; en uno de los muchos ratos que se encuentra sin saber qué hacer.

            Ello es caros lectores, que atacado por no sé qué entusiasmos euskéricos, me proponía hacer un estudio sobre la historia y antigüedad de algunos apellidos navarros y vascos, y me disponía para ello a embucharme en el coleto los 12 tomos del Padre Moret, darme una zampada de pergaminos en el Archivo y de empollarme cuantas memorias han dejado escritas Jaurgain, Campión, Arigita, Amador, etcétera…; pero gracias a un complaciente amigo, pude ver lo que deseaba sin fatigar demasiado mi apreciable cerebro (para mí al menos). ¿Buscas apellidos vascos? Me dijo. Pues ningún sitio mejor para hallarlos rancios e inmaculadamente euskaros que el batzoqui, donde según dicen, sus socios son todos descendientes en línea recta del apreciable Aitor, sin que allá entre uno que no tenga 24 apellidos vascos, ni aún para limpiar los “Watter clossed”.

            Armado de paciencia, lápiz y cuartillas, después de sacar las fes de bautismo de una colección de abuelos para hacer constar mi abolengo euzkadiano, me presenté en el santa santorum de los sabinistas o jelquides, y después de decir ¡Gora!, o sea ¡Alza pilili!, subí las escaleras, esperando encontrarme reunidos una colección de euskaldunas

                                   De largas cabelleras,
                                   vistiendo los despojos de las fieras,
                                   mostrando rostros por el sol curtidos,
                                   sin ceñir peto ni espaldar ni greva.

Pero, quiá; allí no había más que cuatro acicalados polletes que por hacerse los vascos, bebían haciendo mil monadas, sidra ¡del Gaitero, de Asturias!, sin caer en cuenta que es más navarro el vino de Peralta, de Corella y el chacolí de Ezcaba.

Ansia no más de empinar los lleven, como dijo el poeta (?)

El conserje, que si bien, no es precisamente de Zugarramurdi, es maragato de pura cepa, como Garcilaso, me facilitó la lista de los socios y me engolfé por unos momentos en la lectura de los patronímicos escogidos del pueblo vascón; la esencia de la antigua raza de los Aristas, Abarcas y Gasteacilla.

Véase el fruto de mis desvelos.

Monzón.- Apellido de la suegra de Aitor. Hoy con este nombre conocemos una villa de Palencia, distrito de Astudillo y una ciudad de Huesca, distrito de [Barbastro] ….. conforme se va a Urdax a la derecha. Conocemos por estas tierras el tal apellido, desde que se estableció un médico aragonés en Milagro, para ejercer su sagrado ministerio. (Véase biografía de los Monzón, por Lizasoain médico de Aoiz).

Cunchillos.- Lugar con ayuntamiento de la provincia vasca de Zaragoza.
Allá, cuando tuvo lugar por 1512, el inicuo despojo del Reino de Navarra por las tropas del Duque de Alba, se trajo el tal Duque por secretario un pollo muy cinchau que llevaba este euskérico apellido. El P. Lerchundi lo escribe Kuntxilos que es más bonito y hace el pie más pequeño.

Campioni.- Originario de Italia, o sea, la rochapea de Euzkadi. Estableciose en tiempos de Napoleón un general o jefe militar de este apellido, allá por Bayona. Resulta más aceptable haciendo y griega la i final y poniendo detrás jaimebon, v. g. Campión y Jaimebón. Véase historia de los Caballeros de la Tabla Redonda o del Rey Arturo, Campión de Euskalerría.

Amichis.- Macarroni como el anterior. Vascos ilustres de este apellido.- Edmundo de Amichis, escritor según el P. Guevaram S. J. de malas ideas, libre.

Rodríguez.- Un señor conocido en esta capital por las latas que en unión de D. Tomás de Ascárate y Pardo, Capellán de la Excma. Diputación de Navarra, dio a los lectores de El Pensamiento, empeñado en vasquizar los apellidos terminados en ez e iz. La viva oposición que encontró y las barbaridades que tuvo que oir por su atrevimiento, hace que pongamos en entredicho este apellido, aunque lleve detrás el de Juguera.
Pérez, López, Ruiz, hay varios por el estilo, su vasquismo… pa el gato.

González née Gonzalón.- Decía el Fuero Navarro que adquirían carta de naturaleza y de hidalguía los extranjeros que con caballo y armas se establecían en Navarra. No dudamos que en esta forma se estableció en Pamplona un gallego de todos conocido, cuyos vástagos figuran en las listas del Batzoqui.

Casa-villa.- Nombre que según d’Aranatz y Urquijo, eminentes vascófilos, se compone de la palabra vasca casa, en castellano echea o etxea y villa, en castellano (erdera) urta o iría.

Este artículo lo firmaba "Napartarra". Precisamente el principal adversario del semanario Joshe Miguel era una publicación llamada Napartarra. Leyendo este y otros artículos firmados por "Napartarra" en Joshe Miguel me atrevería a asegurar que tras ese alias no hay un solo autor. Este artículo refleja el estilo del aitacho, pero otros posteriores no. También en este semanario el que firma columnas como "Esculapio" tiene el estilo de Ignacio Baleztena.

El apunte final que te he indicado al principio de la entrada y que aporta aun más luces sobre este artículo es que estos eran precisamente los apellidos de los más conocidos miembros del Partido Nacionalista Vasco en Navarra por aquellos tiempos, de algunos de los cuales era amigo personal, lo cual no le impedía tildarlos de "unos importanciosos". Seguro que pese a todo no pudieron menos que sonreir ante esta ingeniosa y divertida crítica, como espero que te hayas reido tu independientemente de tu ideología.

Y aprovecho para anunciarte que con motivo de la festividad de San Saturnino, patrón de Pamplona, mañana si Dios quiere introduciré una entrada especial en la que "Premín de Iruña" te acercará a la historia de nuestra vieja Iruña y la celebración de esta importante fiesta. Pero para eso tendrás que esperar pacientemente.

Ya sabes que cualquier aportación que puedas hacer será bien recibida al final de esta página o enviándomela a premindeiruna@gmail.com.

jueves, 25 de noviembre de 2010

"Mi saludo". Semanario Joshe Miguel (2-11-1913)

Querido lector. Ayer explicaba cuales fueron las inquietudes que le llevaron al "aitacho" a fundar el semanario "Joshe Miguel". Hoy y mañana paso a transcribir los artículos escritos por él en su primer número. El que vas a leer a continuación me parece muy interesante por dos cosas. Una menor que es el seudónimo que utiliza (generalmente nunca firmaba con su nombre), que en este caso es "Tiberio". Es el primero que yo conzoca de los que llego a utilizar. Es decir "Tiberio" es el mismo que "Premín de Iruña", que "Tiburcio de Okabío" y en definitiva que Ignacio Baleztena. La otra cosa es cómo el presente escrito aborda una faceta más desconocida de Ignacio Baleztena: su gran preocupación por el tema social, procedente de sus convicciones carlistas, que incluyen la propuesta de aplicar la doctrina social de la Iglesia frente a los excesos del liberalismo. Además el tono más serio del artículo respecto a lo que suele ser habitual en él señala la importancia que le da a este tema, con el que inaugura "Joshe Miguel".
Al final de esta entrada haré una reflexión al respecto, pero primero te animo a que leas el artículo a ver qué te parece.


JOSHE MIGUEL


MI SALUDO

            Aquí estoy, en tu presencia, lector benévolo o malévolo, pues no sé por qué una literatura cursi se empeña en calumniarte poniéndote siempre el calificativo, aparezco hoy inesperadamente ni tímido ni arrogante, satisfecho y ufano de vivir.

            Al atravesar con cierta zozobra las calles de nuestra ciudad me alargas tu mano, que me apresuro a estrechar, esperando que nuestra amistad no ha de menguar, sino que cada domingo buscarás con creciente afán mi conversación que carecerá de otros méritos, pero tendrá el atractivo insuperable de la dura y acertada sinceridad del alma Navarra.

            No me preguntes con tu nervioso e insistente mirar inquisitorial, a qué vengo, porque no sabré darte una respuesta concreta, aunque me sobran las frases hechas y rebuscadas para salir de este trance apurado.

            Habrás leído muchas frases en el frontispicio de los periódicos para justificar su aparición. Muchos pomposamente declaran que vienen a llenar el consabido vacío, que por ninguna parte se descubre; otros, románticos, enamorados, vienen con cara descubierta y animada, a luchar en defensa de altos ideales que acarician sus almas; otros, curvilínicos, torbos, con el pretexto de la política, cuyo himno ferviente entonan, o al resguardo de mentida independencia intentan solapadamente fabricar una a una, con paciencia, las gacetillas que son plumas, con las que se formen las alas que elevan a sus ídolos ocultos a las alturas de la notoriedad y los cargos populares; otros, los más cándidos, aspiran a hacer un negocio pecuniario. ¿No conoces alguno de estos periódicos?

            Pues bien, JOSHE MIGUEL, puede noblemente decirte que no intenta de seguro, ninguno de estos fines: ni industrial, ni político, ni servir de lacayo a ignorados señores.

            JOSHE MIGUEL, vivía tranquilo, cultivando sus campos, en la sosegada soledad de su pueblo, feliz, contemplando la risueña majestad de las altivas e inconmovibles montañas navarras cantando melancólicamente …… escuchando distraído …… mucho a Pamplona …… conocía muy buenos amigos, cada día más escasos pues nunca dejas de visitarle en tres fechas memorables: para ver la procesión de Viernes Santo, las fiestas de San Fermín y las ferias de San Fermín Chiqui.

            Pero, en la vida de Pamplona se observan muchos rasgos extraños que transforman su fisonomía sugestiva, de nobleza, de sensatez, de amante de sus cosas y costumbres, compatibles con todo legítimo progresar. No es éste, precisamente, pesimismo de sesentón. A todos los rincones de la provincia, lleva el viento, que protesta gimiendo, ecos de la degeneración de Pamplona; estadísticas alarmantes de una juventud marchita, amasadas por la imbecilidad de los padres, el mutismo de los de arriba, y la complicidad y apatía de todos; creciente osadía en las diversiones y espectáculos públicos, demoledores vicios sociales bajo la noble capa del sport; ayuntamientos que juegan a concejales manejados a su capricho por un alcalde inquieto y descifrable, que se entretiene jugando con la voluntad de Pamplona, hombres dignos, que envueltos en su egoísmo, se ocultan en sus casas abandonando, muchas veces, los cargos públicos a medianías que suben penosas, asuntos vitales que se gestionan a espaldas de la Ciudad, sin que una crítica severa descubra sus misterios, aumentando la confusión; sociedades que chuparon sus pesetas a multitud de obreros, cuyas esperanzas defraudaron, y de las que nadie ha dicho en público de lo que a todas horas se susurraba a los oídos; prensa que pone sordina a sus declamaciones ante peligros morales y sociales, pequeños, si queréis, pero que no pasan impunemente sin dejar alguna huella en el alma Navarra, familiarizándola, por lo menos, con ellos y disponiéndola a otros mayores; campañas, otras veces, que amparadas bajo el nombre santo de la justicia, estaban inspiradas en el más ruin egoísmo, sombras casi siempre injustificadas sobre la administración provincial, manipulaciones ocultas de hombres traviesos; grande rebajamiento moral hasta no tener la libertad de desgarrar nuestros convencionalismos; conatos de caciquismo que sacude como denigrante, Navarra; que muchas veces nos lleva insensiblemente a hablar del insilamiento de Ferrer. Estos y otros muchos rumores, turbaron la paz de mi casa y se amontonaron diariamente sobre mi espíritu, que al fin se atolondra con su barahunda.

            JOSHE MIGUEL siente explotar en su pecho la indignación mucho tiempo contenida ante el desmoronamiento sordo del alma pamplonesa y, tomando el palo grande de fresno, abandona su pueblo y sigue el camino de Pamplona, crispados sus nervios, pisando con fiera fuerza los cascajos y soñando con sus ojos fijos en el cielo azul, hacer algo práctico, eficaz.

            Por eso he venido, y por eso vendré al mercado todos los sábados para aquilatar la certeza de esos rumores y escuchar las quejas de otros amigos de los pueblos y enterar a Navarra, no de esa verdad que fabrica la prensa para el público, sino la verdad tal cual se lee en la vida real que se esconde bajo los convencionalismos.

            Esto me propongo; por eso te dije que nada podía responderte en concreto. Me propongo seguir las huellas gloriosas de aquel acometedor semanario El Cozcor, entre otros, que tan buen sabor de boca nos dejaron, y que en tantas ocasiones hemos notado su falta.

            Cierto que JOSHE MIGUEL tendrá algunas veces un lenguaje tosco, rudo, efecto parte, de la indignación ante tanta mentira con que se adorna la iniquidad, parte de la ignorancia, que no ha pulimentado sus palabras, parte de su temperamento brusco, eternamente joven e impulsivo, propio del alma Navarra; pero nunca de su mala voluntad, de su afán de molestar zahiriendo, pues jamás será capaz de insultar las personas, a las que siempre respetará, discutiendo únicamente sus actos públicos, dejando a salvo, desde el primer momento, su recta, aunque equivocada, intención.

            ¿Te agradan estos legítimos deseos de sanear el ambiente moral y social? Lo conoceré, si me alejas con desdén de tus manos, apenas lo ojees, o si doblándome me guardas con cariño en la bolsa de tu blusa o americana.

            En el primer caso volveré, resignado, por haber cumplido mi deber, triste y mudo, a mi casa, a cantar en su paz, con canturrias más mustias y calladas, la desaparición de nuestro Pamplona; en el segundo caso, tu amistad fortalecerá mis deseos de lucha, y no faltaré ningún domingo a conversar contigo del engrandecimiento de nuestra ciudad.

            Y desde hoy, te brindo con lo que más aprecio, mi amistad y sinceridad.

            Este es mi primer saludo                                                                     TIBERIO


Mi reflexión final al texto es una pregunta que no se si te la habrás hecho tu también: ¿Lo estaba escribiendo para la sociedad del 1913 o para la actual?. Espero que te haya gustado, pero todavía quedan más sorpresas en el siguiente artículo "sobre apellidos euskaros" que reproduciré mañana si Dios quiere. Hasta entonces espero que te quede el regustillo del actual y las ganas de leer el de mañana.

Ya sabes que para comentarlo puedes hacerlo al pie de esta página (en comentarios) o escribiéndome a premindeiruna@gmail.com

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Fundación del Semanario "Joshe Miguel" por Ignacio Baleztena

Querido lector, antes de comenzar quiero advertirte que gracias a la aportación de una querida sobrina actualizo la foto de Carlos VII dedicada y el comentario al pie de la misma. Lo cierto es que este blog puede enriquecerse gracias a las aportaciones que tú, paciente seguidor del mismo, puedas realizar.

Metiéndome ya en materia, como ayer adelanté el “aitacho” encontró  la fórmula ideal para compaginar sus inquietudes políticas y su afición literaria, defendiendo sus principios relacionados con el ideal carlista mediante artículos políticos que ven la luz a través de cola­boraciones periodísticas.

Ya de sus años de estudiante en Salamanca procede su afi­ción a fundar y dirigir publicaciones. Es entonces cuando creó "El Bólido", periódico estudiantil.

De regreso a Pam­plona, sus artículos políticos ven la luz a través de cola­boraciones periodísticas que se inician en 1908 cuando fundó y dirigió "El Requeté de Pamplona". Siguieron otras publi­caciones como "Joshe Miguel" el 2 de Noviembre de 1913, subtitulado "Ór­gano de la sinceridad" y del que me propuse hablar en la entrada anterior.

Para entender la ideología que impregna “Joshe Miguel” debemos conocer antes qué pensaba Ignacio sobre la cultura vasca.

Ignacio Baleztena era navarro hasta la médula y profundamente vasco. Le encantaba todo lo relacionado con el folklore y la cultura de su tierra. Ésto precisamente le hacía discrepar de las ideas de Sabino Arana. No compartía en absolutos sus tesis sobre la raza y la lengua.

Ignacio pensaba que su amor a la cultura vasca procedía de la Tradición que le habían transmitido su familia y las generaciones anteriores. Nada tenía que ver la raza en este asunto. La cultura, sea cual sea, se vertebra a través de la Tradición, tal y como la entendía Vázquez Mella: "La Tradición es el progreso hereditario". Cada generación recibe de sus antepasados unos valores haciéndolos progresar y enriqueciéndolos y a su vez los transmite a la siguiente a través de la cultura.

Ignacio sabía que nada tenía que ver esto con sus apellidos vascos, ni con su fisionomía y rasgos. Su amor al vascuence no era la causa de su identidad vasca, sino la consecuencia.

Y en su caso esta Tradición estaba íntimamente ligada al Carlismo. Había aprendido a cantar el Oriamendi en vascuence:

Gora, Jainko maite maitea
zagun denon jabe.
Gora España ta Euskalerria
ta bidezko Erregue.
Maite degu Euskalerria,
maite bere Fuero zarrak;
asmo ontarra jarriz daude
beti karlista indarrak.
¡Gora Jaingoiko illezkor!
¡Gora euskalduna
auto ondo Españia-ko
erregue bear duna!

            “Arriba, Dios amado, Señor de todos. Arriba España y Euskalerría y el Rey de las dos. Amamos Euskalerría, amamos sus Fueros viejos; ése es nuestro pensamiento fijo en los carlistas. ¡Arriba Dios inmortal! ¡Arriba los euskaldunas y el Rey que para España necesitamos!”.


Sinceramente veía sumamente peligrosas las tesis de Sabino Arana para la propia cultura vasca. No entendía por qué había que inventar un nuevo “Euskadi” basado en criterios excluyentes. Tampoco entendía por qué había que elegir entre ser vasco o español. ¿Qué incompatibilidad había?. ¿Por qué tenía que renunciar a una de estas dos identidades?. ¿Qué necesidad de buscar problemas?. El nacionalismo era visto por Ignacio como destructivo y pernicioso para lo que precisamente decía defender. Ante esta situación decidió combatirlo con su propia cultura, la vasca. Confrontaría la “Euskalerría” española frente al “Euskadi” antiespañol. Integraría en vez de separar.

Para esto funda "Joshe Miguel" cuyo primer número salía a la calle el 2 de noviembre de 1913, subtitulado "Or­gano de la sinceridad", cuya ideología era claramente “antieuzkadiana” (no confundir con antivasca) y en donde se plasma una clara muestra de su crítica política, siendo su principal adversario el periódico "Napartarra".

Primer número del semanario "Joshe Miguel" fundado por Ignacio Baleztena

“Joshe Miguel” toma su nombre de un aldeano que, armado con su vara de fresno, viene a Pamplona dispuesto a todo ante el "desmoronamiento sordo del alma pamplonesa".

En los próximos días colgaré los artículos del primer número del semanario “Joshe Miguel”. Pero esto comenzará mañana si Dios quiere.

Como siempre espero vuestros comentarios a pie de esta página o a través de correo electrónico en premindeiruna@gmail.com

martes, 23 de noviembre de 2010

Ignacio Baleztena presidente de las Juventudes Jaimistas en 1911

Querido lector, habíamos visto como en 1908 el aitacho se mete de lleno en política a la vista del transcurrir de los acontecimientos sociopolíticos en Navarra y España
Fotografía de D. Carlos VII y Dña. Berta dedicada a Mª Ysabel Baleztena, hermana de Ignacio



En 1909 fallece Carlos VII, el rey carlista que arrastró tras de si a las masas mediante un carisma que trascendía la fidelidad dinástica y le sucede su hijo Jaime III. Desde entonces a los carlistas comienza a llamárseles jaimistas. 
Fotografía de D. Jaime dedicada también a Mª Ysabel Baleztena en 1908, un año antes de suceder a su padre Carlos VII

En estas circunstancias, tras el triunfo por mayoría absoluta de la Alianza Católica Antiliberal en Navarra en 1910, Ignacio Baleztena es nombrado en 1911 Presidente de las Juventudes Jaimistas, a la edad de 24 años.


Foto de la Junta Directiva de la Juventud Jaimista. En el centro se encuentra el capellán y sentado a su derecha el presidente Ignacio Baleztena
Y como no podía ser de otra manera en su persona no puede resistir la tentación de darle un aire alegre al Círculo Carlista, organizando en el mismo zarzuelas, bailes, conferen­cias y curriños (guiñoles).

Tampoco quiere dejar de desplegar su creatividad literaria y periodística. Así inventa  la fórmula ideal para compaginar sus inquietudes políticas defendiendo los principios jaimistas de “Dios Patria y Rey” con su afición a las letras. Sus artículos políticos ven la luz a través de cola­boraciones periodísticas. Tras la reunión de Zumárraga de 1908 Ignacio Baleztena había vuelto con renovadas energías con las que ese mismo año fundó y dirigió "El Requeté de Pamplona". Siguieron otras publi­caciones como "Joshe Miguel" en 1913 subtitulado "Or­gano de la sinceridad", cuya ideología era claramente…

Pero esto ya se está alargando demasiado y mañana si Dios quiere veremos con qué fines funda el semanario “Joshe Miguel” un 2 de Noviembre de 1913.


Foto de Jaime III dedicada a la familia Baleztena
Ya sabes que espero tus aportaciones, ya sea introduciéndolos directamente bajo este texto o bien enviándomelos a premindeiruna@gmail.com

lunes, 22 de noviembre de 2010

El Oriamendi. Letra de Ignacio Baleztena

Querido lector, como veíamos en anterior entrada el aitacho participó en un acto carlista en Zumárraga en 1908, y allí puso letra al Oriamendi. Pues esta es la letra que salió de aquel acto:

LETRA DEL ORIAMENDI POR IGNACIO BALEZTENA
(Arreglos de Silvano Cervantes)

Por Dios, por la patria y el Rey
Carlistas con banderas.
Por Dios, por la patria y el Rey
¡Carlistas aurrerá! .
Lucharemos todos juntos
Todos juntos en unión
Defendiendo la bandera
De la Santa Tradición.
(bis)
Cueste lo que cueste
Se ha de conseguir
Que venga el rey D. Carlos
A la corte de Madrid.
(bis)
Por Dios, por la patria y el Rey
Lucharon nuestros padres.
Por Dios, por la patria y el Rey
Lucharemos nosotros también.

Partitura del Oriamendi. Letra de Ignacio Baleztena. Arreglos de Silvano Cervantes.

Posteriormente la estrofa “Que venga el rey D. Carlos…” fue siendo sustituida según los cambios de circunstancias. Así en 1909 paso a cantarse “Que venga el Rey D. Jaime”, en 1931 “Que venga Alfonso Carlos” y finalmente en 1936 “Que venga el Rey de España”.

Durante la guerra Franco intentó sustituirlo por “Que las boinas rojas entren en Madrid” para evitar la referencia a la reinstauración de la Monarquía Tradicional, pero los carlistas no le hicieron demasiado caso.
También con el tiempo se fue perdiendo la primera estrofa (la de “carlistas con banderas… carlistas aurrerá”), empezando como acababa, que es como se canta actualmente.

Por Dios, por la patria y el Rey
Lucharon nuestros padres.
Por Dios, por la patria y el Rey
Lucharemos nosotros también…

Este proceso es muy explicativo de cómo la tradición lejos de ser inmovilista se adapta al transcurrir de los tiempos, aprovechando las muchas cosas buenas que nos dejaron nuestros antepasados y mejorándolas o acondicionándolas sin que pierdan su esencia. No importa si es en vascuence, en castellano, carlistas con banderas o el nombre del Rey. Importa lo que significa, y esto es lo que permanece inalterable.
Hasta la próxima canción del aitacho si Dios quiere, mientras tanto retomo su biografía.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Historia del Oriamendi

Querido lector, en la última entrada veíamos cómo el “aitacho” en 1908, en un acto político carlista en Zumárraga, propone una letra para el Oriamendi, pero ¿Qué es el Oriamendi?. ¿Cómo apareció?. Quién mejor para contárnoslo que la tía Lola, Dolores Baleztena, hermana de Ignacio. Éste testimonio puede leerse en el "Cancionero popular carlista" piblicado en 1957, en el que narra la batalla de Oriamendi[1]  y por ende la del himno carlista por autonomasia:

Cancionero popular carlista, escrito por la tía Lola, Dolores Baleztena, hermana de Ignacio

            “Coronándose con la boina roja, corren los voluntarios a luchar bajo la bandera que ostenta el gran lema “Dios, Patria, Rey”.

            Al verlos pasar, pertrechados de más valor y entusiasmo que de armas y municiones, les cantan las gentes, entre compasivas y burlonas:

Carlista, ¿a dónde vas
con la chapela gorria?
Carlista, ten cuidau,
que te van a matar.

            A lo que ellos responden, confiados y altivos:

Gora Cabrerá
eta Zumalacarreguí.
¡Carlistak! ¡Aurrerá!
¡con la bayonetá!

            Y aurrerá, ¡adelante!, con la bayoneta calada, se encaminan hacia el Oriamendi, montaña de Guipúzcoa que tan vinculada había de quedar a la historia. En ella han sentados sus reales lo más granado del ejército cristino, más la legión inglesa mandada por Lacy Evans.

            Pero suben por sus laderas batallones de diversas regiones españolas, capitaneados por el infante don Sebastián, hijo de la intrépida Princesa de Beira, bien dispuestos a ganar la batalla que juzgaban los del gobierno, decisiva para aniquilar a los “facciosos”.

            Los guipuzcoanos se crecen ante la expectación de nacionales y extranjeros, y, queriéndose lucir y ganar en su propio terreno, arremeten con tal brío que ponen en derrota al enemigo.

            Yacen por tierra rubicundos ingleses, por entre los helechales se ven huir sus casacas coloradas. Abandonado queda importante botín de municiones, armamentos, uniformes y hasta instrumentos y papeles de música…

            ¡Vaya con la pretensión de los cristinos! ¡Pues no tenían ya compuesto un himno para celebrar la victoria y entrar en Hernáni interpretándolo!

            Hay que ser noble y respetar al vencido, pues ésa es la mayor gloria del vencedor. ¿Hubieran querido los guiris que se oyera en aquella ocasión un himno triunfal? Pues bien. Que se esparzan sus notas por el valle, llenando de alegría los corazones.

            Pero, ¿y la letra? Poca importancia tiene ello para el versolari vasco. Al calor del entusiasmo, brota la inspiración. Y con aire marcial, ennegrecidos por el humo del combate, aureolados por la gloria del triunfo, desfilan los carlistas por las calles de Hernáni en medio del delirio de la muchedumbre.

            (Transcribimos la letra en vascuence del Oriamendi, la primera que se adaptó a la fracasada marcha de los cristinos)

Gora, Jainko maite maitea
zagun denon jabe.
Gora España ta Euskalerria
ta bidezko Erregue.
Maite degu Euskalerria,
maite bere Fuero zarrak;
asmo ontarra jarriz daude
beti karlista indarrak.
¡Gora Jaingoiko illezkor!
¡Gora euskalduna
auto ondo Españia-ko
erregue bear duna!

            “Arriba, Dios amado, Señor de todos. Arriba España y Euskalerría y el Rey de las dos. Amamos Euskalerría, amamos sus Fueros viejos; ése es nuestro pensamiento fijo en los carlistas. ¡Arriba Dios inmortal! ¡Arriba los euskaldunas y el Rey que para España necesitamos!”.

Dolores Baleztena”

Batalla de Oriamendi. Cuadro de Ferrer Dalmau.
Efectivamente esta es la historia del Oriamendi donde los carlistas vencieron a los cristinos (liberales) en el monte que lleva dicho nombre. Y esta es la letra que aprendió desde niño Ignacio Baleztena, en vascuence, ese idioma que tanto amaba y que tanto hizo por que se conservara. Pues bien, a esta música es a la que en 1908 puso una nueva letra el aitacho, cosa que te contaré en la próxima entrada si Dios quiere.


[1] El Oriamendi es un monte situado en las inmediaciones de San Sebastián, en el que en 1837, durante la Primera Guerra Carlista el ejército carlista derrotó al cristino (liberal)  en la batalla que lleva el nombre de este lugar.