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lunes, 18 de septiembre de 2023

El Privilegio de la Unión según Ignacio Baleztena. Introducción

 

Querido lector, hace pocos días los irunshemes vivimos un intenso fin de semana de celebración del 600 aniversario del Privilegio de la Unión. El 8 de Septiembre, festividad de la Natividad de Nuestra Señora, es un día grande para nuestra ciudad porque conmemoramos el fin de las guerras entre los cuatro burgos que formaban Pamplona (La ciudad de la Navarrería, El burgo de San Miguel, La Población de San Nicolás y el burgo de San Cernín), que finalmente quedaron en tres porque San Miguel pronto se unió a la Navarrería. Tras años de guerra el gran rey de Navarra, Carlos III el Noble, decidió cortar el problema de raíz el 8 de septiembre de 1423 otorgando el Privilegio de la Unión mediante el cual se unen las tres jurisdicciones en un único ayuntamiento, con un único escudo y unas únicas rentas.

En este pequeño vídeo puedes ver cómo fue el origen y significado del escudo de Pamplona. Uno de los intereses menos citados de este documento es que Carlos III el Noble nos reporta que ya en 1423 las armas de Navarra, es decir el escudo, ya estaba compuesto de cadenas que su nieto Carlos Príncipe de Viana en torno a 1454 explica que hacen referencia a la batalla de Las Navas de Tolosa (1212).




Pero volvamos a la historia del Privilegio de la Unión, que nos la explica “inmejorablemente” el aitacho. Siguiendo su estilo peculiar, siendo posiblemente uno de los mejores conocedores de aquellos hechos por su labor investigadora aporta datos serios e históricos de forma divulgativa, pero pronto su imaginativo cacumen que de todo tenía que hacer chanza, pasa a narrar la más pintoresca historia que jamás se haya escrito sobre estos acontecimientos, y que publicó en dos iruñerías que transcribo a continuación:

 

“EL PRIVILEGIO DE LA UNION - I

 

Se acerca a pasos agigantados (el tiempo tiene la mala costumbre de caminar siempre de esa manera) la gloriosa fecha para Pamplona, del 8 de septiembre. En dicho día, y año de 1423, el buen Rey de feliz memoria don Carlos III el Noble otorgó a su ciudad de Pamplona el Privilegio de la Unión, por el que desaparecen los antiguos barrios, y quedaba Pamplona unificada y sujeto a unas mismas leyes y reglamentos.

Nadie ignora, que desde los antiquísimos tiempos de Maricastaña, u aun antes de que la Coja de Cuatro Vientos volase sobre su escoba alrededor del Gallo de San Cernin[1], estaba Pamplona dividida en cuatro barrios distintos, con jurisdicción aparte, y las más de las veces, estaban en plan de enemigos irreconciliables.

            Así estaban las cosas en 1422, cuando la princesa heredera doña Blanca, hija del Rey Carlos III, hizo traer a Navarra a su hijo Carlos, Príncipe de Viana, desde Castilla donde se hallaba. Reuniéronse las Cortes para salir a recibirlo a la frontera, a la parte de Corella, y el Rey, su hija, el príncipe y toda la corte llegaron hasta Pamplona donde estuvo a pique de ocurrir una marimorena de órdago a causa de las preferencias que cada barrio reclamaba en el orden de los obsequios. Papeles de la época hacen constar que: “en los tiempos pasados había habido debates, contiendas, escándalos de que se habían seguido muchos homicidios por razón de la división de las jurisdicciones y por hacer la administración de la justicia cada uno por su lado; e posteriormente en la entrada del rey, e en la buena venida de su nieto el príncipe don Carlos, quiso acaecer en el pueblo gran escándalo, por ocasión e causa de la división; por lo que el dicho rey había deliberado reunir las tres jurisdicciones en una”. Ya para esa época el barrio de la Navarrería y el de San Miguel se habían fundido en uno.

 

            Mucho han escrito sobre estas cuestiones sesudos y graves historiadores; pero pocos, muy pocos son los que han leído y tenido en cuenta la relación manuscrita que hoy voy a dar a conocer a mis eruditos lectores.

 

            Empieza por la concienzuda descripción de los antiguos barrios que va a continuación…

Tiburcio de Okabío

(Diario de Navarra, 6/8/1953)

Y a partir de aquí el aitacho empieza a narrar su peculiar versión que espero que disfrutes en las próximas entradas si Dios quiere. Mientras tanto puedes entretenerte con este resumen de la recreación histórica de la coronación de Carlos III el Noble que organizó el Ayuntamiento de Pamplona en la Catedral el pasado 9 de septiembre.




[1] Si alguien tiene noticias de quién era “la coja de Cuatrovientos” agradeceríamos que nos lo comunicara


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