Querido lector, ayer en el curso de la celebración de la solemnidad de San Saturnino, patrón de Pamplona, los Gigantes salieron por última vez en este año que ha estado marcado por el 150 aniversario de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona.
Ayer, un año después, fue un día de disfrute pese al frío que pasamos tanto durante la procesión como en el posterior recorrido con la comparsa. Mis hijos y nietos han heredado esa pasión por los gigantes, así que no nos perdimos este acontecimiento. A continuación introduzco una foto del último recorrido de la Comparsa en su 150 aniversario.
Carmen y Javier Baleztena, biznietos de Ignacio junto a la Reina Europea, que tanto bailó su bisabuleo. |
Qué no habría organizado y "ciriquiau" el "aitacho" para tan importante conmemoración. Nos hubiera embarcado a toda la familia en mil líos de los que él acostumbraba. Y esto es seguro por el papel tan destacado que en su vida tuvieron los gigantes, uno de sus principales amores. En el salón de su casa, sobre una repisa, aparecía el retrato de Ignacio rodeado de las ocho estatuillas de los gigantes, como un padre feliz en medio del coro multicolor y exótico de sus hijos. El los bailaba todos los años. Una vez se sintió enfermo y marchó a Madrid en compañía de su esposa para que lo viera el doctor Jiménez Díaz. Ella quedó aguardando afuera, con esa incertidumbre de espera amarga que tiene la antesala de un médico. Por fin salieron enfermo y médico riéndose. El doctor lo conocía y explicó: "No tiene nada. ¿Qué le parece?, dice que ya no puede bailar al gigante, que se fatiga... ¡Con sus setenta y cinco años...!"
Los gigantes en general le apasionaban. En 1906, con motivo de las fiestas patronales de Leiza. Ignacio construyó y paseó dos gigantes y un cabezudo, y desde entonces éstos fueron compañeros casi inseparables. Para el día de la Rifa del Cuto que organizaba la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona en beneficio de las Cantinas Escolares, cuto que se exhibía por la ciudad en un carro tirado por caballerías, acompañado por los gaiteros, "Premín de Iruña" creó dos parejas de gigantillos: "Joshe Miel, el zerrikitari, y su esposa la Joshepa Antoni, ambos oriundos de Basaburúa, y Saturnino y consorte, especialista en la fabricación de zerripotongos". Muy bien caracterizados los cuatro.
Respecto a los gigantes de Pamplona, los de la Comparsa, convivía y sentía con ellos todas sus peripecias, alegrías y problemas, los bailaba, con ellos acudía a la Maternidad, organizaba carreras de gigantes, daba charlas, conferencias, investigaba sus orígenes, tanto de los locales como de lejanas tierras, su construcción, materiales, cómo y quienes los adecentaban o vestían y todo lo concerniente a estos singulares personajes, que tanto atractivo tenían para él. Ignacio fue el que les puso los nombres a muchos de los gigantes, cabezudos y kilikis de Pamplona. Era tal la ilusión que sentía por ellos, que el año de su muerte bajaron al cementerio los tres Reyes Magos a depositar en su tumba una colección de las estatuicas de los Gigantes de Pamplona.
Baltasar deposita como último regalo a su gran amigo Ignacio las figuricas de los gigantes en el panteón donde reposa. |
Tanta era su pasión por los gigantes que les dedicó un libreto que publicó en 1933, en la imprenta "La Acción Social", con el título "Los GIGANTES DE PAMPLONA. Historia de esos simpáticos monigotes que tantos ratos felices han proporcionado a Premín de Iruña, autor de este librico", concluyéndolo con unas aleluyas con dibujos que introduzco en la siguiente entrada, hoy mismo. Sirvan estos versicos como el homenaje póstumo que "Premín de Iruña" les dedica a los gigantes para felicitarles su 150 aniversario. No te olvides de leerlos que vienen a continuación. Tras este pequeño homenaje retomaremos su biografía con el follón que montó en 1912..., pero eso será mañana si Dios quiere.
Estimado Javier,
ResponderEliminarDescubro por casualidad tu blog sobre tu padre. D. Ignacio Baleztena.
Gracias por hacérnoslo descubrir. Lo seguiré con interés como y cuanto buenamente pueda.
Saludos cordiales,
Miguel
BRUSSELS
Merecería la pena hacer un a modo de vocabulario de neologismos eúskaros, en diferentes contextos, según el magín del tío Ignacio. Es tronchante.
ResponderEliminarEl blog de Ujué me ha traído aquí. Me he emocionado. No conocí a tu padre, pero mi madre, cuenca nacida y criada en Tajonar, lo citaba con frecuencia. Conducido por Silvia conocí vuestra casa de Leiza. Disfruté, y sentí algo especial.
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