Querido lector, tras este paréntesis navideño me dispongo a retomar la biografía del "aitacho" por donde la habíamos dejado, es decir en plena acividad sanferminera a principios de siglo.
Como bien sabrás Ignacio Baleztena fue el iniciador de la costumbre que tantos quebraderos de cabeza ha dado al Ayuntamiento de acompañar los mozos a la Corporación, que con maceros y timbales, banda de música, gigantes y cabezudos marchaban el día 6 de julio por la tarde al rezo de las Vísperas de San Fermín en la Parroquia de San Lorenzo, entonando el "Riau-Riau".
Frecuentemente se ha dicho que como la corporación era liberal un grupo de carlistas intentaba molestarles al acudir a vísperas, pero el “aitacho” siempre nos contó que realmente todo fue mucho más sencillo.
Como hemos visto Ignacio se reunía en el Café Kutz de la Plaza del Castillo con sus amigos, una peña de mutilzarras con los que cantaban canciones para desesperación de los jugadores de dominó (el seis doble). Con estos mismos amigos, que ni siquiera eran todos carlistas, acudió con gran alegría a ver la Marcha a Vísperas del Ayuntamiento el 6 de Julio tras la comida. Mucho público se concentró como era costumbre, con sus mejores galas para tan esperado acto. Posiblemente uno de los que acudieron con él a la marcha a vísperas fue el maestro Cervantes, amigo de Ignacio y miembro también de la peña de mutilzarras de Kutz, y que tantas veces le toco años más tarde interpretar el vals de Astráin como director de "La Pamplonesa". Es más, como ya he comentado en una entrada anterior era el que ayudaba a mi padre a "componer" sus conocidas canciones.
Pues bien, según los datos de un amable lector, la banda que se vio involucrada en el Riau Riau en 1911 fue la banda militar del Regimiento de la Constitución. Ese año o alguno posterior y anterior a 1914 al finalizar la primera estrofa del Vals de Astráin, Ignacio Baleztena, como grito espontáneo de alegría no tuvo mejor idea que finalizar la pieza gritando ¡Riau Riau!. Lejos de hacerlo con ánimo de ofender quiso rematar tan bella pieza de forma espontánea y alegre con este grito con el que se finalizaban las canciones festivas en la zona de Leiza. A algunos les hizo gracia la intervención. Otros la vieron como una gamberrada, pero para sorpresa del público en general y del propio Baleztena las siguientes estrofas fueron coreadas también con el grito "Riau Riau" por sus amigos de la peña de los mutilzarras del Kutz y cada vez por más gente, con indignación de los hombres serios y sesudos que lo veían como un despropósito y una falta de respeto.
Finalmente esta exaltación festiva y alegre, no fue bien vista por el Ayuntamiento, hasta el punto de que mi abuelo (Joaquín Baleztena, padre de Ignacio) fue llamado por el alcalde para que reprendiera la actitud "irrespetuosa" de su vástago.
Y así, sin más comenzó el "Riau Riau", un día 6 de Julio hacia las 16:30 en 1911, y el acto, como veremos se fue desarrollando, hasta que según una crónica del Diario de Navarra del 7 de Julio de 1914, ya para ese año “Cerraba la marcha la banda del regimiento de América que tocó el clásico vals, coreado por muchísimos jóvenes que daban acompañamiento y escolta al Ayuntamiento”
Página del Diario de Navarra del 7 de Julio de 1914 en la que se narra como el vals de Astráin fue coreado por muchísimos jóvenes |
Este acto posteriormente tuvo numerosas prohibiciones, multas y como es habitual en esta ciudad enseguida se formaron dos bandos: pro riaurristas y anti riaurristas. Pero todo esto lo iremos viendo en las siguientes entradas con anécdotas, anotaciones manuscritas del “aitacho”, documentos inéditos y por supuesto unas coplicas que compuso "Premín de Iruña" para tan magno evento y que fueron la primera letra del “Riau Riau”, pero para conocerla tendrás que esperar a mañana si Dios quiere. Te recuerdo que en este nuevo año estoy más animado que nunca a leer vuestros comentarios a pie de cada entrada o las sugerencias que me podáis mandar a premindeiruna@gmail.com
Que manera tan formidable de ver como a partir de la espontaneidad popular se crean tradiciones y se construyen los sanfermines. Deberíamos tomar nota en esta época en la que la fiesta parece encorsetada, hiper regulada y se ha perdido esa improvisación que nos hacía construir la fiesta entre todos, sin más pretensiones y dejando a un lado los problemas del resto del año.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Azote de iruña pero diría más. Los sanfermines espontáneos y con ese toque particular ocurrente están casi ahogados por tres causas.
ResponderEliminar- La falta de interés y empuje de la juventud aburguesada y sin más gracia que un gran botellón
- La obsesión por la seguridad y el control de la sociedad traducida en múltiples trabas burocráticas y excesivo intervencionismo del Ayuntamiento en unas fiestas populares
- La poca gracia y falta de ingenio de los que se creen que defienden unas fiestas populares y solo se dedican a convertirlas en una gran reivindicación política y también siguen un guión inalterable e inmovilista.
Difícil panorama para que surjan iniciativas como esta hoy en día. A esto se suma la globalización también en la diversión que no nos permite diferenciar si estamos en San Fermín, las fallas o los carnavales de Río.
A ver si entre todos los sanfermineros conseguimos mantener ese toque propio de nuestras queridas fiestas y transmitirlas a las futuras generaciones.
Sanferminero
Es curioso que el origen del Riau Riau sea tan sencillo como lo describes, Javier... es impresionante como el personal se hace unos circos mentales con doble salto y tirabuzón para tratar de ver causas políticas de no sé qué tipo en el Riau Riau y en mil cosas más que surgieron de la espontaneidad y naturalidad de personas como Ignacio Baleztena. Somos mucho más normales que lo que queremos aparentar... bueno, no todos, como diría mi padre, algunos son más normales que otros...
ResponderEliminarKaiku