Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

martes, 9 de septiembre de 2014

La Virgen de Nieva por Ignacio Baleztena



            Querido lector, lamento el parón que ha tenido el blog pero es que he estado con burucomiñes, tripicomiñes y todos los "komiñes" que se te ocurran, hecho unos zorros hasta que me han tenido que ingresar en el Hospital y todo, y gracias al buen hacer del Dr. Martínez Velilla, estupendo médico y sobre todo humano donde los haya, ahora ya estoy “jorobau” pero contento y de alta. Lo primero que he hecho es retomar el blog. Me hubiera encantado escribir sobre el encierro, los santiburcios, el Privilegio de la Unión y todas esas cosas que tanto gustaban al aitacho, pero salud obliga y no he podido. Así, que como los peralteses están venga celebrar con misas, procesiones, gigantes, cuetes, echafuegos y zezenzuskos las fiestas de la Virgen de Nieva, yo les deseo que pasen muy buenas mezetas y transcribo esta curiosa y poco conocida historia de Nuestra Señora de Nieva, precisamente hoy día 9 de Septiembre, el siguiente a su festividad (La Natividad de Ntra. Señora). Esto escribía mi padre al respecto en Octubre de 1954:

Iruñería sore la Virgen de Nieva escrita por Ignacio Baleztena, "Tiburcio de Okabío"


 "NUESTRA SEÑORA DE NIEVA

            En la iglesia de Santo Domingo de esta ciudad, en la segunda capilla del lado del evangelio, después del crucero, se alza un altar deliciosamente barroco, en el que se venera una bellísima imagen de María Santísima, bajo la advocación de Nuestra Señora de Nieva o de la Soterraña.

            Lo primero que llama la atención de dicho altar es la limpieza y buen gusto con que está cuidado, y el rico y artístico manto blanco bordado en oro, que cubre la sagrada imagen. Y es que los peralteses, residentes en Pamplona se han encargado de su culto y cuidado, y podemos asegurar que lo hacen tan en conciencia que merecen los plácemes de cuantos visitan la histórica iglesia y de los devotos pamploneses en general.

            El origen de la devoción a Nuestra Señora de Nieva es muy antiguo, y se debe al milagroso descubrimiento que de una imagen de María se hizo, en un subterráneo o soterraño, allá por la Edad Media, en tierras segovianas.

            La reina doña Catalina de Lancaster, esposa de Enrique III, era gran devota de esta Imagen, y llevada de su celo y amor hacia ella, dio grandes privilegios a cuantos fueran a vivir en las cercanías del monasterio fundado en el lugar de la invención. No tardó en formarse un importante poblado que hoy se conoce por el nombre de Santa María de Nieva. El cuidado del monasterio fue encomendado a los PP. Dominicos, y obra de ellos fue la magnífica iglesia y claustro que tanto llama la atención de los devotos y turistas. En una de las capillas de la iglesia estuvo depositado el cuerpo de doña Blanca de Navarra, que murió allí en 1441, a donde había ido a visitar la sagrada imagen y celebrar en su honor una solemne novena.

            Era la Virgen de Nieva muy venerada por los labradores; a ella acudían en demanda de que le librase sus sembrados de los peligros de rayos y pedregadas. Su devoción debió entrar en Navarra por mediación de los PP. Dominicos, pues en su iglesia de Pamplona se fundó en 1730 una Cofradía de Labradores, instituida por dar culto a María Santísima bajo el indicado título o advocación, en acción de gracias de haber preservado a los campos de Pamplona de los malignos efectos de las tempestades. Esta cofradía duró hasta muy entrado el siglo XIX, y hoy, su altar, como dejamos dicho arriba, corre a cargo de los peralteses residentes en Pamplona.

            La villa de Valtierra siente también gran devoción por esta imagen que comparte con la de la Esperanza el amor y veneración de sus hijos.

            El origen de este culto en Valtierra data de 1742. Dicho año, en la iglesia parroquial de la villa cayó un rayo que mató al hermano vicario don Francisco Camón y lastimó al propio párroco. Esta fue la causa de la implantación de su Cofradía, en la que hoy figuran la inmensa mayoría de sus vecinos. Es costumbre, que cuando una tormenta amenaza sobre los términos de la villa, el primer vecino que se halle en las cercanías de la iglesia saca la imagen, sin ceremonia alguna al pórtico y allá está, hasta que pasada la tormenta, torna al interior de la iglesia, acompañada entonces del clero y fieles.

            No es menos la devoción que por la Virgen de Nieva sienten los hijos de Sesma, de Falces, de Zabaldica y otros pueblos.

            La casualidad, que tanto ayuda a los a que con motivo o sin él presumimos de investigadores hizo venir a mis manos un cuadernito de cuentas de Joaquín Lacarra, vecino de Uterga, que nos habla de cómo en 1802 se implantó en ese pueblo el culto de la Virgen de Nieva.

            Creyendo que ha de ser de interés para mis lectores, copio a continuación lo relativo a este acontecimiento:

            “Porque en seis o siete años seguidos nos llevó los campos la piedra especialmente el de las viñas, determinó el Concejo traer una imagen de Nuestra Señora de la Nieva, o Soterraña, retocada a la que se venera en el Convento de los PP. Dominicos de la Villa de Santa María la Real de Nieva, distante cinco leguas de la ciudad de Segovia, y para el efecto me suplico dicho Concejo, le suplicara al hermano canónigo en la catedral de Pamplona se encargase de ello, y se encargó y dispuso la hiciera Fulano Valdivielso, escultor de fama, y vecino residente en la ciudad de Vitoria, por quince duros y la encarnación se le dio en Pamplona por 16 pesetas, la corona la hizo por cien reales fuertes Pedro Antonio Sasa, platero y vecino de la dicha ciudad de Pamplona, el vestido que es de tapicería de fondo blanco y flores hermosas costó unos 110 reales fuertes en sumas con rostriñó y vestido blanco interior y otras menudencias costó unos sesenta reales fuertes y se trajo aquí a casa en 12 de junio de 1802, y al escuorecer la llevamos a la ermita de San Salvador (es de advertir en la tarde de este día llegó un nublado que arrojó fuertemente piedra, la puse en la ventana de la sala de abajo y no se experimentó daño alguno), cuyo prodigio confirmó la esperanza de todo el pueblo tenía en dicha Santa Imagen.

            Al otro día, Domingo de la Santísima Trinidad, habiéndose juntado todo el pueblo, y mucha gente forastera en la iglesia salieron todos en procesión a la ermita. Llevó la capa mi hermano con diácono y subdiácono, y habiéndola recibido, se hizo la procesión por todo el lugar, por donde se hace el Corpus, parando en la iglesia, donde celebró misa con gran solemnidad mi hermano que viajó de Pamplona para eso; predicó gratis don Juan Miguel Mendía, beneficiado provincial de este pueblo”.

            Ocurrió además que en Valdivielso, el escultor de Vitoria, tardó bastante en cumplir su cometido y entonces el señor canónigo Lacarra encargó hacer otra a un escultor de Pamplona, y cuando éste habí9a terminado su labor llegó la otra, poniendo al diligente canónigo en el apuro de no saber con cual quedarse, y de cómo se arreglaría con el escultor desdeñado. Pero le sacaron del conflicto los vecinos de Legarda, que deseosos también de tener una imagen de la Virgen de Nieva que les librase de las continuas pedregadas que sufrían, la pidieron con gran empeño, y como quien hace el gran favor, los de Uterga cedieron la sobrante, la que se había fabricado en Pamplona, que aunque era tan artística, era en cambio más cara.

            Las llevo a Nieva las dos y la de Muruzábal, que aún no había sido tocada con la original, Bernabé Blanco, residente en Pamplona; se comprometió a cumplir su cometido por la fabulosa cantidad de ¡catorce duros! llevó las cabezas y manos en un cajón, y después de haberlas tocado con la verdadera imagen de la Soterraña, volvió a Navarra haciendo entrega de su sagrado depósito a don Fermín Ayerra, de la casa del factor y rexidor cabo de Uterga, juntamente con el certificado firmado por el P. superior del Monasterio de “habersen” llevado a cabo todos los requisitos necesarios.

            Como el buen Blanco cumplió a la perfección su encargo, en muy poco tiempo y muy barato, el lugar de Uterga le recompensó con largueza. Además trajo, y fueron repartidas muchas medallas y estampas de la verdadera imagen de Nieva o Soterraña.

            A menudo se confunde esta advocación con la de las Nieves, parecida en nombre, pero diferente en todo, en cuanto a su historia. Esta también tiene culto en varios pueblos de Navarra. Su devoción viene de la imagen que se venera en Roma.

Tiburcio de Okabío”
Diario de Navarra 24/10/1954

Altar de la Virgen de Nieva en la Parroquia de Santo Domingo de Pamplona


            ¿Ya sabías de la existencia de esta imagen en la capital del viejo reino?. Pues ahora ya tienes el plan de ir a verla y de paso echarle un recico. Y ahora sí, hago el propósito de seguir más formalmente con el blog, y fundamentalmente con la biografía del aitacho, intentando resistir la tentación de detenerme en los múltiples acontecimientos que jalonan la vida de nuestra querida y de momento foral (pese a unos y otros) Navarra. Hasta la próxima entrada si Dios quiere.

sábado, 5 de julio de 2014

El Riau Riau de hace 100 años



 Querido lector, como bien sabrás el iniciador de esa costumbre que tantos quebraderos de cabeza trae ultimamente a nuestros munícipes y a los pamplonicas fue el aitacho. Etenderás que hablo del Riau Riau.

A cualquiera que actualmente se le diga no podrá creer que hace 100 años el chupinazo ni existía (al menos como lo conocemos ahora). El día 6 de Julio empleados de Oroquieta con el alguacil de turno tiraban unos “cuetes” en la Plaza del Castillo para anunciar que era “el víspera” de San Fermín, sin más relumbre ni aspavientos, acompañados por chistularis y gaiteros y el volteo de campanas de todas las iglesias de la ciudad. Esto era solo un preludio porque cuando realmente comenzaban nuestras queridas mezetas era con las vísperas al Santo. La tarde del 6 de Julio el Ayuntamiento en corporación acudía a dichas vísperas y entonces era cuando empezaba toda la celebración.

Mi Padre Ignacio Baleztena se reunía en el Café Iruña de la Plaza del Castillo con sus amigos, una peña de “mutilzarras”, como ellos mismos se llamaban, con los que cantaban canciones para desesperación de los jugadores del seis doble, también llamado dominó. (Desde 1912 pasaron a reunirse en el recién estrenado “Café Kutz” conociéndose como “los mutilzarras del Kutz”). Entre estos amigos había carlistas y no carlistas, de todo. Con todos ellos acudió con gran alegría a ver la Marcha a Vísperas del Ayuntamiento, posiblemente según mis cálculos el 6 de Julio de 1911 año arriba año abajo, tras la comida. Este era uno de sus actos preferidos de nuestras mezetas. Mucho público se concentró, como era costumbre, con sus mejores galas para tan esperado evento. La banda que interpretaba la música era la del Regimiento de la Constitución.

Pues bien, al finalizar la primera estrofa del Vals de Astráin, Ignacio Baleztena, en tono festivo no tuvo mejor ocurrencia que gritar ¡Riau Riau!; lejos de hacerlo con ánimo de ofender quiso rematar tan bella pieza de forma espontánea y alegre con este grito con el que se finalizaban las canciones festivas en la montaña de Navarra. A algunos, les hizo gracia la intervención. Otros, la vieron como una gamberrada, pero para sorpresa del público en general y del propio Baleztena, las siguientes estrofas fueron coreadas también con el grito ¡Riau Riau! por sus amigos de la peña de los mutilzarras, y cada vez por más gente, con indignación de los hombres serios y sesudos que lo veían como un despropósito y una falta de respeto.

Así continuó creciendo el espontáneo y popular acto hasta que salto a la fama (es decir a la prensa) en 1914, hace ahora 100 añicos. Así dice la crónica del Diario de Navarra hace un siglo:

Las vísperas:



A las cuatro y cuarto la Plaza Consistorial ofrecía el singular y sugestivo aspecto propio de tal día, único y exclusivo de tal solemnidad”

Continúa narrando como encabezaban la marcha los gigantes para seguir diciendo:

“Organizada la comitiva municipal se dirigió a San Lorenzo para asistir la Corporación local a las vísperas.



Cerraba la marcha la banda del regimiento de América que tocó el clásico vals, coreado por muchísimos jóvenes que daban acompañamiento y escolta al Ayuntamiento”
 
Diario de Navarra del 7 de Julio de 1914, donde aparece la primera crónica escrita del Riau Riau iniciado por Ignacio Baleztena
Nada dice la crónica de incidentes, ni de que se obstaculizara la marcha ni de nada por el estilo. Lo que se ve es que hace 100 años la mocina de Pamplona había acogido ya de forma normal la costumbre de a las 4 el seis de Julio ir escoltando (no obstaculizando) a la Corporación, con ánimo festivo, bailando el Vals de Astráin y  coreando ¡Riau Riau!.

100 años después lamentablemente no podremos ver a la Corporación acudir a Vísperas, que es la esencia del acto, pero al menos a las 6 de la tarde podremos quitarnos la chirrinta de bailar el Riau Riau, gracias a la Peña Mutilzarra que lo convoca y con la presencia de la Pamplonesa le da todo su esplendor, mientras vamos hacia las Vísperas de San Fermín. Y precisamente el promotor de este Riau Riau desde 1997 fue mi hijo Joaquín, nieto de Ignacio Baleztena, su iniciador

Felices fiestas de San Fermín, feliz chupinazo y que disfrutéis hoy de lo que queda del Riau Riau como hace 100 años. Hasta la próxima entrada si Dios quiere en la que hablaremos... del encierro por ejemplo. 

En peno Riau Riau de los años setenta bailando con mi hijo Joaquín arrekankallu
Riau Riau de la Peña Mutilzarra, que fue una iniciativa precisamente de mi hijo Joaquín Baleztena Gurrea, nieto del iniciador del acto Ignacio Baleztena

miércoles, 2 de julio de 2014

Vende el cordero Pranzisco... y la ganancia hace cisco, por Ignacio Baleztena

Querido lector, ya estamos practicamente en las puertas de las mezetas que tanto disfrutó el aitacho, a las que tanto aportó y en las que tanto participó. Las ferias y fiestas de San Fermín. Ferias porque incluye la feria de ganado, cosa que muy poca gente conoce. Pues bien, a estas alturas de su biografía, en los años 40, publicaba Ignacio Baleztena una de sus cancioncicas llamada "Vende el cordero Pranzisco....y la ganancia hace cisco" poniéndole letra a una melodía popular de la montaña navarra, como solía hacer:

Vende el cordero Pranzisco... y la ganancia hace cisco, por Ignacio Baleztena. Publicado en 1944

Vende el cordero Pranzisco... y la ganancia hace cisco

A las Pamplonas
mucho temprano
marcha el aldeano
en su ganau.
Cincilicando
lleva en el macho
cordero lacho
para el mercau.

Como de ventas
mucho le entiende
al fin lo vende
bien regateau.
Y en la puntica
de su moquero
guarda el dinero
que s´ha ganau.

Muy bien comido
y bien royisco
marcha Pranzisco
al Euskal - Jai.
Y lo ganado
por la mañana
ahi se lo gana
uno de Ecay

Luego a la dueña
le dice:... ¡Chica!;
un pamplonica
ya me ha errobau.
Pero ella asarre,
asi responde:
- ¡A saber dónde
habrás gastau !

Partitura de Vende el cordero Pranzisco... y la ganancia hace cisco, escrita por el hijo de Silvano Cervantes
Y sin más espero que hayas disfrutau de la cancioncica y sirva para irnos preparando cara a San Fermín, de lo que también hablaremos en las próximas entradas si Dios quiere.

sábado, 21 de junio de 2014

Semana grandiosa. El Rey en las calles.

Querido lector, no quería dejar escapar los acontecimientos de esta semana en los que tanto hubiera disfrutado el aitacho, sin escribir esta reseña. Porque el pasado jueves el Rey se paseo por la calle, cerca de su querido pueblo. Fue impresionante. Miles de personas se agolpaban para verlo pasar. Calles engalanadas con flores, banderas, reposteros y sobre todo el amor y respeto de las gentes.

Como ya te habrás imaginado estoy hablando de la celebración del Corpus Christi, que se celebró como todos los años el pasado jueves. El Rey de reyes salió a las calles en muchas ciudades de España: Toledo, Sevilla... y mañana lo disfrutaremos en ciudades y pueblos de Navarra y otros lugares de España al trasladarse la festividad al domingo. Allí estaremos.

Y el aitacho, adorador del Santísimo Sacramento del Altar, naturalmente también escribió sobre esta festividad en Pamplona:



"PROCESION DEL CORPUS
Recuerdos de antaño


Al llegar el día solemne del Corpus Christi, los supervivientes decimonónicos recordamos con nostalgia aquellos valiosos tapices que adornaban las fachadas de algunas casas señoriales de Pamplona. Pocos quedaban, pero sí los suficientes para que los que hoy no tenemos ni canas que peinar, les dediquemos un sentido recuerdo.

            La casa que por más tiempo honró su fachada engalanándola en honor de la Sagrada Eucaristía, fue la de Zurbano, en la calle de la Zapatería de la Población. Pero hace muy pocos años, aquellos valiosos tapices fueron empaquetados con destino a una villa guipuzcoana.

            Todavía, cuando los viejos pamploneses acompañamos a algún forastero por las calles de la ciudad, le hacemos notar, cómo debajo de los balcones de los primeros pisos, y a todo lo largo de las fachadas, se ven unos ganchos destinados a sostener las preciosas colgaduras de antaño.

La desaparición de estas joyas se inició ya hace muchos años, como se puede ver por la interesante “Revista” que con motivo de la festividad del Corpus del año 1895 escribió en el “Eco de Navarra” el ameno escritor pamplonés D. Nicanor Espoz.

“La procesión del Corpus notable como siempre y con la solemnidad que acostumbra hacerla un pueblo tan católico como lo es Pamplona.

Yo recorrí la carrera, al igual que cuando era muchacho, a ver los tapices.

Pero ¡ay! aquellos tapices que se guardaban en los desvanes ignorando su mérito: aquellos tapices que olían a sombrío; aquellos tapices que a las seis de la mañana se bajaban a la calle a fin de quitarles el polvo a fuerza de palos, para después colgarlos cubriendo las puertas de las casas, ya no existen.

Vino el “tío sabio” y compró los primeros tapices por cuatro cuartos.

Y era natural. Aquella tela rollada no hacía más que estorbo en la guadilla.

Luego se pagaron más caros, y después se pagaron mucho, pero para entonces se habían vendido casi todos.

¡Quedan tan pocos!

Sólo en contadas casas “fuertes” pude ver algún ejemplar de esos preciosos tejidos que antes se hallaban cubriendo las entradas de “todos” los edificios de la carrera.

De manera que… ¡adiós! Tapices.”

No eran sólo los tapices lo que don Nicanor añoraba, sino como buen pamplonica, y hombre de buen apetito, empezaba a echar de menos otra buena costumbre, que nosotros también alcanzamos a conocer.

“Y no es lo malo que nos hayamos despedido de los tapices, sino que nos hemos despedido también de los almuerzos, de aquellos almuerzos con que se obsequiaba a parientes y amigos en las casas donde iban a ver la procesión clásicos compuestos de chorizo cocido espolvoreado de azúcar, y de magras cuyo aroma al freírlas se mezclaba con el incienso y hacía cosquillas en la nariz insubordinando al estómago.

Ya no hay “ley” en Navarra; la ciencia económica se ha divulgado entre todas las clases sociales y a cambio de tener unas pesetas más… adiós tapices, adiós jamón y chorizo con azúcar.

Todo pasa.

Y qué razón tenía Chateaubriand cuando dijo: “La hermosura de Basan Carmelo se borra y las flores del Líbano se marchitan; sólo tú iglesia ostentas imperecedera hermosura”.

De la mañana del “Corpus Christi” en Pamplona sólo queda la procesión, los solemnísimos cultos que hace la iglesia.

La clase de paisanos ya no hace nada; la “hermosura de aquellas costumbres se ha borrado y el hábito de convidar a los amigos se ha “marchitado”.

Y en verdad os digo, que lo que digo lo digo por ciencia propia.

Nadie me llamó para que subiese.

Martes 18 de junio de 1895”.

Si resucitase la antigua costumbre de esos almuerzos a base de chorizo cocido y azucarado, se notaría en ellos la ausencia absoluta del "sexo fuerte"; pues hoy, todo él, se puede decir que sin más excepción que los enfermos, tiene a gran gala y honor figurar en las filas del triunfal paseo de Jesús Sacramentado por las calles de su Ciudad de Pamplona.

En esto, aun los más gruñones partidarios del pasado, tienen que convenir y confesar que no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor.


Tiburcio de Okabío"

Diario de Navarra 9/6/1955

Procesión del Corpus en Pamplona

Lo cierto y verdad es que mientras algunos advenedizos se esmeran en suprimir misas, "tedeums" y cualquier símbolo que huela a religión por si se contaminan, el sabio pueblo fiel lo mira con indiferencia y erre que erre vuelve a llenar por cientos de miles, repartidos por todas las poblaciones de España, las engalanadas calles para honrar tras la Misa a Jesús Sacramentado, Rey de reyes (y de jefes de estado de cualquier tipo) de forma gozosa y popular. Naturalmente también aquí en Navarra.

Procesión del Corpus en Leiza
El Santísimo honrado también en las cumbres (Aralar). Del libro Romerías Navarras de Dolores Baleztena y M Astiz
Pues eso, feliz día del Corpus, y en la próxima entrada si Dios quiere retomo la biografía del aitacho.

miércoles, 11 de junio de 2014

La Pascua y San Miguel de Aralar

Querido lector, el pasado domingo, con la celebración de Pentecostés finaliza la Pascua, y precisamente en Navarra uno de los acontecimientos que se producen durante este tiempo es la visita del angelico, San Miguel de Aralar a quien tanta devoción tenía el aitacho, por las distintas localidades de nuestra geografía foral. En un blog de Premín de Iruña no podíamos dejar de hacer una mencióna este acontecimiento.

                                                                  Nor Jaungoikoa Bezala?. Iñor Jaungoikoa Bezala.                                                    Grabado de Miguel Ángel Astiz, del libro Romerías Navarras escrito por Dolores Baleztena


Comenzábamos la Pascua con la absurda polémica de si se recibía a San Miguel de Aralar en el Parlamento o era un visitante non grato para nuestros ilustrados y sesudos políticos, tan representantes ellos del sentir navarro, y debía quedarse en la puerta llamando.

Precisamente fue Ignacio Baleztena quien instituyó la tradición de la visita del ángel a la Diputación (pinchar aquí para ver el origen) en una época en que estos dramas tan ilustrados ni se planteaban al sentido común del pueblo. Allí estaban todos encantados recibiéndole, los liberales, conservadores, carlistas y nacionalistas. Hoy en una sociedad mucho más libre y avanzada algunos iluminados pretenden vetar, prohibir e impedir la visita del angelíco. ¡Viva la libertad!, rompiendo con las ideas y tradiciones de generaciones y generaciones de navarros, entre ellos muchos padres y abuelos de los anti angelico.

Total San Miel llegó, como siempre, y el que quiso fue a recibirle. El que no se quedó en casa y se lo perdió. Se acabó la polémica.

Aparte de historietas politiqueras de nuestros parlamentarios, que así se desviven con nuestros dineros por las auténticas necesidades actuales del pueblo, la Pascua en Pamplona se relaciona con la llegada de San Miguel, que hace una peregrinación inversa: en vez de ir nosotros a su santuario, viene él a nuestros pueblos. En Pamplona estuvieron los chistularis, los apezas, el angelico de la Meca, y cantidad de irunshemes rezándole y cantándole. Y se volvió a cumplir la tradición que mi padre Ignacio describió en una cancioncica, como él siempre solía hacer:

La canción a San Miguel de Aralar de Ignacio Baleztena

La letra de la canción a San Miguel de Aralar de Ignacio Baleztena, publicada en el libro Romerías Navarras de la tía Lola (su hermana)
Con todo esto vamos a disfrutar de algunas imágenes de nuestro San Miel, de época de cuando vivía mi padre:

Los diputados forales de todas las tendencias reciben a San Miguel con todo boato y honores cuando Ignacio Baleztena era diputado e instituyó esta costumbre en 1925

Recibimiento de San Miguel en la Taconera. El aingeru del Meca a erribirle va... (Del libro Romerías Navarras de Dolores Baleztena y José M Astiz)

San Miguel de Aralar en el entorno de Osquía (Del libro Romerías Navarras de Dolores Baleztena y M Ángel Astiz)

San Miguel de Aralar entrando en una iglesia de la Barranca (Del libro Romerías Navarras de Dolores Baleztena y M Ángel Astiz)
San Miguel de Aralar En Leiza escoltado por requetés del pueblo
Otra foto de San Miguel de Aralar por Leiza


Santuario de San Miguel de Aralar tras su incendio de 1942 (Del libro Romerías Navarras de Dolores Baleztena y M Ángel Astiz)

Placa en honor de San Miguel de Aralar en la puerta de Larrea, casa de la familia Baleztena en Leiza

Y perdón por el protagonismo pero no me he podido resistir a poner esta foto mía con San Miguel

Espero que todos los devotos de nuestro querido San Miel hayáis disfrutado de esta entrada y cogido fuerzas para seguir la biografía del aitacho en las próxias entradas si Dios quiere.

lunes, 9 de junio de 2014

Ignacio Baleztena con el Muthiko Alaiak en Bayona



Querido lector, retomamos la biografía del aitacho, que como habíamos dicho, durante estos años intensificó sus actividades culturales y folclóricas.

Era por la década de los 40 cuando con el grupo de danzas del Muthiko Alaiak acudió a una exhibición en Bayona. No es porque lo fundará él, pero lo cierto es que posiblemente era el mejor grupo de danzas de los que había en aquel momento.

Comenzó la exhibición en el Parque de los Deportes de la ciudad gala y todo transcurría normalmente hasta que le tocó el turno a los danzaris del Muthiko. Salieron a bailar como lo hacían habitualmente en estas ocasiones con las banderas de Navarra, de España y del grupo de danzas. Entonces dos individuos que hoy se autodenominarían abertzales se interpusieron y les intentaron obligar a que salieran a bailar sin la bandera española. Se organizó un pequeño rifi rafe ya que los muthikos estaban dispuestos a  sacarla como fuera pasando por encima de los dos sujetos si hacía falta. Los reventadores hablaban en español y mi padre les reprendió en su querida lengua vasca, pero como era de esperar no entendían ni “bai” en euskera, y por lo que se ve tampoco eran unos ases del francés. Como el ambiente se iba tensando, para evitar que aquello acabara a palos, muy dignamente los muthikos decidieron que si no salían con todas sus banderas ellos no participaban y con gran dignidad salieron del recinto ante el estupor de los espectadores que no entendían que pasaba.

Entonces comenzaron una karrikadantza por todo Bayona luciéndose con sus danzas haciendo las delicias de los habitantes de dicha ciudad que los felicitaron y aplaudieron profusamente en los glacis y por las calles de la misma.

Para finalizar la jornada acudieron a una recepción en el “Farnié” y delante del Monumento a los muertos por la patria durante la primera guerra mundial rezaron una oración y realizaron un baile de honor.



El grupo de danzas de Muthiko Alaiak en Bayona en los años 40

Así finalizó esa memorable jornada que tuvo su repercusión mediática al día siguiente, como puede verse en esta cuartilla que mi padre tradujo de la prensa local de Bayona y conserva entre sus archivos.

Traducción realizada por Ignacio Baleztena de la reseña que salió en la prensa local de Bayona del incidente que sufrió el Muthiko Alaiak en esa ciudad.

El Muthiko siguió haciendo giras por Francia en más ocasiones y esto hace que no pueda resistirme a poner fotos familiares de los hijos de Ignacio Baleztena, incluido este pobre ex dantzari que escribe, en Francia en 1970.

Los hijos de Ignacio Baleztena con el grupo de danzas del Muthiko Alaiak en 1970. Javier (el mendas) con la bandera del Muthiko e Ignacio con la de Navarra

 
Y mi hermano Ignacio (Tatito) llevaba con orgullo la bandera de Navarra, con la cual bailaban los dantzarisdel Muthiko Alaiak en 1970
 
Javier Baleztena, cosa buena, dantzari con la bandera del Muthiko en 1970


 Y cambiando de tercio, como ayer fue Pentecostés, festividad con la que finaliza la Pascua, estos días escribiré sobre… lo que veremos en la próxima entrada si Dios quiere

jueves, 5 de junio de 2014

Adios Reina del Cielo

Adiós, Reina del cielo, Madre del Salvador.
Adiós, oh Madre mía. Adiós, adiós, adiós.

            Querido lector, ha finalizado mayo, el mes de la Virgen y de las flores. De todos es conocido tras ir leyendo el blog la gran devoción que el aitacho sentía por la Santísima Virgen María, como viene demostrado por sus múltiples actividades en su honor: la creación de la Orden de la Virgen del Chaparro, sus diversos y variados escritos relacionados con las distintas advocaciones de Nuestra Señora que se reparten por todo Navarra, sus romerías…Y hablando de romerías hay un libro escrito por su hermana la tía Lola que es especialmente curioso y se llama precisamente "Romerías Navarras". En el se ve la gran devoción a la Virgen que los navarros hemos ido recibiendo de generación y generación y así continua, con el peregrinar de los pueblos de nuestra querida tierra a los bonitos santuarios que albergan las distintas advocaciones.
Portada del libro Romerías Navarras, escrito por Dolores Baleztena, hermana de Ignacio, y con ilustraciones de Miguel Ángel Astiz
Pues bien, los amantes de la romería de la Virgen de Ujué, a la que tantas veces peregrino mi padre Ignacio vamos a disfrutar con este testimonio gráfico.

ROMERÍAS A UJUE HACE 100 AÑOS (APROXIMADAMENTE)

Ignacio Baleztena Ascárate romero en Ujué

La Cruz del Perdón

Santuario de la Virgen de Ujué
Dolores Baleztena, tía Lola, rodeada de las gentes de Ujué
ROMERÍA DE UJUÉ HACE MEDIO SIGLO (APROXIMADAMENTE)

Crucero de Ujué
Las Baleztena en Ujué: Abajo a la derecha Roshari Jaurrieta Baleztena, ahijada de Ignacio Baleztena, en segunda fila tía Silvia, tía Ángeles y tía Luisa. Detrás tía Lola y tía Mª Ysabel (hermanas de Ignacio Baleztena).
Mª Ysabel y Lola Baleztena en Ujué
Descanso de los romeros
Con las cruces a la izquierda Cruz Baleztena, hijo de Ignacio y a la derecha su primo Ignacito Jaurrieta Baleztena
En el crucero
Cruz Mª Baleztena Abarrategui, hijo de Ignacio, e Ignacito Jaurrieta Baleztena, romeros a Ujué
Ignacito Jaurrieta Baleztena hablando con uno de la cuadrilla del "Templau" (Florencio Aoiz padre, conocido carlista de Tafalla que por "echau palante" recibía ese nombre)
Romeros a Ujué
Hace 100 años, hace 50 y en la actualidad generaciones y generaciones de navarros acudimos al castillo / santuario de la Virgen a implorar a nuestra Madre bendita de Ujué que sea de nuestra Ribera refugio de ardiente fé, como dice la canción.
Si has disfrutado de esta entrada agradécelo a Victor Sierra Sesumaga que me ha ayudado a digitalizar estos archivos fotográficos tan interesantes.
Y ahora sí, aunque todavía tenga el cerebro aplastado y la sesera con más cardenales que un concilio, me propongo seguir con el blog, con la biografía del aitacho y con lo que sea menester. Mientras tanto para ver como se celebraban las flores a María en vida del aitacho puedes pinchar aquí y yo creo que puedes pasar un rato entretenido. Y así despedimos Mayo, el mes de María para comenzar Junio, el del Sagrado Corazón. Sagrado Corazón de Jesús ruega por nosotros. Hasta la próxima entrada si Dios quiere.