Querido lector, en la anterior entrada habíamos visto como el aitacho escribió una pequeña sonata con el aire popular de la “Anthonia e Iñacio”, dedicándosela a los “mocés” de las Cantinas Escolares. Pero para aclararnos un poco te explico de que va el tema. Dichas cantinas eran una institución benéfica que funcionó en Pamplona desde comienzos del siglo XX para conseguir que ningún niño se quedara sin comer por falta de recursos. Pues bien, la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona organizaba un día al año la Rifa del Cuto en beneficio de las Cantinas Escolares, cuto que se exhibía por la ciudad en un carro tirado por caballerías, acompañado por los gaiteros y para lo que Ignacio Baleztena creó dos parejas de giganticos: "Joshe Miel, el zerrikitari, y su esposa la Joshepa Antoni, ambos oriundos de Basaburúa, y Saturnino y consorte, especialista en la fabricación de zerripotongos". Además escribió esta canción para alegrar a los mocés:
La Joshepa Anthoni
y el tío Canuto
compraron un cuto
de marca mayor.
Con su sangre hicieron
sabrosas morcillas
y con sus costillas
chorizo y chistor.
Un hombre más bueno
no habrá en todo el mundo
como Veremundo
el matalechón.
El mata a los cherris
con gran maestría,
con una sangría
en el garganchón.
Antes de matarlos
les pide perdón
pues es matacherris
de gran corazón.
Perdón, perdón
querido lechón
pues cumplo tan sólo
con mi obligación.
Decía Canuto
con gran emoción
pobrecico cuto
de mi corazón.
Con tus cherripuskes
haré chanchingor.
Nadie en la céndea
los hará mejor.
Como mondonguera
tiene la prudencia,
más saber y ciencia
que el mejor doctor.
Fabrica tripoches,
odolkis, birikas,
chistorras muy ricas
y un buen chanchingor
Y para la berza
prepara chungur
y pa las alubias
morcilla y mastur.
Y todos los mozos
con gran emoción
dicen: mondonguera
de mi corazón.
En el Teatro Chopical de Leiza se conserva este dibujo realizado por Ignacio Baleztena, que bien podría ser la Joshepa Anthoni |
Esperando que te hayas “gozau” con esta canción tanto como yo. Ya en la próxima entrada si Dios quiere seguiré con la biografía del aitacho en una época que se iba enredando cada vez más.
Don Ignacio era lo que se llama un "poeta castizo". Muy buenos estos versos.
ResponderEliminarMe ha gusado mucho, de verdad.
ResponderEliminarLástima que no tengan música esos versos. Tendrían mas éxito que el "Buen Menú"
Elena Sanz-Orrio