Premín de Iruña

IGNACIO BALEZTENA ASCÁRATE "PREMÍN DE IRUÑA" (PAMPLONA 1887-1972): SU PERSONA, SU VIDA Y SU OBRA

miércoles, 22 de junio de 2011

Historias de carlistas

Querido lector, nos habíamos quedado en la muerte de la abuela Dolores, madre del aitacho. Con motivo de esto, os comentaba cómo Dolores Azcarate nació 65 años antes en Sartaguda. ¿Y por qué en Sartaguda si la familia Ascárate provenía del Valle del Baztán? La historia es bien curiosa y te la cuento, porque creo que para conocer a mi padre es necesario saber su origen y el de su familia. para recomponerla he contado con la inestimable ayuda de mi prima Rosari Jaurrieta.


Nos situamos en plena guerra carlista. Un oficial de de D. Carlos V, rey carlista de España, en pleno combate, conforme avanzaban, se topó con un oficial liberal herido. Viéndolo en esas circunstancias, en su mano estaba ejecutarlo o abandonarlo herido a su suerte. El carlista decidió que si había salido a defender la Religión, en su mismo nombre tenía que actuar, así que su corazón se conmovió y decidió cargárselo… al hombro, ir a la localidad más cercana y allí, depositarlo en la posada pidiéndole al posadero que lo cuidara y le hiciera curar sus heridas, dándole , a su vez, algún dinero para los gastos que le pudiera ocasionar, como el “buen samaritano” de la parábola. Terminada la acción, sin más, volvió a sus líneas a seguir combatiendo.

El liberal resultó ser el Marqués de Santiago, que una vez terminada la guerra, se empeñó en conocer quien había sido su salvador, y después de arduas gestiones, sus pesquisas le llevaron hasta un pueblo navarro del valle del Baztán donde vivía Marcelino Ascárate con su esposa Isabel Echeverría, y de allí nació una magnífica amistad, a pesar de ser uno liberal y el otro carlista. Marcelino siempre dijo que aunque el marqués tenía otro ideal, era un hombre honrado. Tanto es así, que el liberal marqués de Santiago teniéndose que marchar a Cuba para gestionar las posesiones que allí tenía, pidió a su amigo:

-         Ascárate, le voy a pedir un favor. Yo tengo que ir a gestionar mis posesiones de Cuba y no quiero dejar a mi familia sin un amparo. ¿Podría usted con su esposa ir a vivir a Sartaguda y de paso le confío la administración de mi hacienda en dicho pueblo?

-         Lo que es poder, no puedo- contestó el carlista Marcelino- mi mujer está a punto de dar a luz y no quiero alejarla de su tierra y de su familia.

Tanto le insistió el marqués que Marcelino e Isabel finalmente accedieron a su petición y se trasladaron a Sartaguda, y allí les trataron estupendamente. Llegado el momento del alumbramiento nació una preciosa niña a la que llamaron Dolores Ascárate Echeverría, que posteriormente sería madre de mi padre, Ignacio Baleztena Ascácrate, y otros ocho hijos. Pero cómo ocurrió todo esto lo veremos más adelante.

Dolores Ascárate, ya viuda, la segunda de pie por la derecha con sus nueve hijos. Ignacio Baleztena sentado en el sillón de la izquierda
Como finalización de esta historia aprovecho para contarte una anécdota que ocurrió años después, durante la guerra civil. En esa época, por Casa Baleztena caían muchas personas de las más diversas procedencias, como veremos más adelante. Un buen día se personó Casilda Ampuero, delegada de Frentes y Hospitales, con su amiga María Laula, que era precisamente la hija de la Marquesa de Santiago Entonces ésta preguntó a la tía Lola, hermana de Ignacio e hija de Joaquín Baleztena y Dolores Ascárate:

-         Lola, quiero que me expliques una cosa: ¿nosotros somos parientes?
-         ¿Parientes? – contestó riéndose – Somos mucho más, somos enemigos políticos.
María Laula se quedo con cara de extrañeza, pensando qué le estaba diciendo. Entonces le contaron la historia antes narrada y acabaron celebrándolo con gran alegría.

Ahora ya sabemos algo sobre el carlismo de la línea materna del aitacho, pero ¿también por el lado paterno recibió el carlismo? Para saberlo habrá que esperar a la próxima entrada, si Dios quiere.

1 comentario:

  1. Don Javier, es un enorme placer escuchar sus anécdotas. Cada familia tiene mil historias, pero desde luego la suya no se queda atrás.

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