SANFERMINES
Querido lector, creo que ya va siendo hora de meternos en harina sanferminera que precisamente en estos años de la vida del “aitacho” a principios del siglo XX es cuando desplegó la mayor parte de sus actuaciones sanfermineras más conocidas, aunque siempre a lo largo de su historia fue uno de sus temas preferidos.
Para Ignacio Baleztena estas “mezetas” eran unas fiestas entrañables, queridas, y muy especiales. A ellas dedicó innumerables escritos, conferencias, coloquios y charlas. Su estudio de los Sanfermines de antaño se ha convertido en una preciada colección de testimonios sobre nuestras tradicionales fiestas a lo largo de los años. Gracias a sus investigaciones podemos saber que no siempre se celebraron el 7 de julio, sino que por datos extraídos del archivo nos enteramos que se celebraban en el mes de septiembre, y que en 1499, por orden del rey navarro don Juan de Labrit, la fecha se cambió a principios de junio, y ya en 1591 fue cuando por primera vez se celebraron el 7 de julio, y que sólo en una ocasión las fiestas se retrasaron, y ello fue para que el gran Pedro Romero, "er Júpiter", pudiese tomar parte en las corridas del año 1796.
Pero no solo se dedicó a estudiarlas y darlas a conocer sino que sobre todo las vivió de un modo muy intenso. Dominador de cada detalle histórico de estas fiestas, cada mañana corría en el encierro, acompañaba y bailaba a los gigantes (especialmente a la reina europea a la que cariñosamente llamó Joshepamundi y cada tarde merendaba en el tendido. Lo fuegos que se lanzaban precisamente desde la Plaza del Castillo, frente a su casa, era una de sus delicias, al igual que el “zezenzusko” (torico de fuego) sobre el que tanto escribió e investigó. Bailaba cualquier danza que tan bien conocía por haberlas “absorbido” desde pequeño en Pamplona y sobre todo en Leiza. Este amor a la música popular y su especial ingenio hizo que escribiera numerosas letrillas, coplas y versos. Entre estas canciones seguro que has cantado una y mil veces las más conocidas, como el "Uno de enero" o "Levántate pamplonica" y otras.
Su indudable disposición para la alegría y la fiesta que ya hemos visto a lo largo de su vida hasta ahora, fue en los sanfermines donde adquirió una mayor expresión. Además de escribir e investigar sobre ellos, tomó parte "activísima" en las fiestas como buen mozo. Ya hemos mencionado que tenía gran afición a correr en el encierro, y como todo buen corredor tuvo sus percances y apuros. Esta afición suya fue en sus tiempos de Diputado, que trataremos más adelante, causa de escándalo entre la sociedad, al considerarlo poco adecuado a una persona con cargo público como el suyo, cosa que a él le tenía sin cuidado. Lo mismo que cuando le propusieron para ser miembro de la Comisión de Monumentos, respetable academia que reunía a lo más selecto de la intelectualidad pamplonesa, alguien le puso el veto con estas palabras:
"¡Cómo vamos a nombrar académico a un hombre que corre delante de los toros en el encierro!".
A los encierros dedicó muchos de sus escritos, además de facilitarnos el valioso dato de cuándo se dejó de correr el encierro a la antigua usanza, es decir, corriendo a caballo el abanderado síndico ante los toros, que fue en el año 1752. Se mostraba reacio a las numerosas reglamentaciones que, sobre todo los no corredores, pretendían imponer. A todos estos “prohibicionistas” de salón les escribió una diana que igual conoces, pero no su letra completa. No obstante por hoy ya va siendo suficiente y el lunes tendrás la oportunidad de cantarla si gustas.
Fue, asimismo, el iniciador de la costumbre que está dando tantos quebraderos de cabeza al Ayuntamiento de acompañar los mozos a la Corporación el día 6 de julio por la tarde al rezo de las Vísperas de San Fermín en la Parroquia de San Lorenzo, entonando el "Riau-Riau". ¿Cómo surgió esta iniciativa?. Si sigues el blog la semana que viene lo sabrás.
Tampoco se olvidó de la vida y existencia de las peñas sanfermineras para alegrar y divertir las fiestas, y no pudo evitar la tentación de fundar una de ellas, el Muthiko Alaiak, asociación de marcada ideología Carlista en sus orígenes, pero de la que ya hablaremos más adelante ya que de momento estamos en torno a 1912.
También en fechas posteriores fue el organizador de la propaganda turística de las fiestas mediante exhibiciones de grupos folklóricos y musicales y comparsas promovidos, fundados y dirigidos por él, como el grupo de danzas municipal (en cuyos orígenes se encontraba, como no, Ignacio) y el del Muthiko Alaiak.
Imposición a Ignacio Baleztena del pañuelo de honor de la ciudad en 1969 en reconocimiento a su singular participación en las fiestas de San Fermín |
Y aunque nunca fue amigo de homenajes ni cosas similares no pudo evitar que este gran interés, afición y amor por los sanfermines llevara al Ayuntamiento de Pamplona, por acuerdo de 17 de junio de 1969, y "atendidos los extraordinarios merecimientos a que son acreedores y las circunstancias que en cada caso concurren por la singular participación en las Fiestas de San Fermín, a concederle el PAÑUELO DE HONOR.
Diploma acreditativo de la concesión del pañuelo de honor en 1969 |
Como verás, con todos estos temas esbozados la semana que viene se promete caliente para todos los sanfermineros que seguís el blog. Aprovechadla sin perderos detalle porque enseguida se solapa con la continuación de su actividad política ya más a fondo y que te iré contando si con tu admirable paciencia sigues interesado por la vida y obra de “Premín de Iruña”. Algunos me solicitáis que cuelgue canciones y versicos del “aitacho”. Otros que hable de este o aquel tema. Todo esto ira saliendo. Gracias a vuestros amables correos a premindeiruna@gmail.com voy viendo cuales son los temas que más os interesan. Además os agradezco que dejéis comentarios a pie de cada página o en dicha dirección y sobre todo si tenéis alguna sugerencia, pregunta o lo que sea que pueda servir para enriquecer el blog bienvenido sea. Y con todo esto hasta el lunes si Dios quiere.
Eso, eso. A entrar en materia sanferminera.
ResponderEliminarUn saludo a todos