Querido lector, como ya anunciaba en la última entrada llega el momento de comenzar el curso retomando la biografía del aitacho.
Para entender lo que viene a continuación tenemos que ver de la mano de la tía Lola, hermana de Ignacio, lo que supuso la llegada de la II república, tema que ya introduje anteriormente. Por eso continuamos con las “Memorias de una Margarita” de Dolores Baleztena:
“Triunfó la conjunción republicano-socialista, y aunque vivió sus primeros días en la euforia que el triunfo proporciona, bien pronto se quitó el guante blanco del relativo orden para enseñar la mano opresora con el puño en alto amenazador y presentar la factura de exigencias, y esa factura estaba firmada con sangre y fuego. La república había triunfado en España sin republicanos, ayudada por los socialistas. En nuestros Círculos[1] se dio la voz de alerta y como era de esperar a esa llamada no se hicieron sordas las margaritas.
….
No se había cumplido más de un mes de la proclamación de “la Pepa”, cuando furia satánica se desencadenó por España: ardieron en Madrid las iglesias y conventos ante el estupor de las gentes y casi, ante la indiferencia. Acudió la tropa, pero no para apagar el incendio y disolver a la gente, sino para acordonarlo. No se libró Málaga de la sacrílega ofensiva que fue mucho mayor que la de Madrid; desaparecieron en las llamas y los asaltos maravillosas esculturas de Salcillo, Montañés y demás escultores de imágenes que tanto abundan, y también, cuadros de los mejores artistas que pueden admirarse en las iglesias y conventos, y sobre todo, en el sur de España.
Mayo de 1931. Los bomberos apagan sin demasiadas prisas el incendio de una iglesia en Madrid. Foto de "España en Llamas" |
Para que Pamplona no se viera envuelta en tan horrendo sacrilegio, en el círculo se organizaron grupos de jóvenes que por las noches montarían guardia en iglesias y conventos. Y en justicia debo decir, que los nacionalistas de Pamplona se presentaron para actuar si fuera preciso. España “oficialmente” dejó de ser católica. Se quitaron los Crucifijos de los centros docentes, de las oficinas públicas, de los hospitales...”
En relación con mi padre como ya vimos, la llegada de la II república supuso que se formara una nueva gestora en la que Ignacio Baleztena ya dejó de formar parte como Diputado Foral. Pero todavía tuvo un encargo institucional que cumplir, porque precisamente en mayo de 1931, la Gestora de la Diputación lo incluyó en una Comisión para estudiar el régimen autonómico deseable para Navarra. Solo tras la introducción realizada en esta entrada estamos en condiciones de afrontar este tema en los próximos días si Dios quiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario