Querido lector, como adelanté en la entrada de ayer, el ¡Riau - riau! cada vez se estaba enredando más y más. Además del alcalde, el pueblo de Pamplona estaba dividido en dos bandos, uno a favor del ¡Riau - riau! y otro en contra del mismo. Así, todavía en 1920, seguía la polémica como vemos por un artículo publicado ese año en "Tradición Navarra" que el sinfundamento del "aitacho" transcribió y guardó como "trofeo de caza".
Artículo en contra del ¡Riau - riau! publicado en "Tradición Navarra" y que lejos de enfadar a Ignacio Baleztena lo transcribió y guardó para la posteridad. |
De las Fiestas.- El riau-riau – Vaya mi modesta opinión
Soy de los que hace treinta y cuarenta años corrían delante de los toros, merendaban y bailaban en el tendido del sol, y antes de todo esto, acompañaba a Vísperas a nuestro Excmo. Ayuntamiento. Pero no sé si será ilusión mía o defecto de la edad, es el caso que el vals de aquel pamplonica, que se llamó Miguel Astrain, parecía entonces muchísimo mejor que en estos tiempos en que el prurito del mal gusto lo afea con ese ¡riau-riau! que tira por tierra la seriedad que entonces revestía el hecho de acompañar el pueblo a sus representantes municipales, para rendir a nuestro glorioso Patrono las primicias de nuestros festejos.
Cuando ayer acompañaba a mi pueblo en sus representantes, oí a un forastero la frase siguiente: - “Ya tenemos algo que llevar a Vizcaya, el ¡riau-riau!”
-¡Pues vaya una joya que va usted a llevar!, le respondí.
Si por ese botón han de juzgarnos en Vizcaya, lo sentiría, pero por otra parte, le agradecería que se lo llevase, a cambio de que no quedase otro como ése ni para muestra entre nosotros.
¡Qué mal gusto tienen los del ¡riau!
D.
(La Tradición Navarra, 7 de julio de 1920)
Hace falta ser "Premín de Iruña" para tomarse la molestia de transcribir este artículo tan "txarro" para que no se perdiera en los cubos de basura. Pero, gracias a esa buena manera no solo de aceptar, sino de tomarse a broma las críticas, conservamos este documento.
Bueno, continuando con el relato de la historia del comienzó del ¡Riau - riau! ¿Qué ocurrió?
Pese a todas las prohibiciones y multas cada vez era mayor la cantidad de mozos que acompañaban a la Corporación a Vísperas cantando y bailando, así que al final, como era de esperar en una fiesta de carácter popular como los Sanfermines, acabó imponiéndose el sentido común, es decir, la alegría de los mozos a la seriedad del protocolo, y el mismo alcalde Joaquín Iñarra en 1923 lo hizo “extraoficialmente oficial” gritando a la salida del Ayuntamiento “Riau-Riau”.
Y esta ha sido la historia de los orígenes del ¡Riau - riau!. Así comienzan las tradiciones como expresión del modo de ser de un pueblo, así se asientan y así se transmiten de generación en generación hasta que cambian o desaparecen cuando pierden su sentido, es decir el espíritu con que estaban hechas.
Finalizo esta serie del ¡Riau - riau! con una foto que tiene muchos significado para mí, y para la posterior historia del acto, ya que así como el iniciador del mismo fue mi padre Ignacio Baleztena con su peña de mutilzarras del Kutz, recuperador del mismo es mi hijo Joaquín a través de la Peña Mutilzarra fundada por él. "Cest la vie", o como dice una canción "que siga la tradición".
Foto de un ¡Riau - riau! de los años 1970 con mi hijo Joaquín, posterior recuperador del mismo, bailando sobre mis hombros. "De raza le viene al galgo". |
Ya sabéis que espero vuestros comentarios a pie de cada página o vuestras sugerencias en premindeiruna@gmail.com
Como ya he adelantado anteriormente mi padre fue concejal del Ayuntamiento de Pamplona en 1918 y con esto comenzó otra fase de su vida complicada en una época cada vez más turbulenta... pero, antes ,en la próxima entrada finalizaré con estos periplos sanfermineros del "aitacho" con una canción que igual has cantado miles de veces pero no conoces la letra entera casi seguro, porque dice...
Pero eso ya será en la próxima entrada si Dios quiere.
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