Querido lector, siguiendo con la biografía del aitacho en 1931, recordamos que tras casarse se trasladó a vivir con su mujer Carmen Abarrategui a la antigua C/ San Ignacio, actual Calle Fernández Arenas. El matrimonio enseguida comenzó a ser bendecido con hijos. Para este año habían venido al mundo los tres primeros de los 10 que tuvieron: Silvia, Joaquín y Rosario. El cuarto nacería en complicadas circunstancias como veremos más adelante.
Mientras tanto, seguía dedicándose a sus actividades socioculturales. En este entorno se enmarca el estreno en 1931 de “Kilikizarra”, una de sus obras de teatro más conocida. Normalmente, el local de sus actuaciones solía ser el teatro del Colegio de las P.P. Escolapios, aunque también lo hacía en otros, como en el Gayarre o el Olimpia, o en Bilbao, etc. De forma más modesta las representaba en el Circulo Jaimista (carlista), en la galería de Casa Baleztena o en el Teatro Chopical que él mismo había construido en Petrorena, la casa de Leiza. Entre todas sus obras teatrales, obras humorísticas con números musicales y bailes, tres comedias suyas puede decirse que alcanzaron verdadero éxito. Entre ellas está "De como Kilikizarra murió y estiró la garra", destinada al público infantil, "Disparate kurriñesco en un acto y una porción de cuadros a cual más chapuceros. (Sólo para niños, sus familiares y amistades). Lo escribió en un momento de mal humor y dolor de estómago PREMIN DE IRUÑA, gran maestre de la Orden del Záldiko-Máldiko".
Libreto original de "Kilikizarra", con la portada muy deteriorada. Pocos ejemplares habrá en circulación, si es que queda algún otro |
Fue estrenada en el año 1931, por el cuadro artístico de la sociedad pamplonesa fundada por él, “la Orden del Záldiko Máldiko”. Trata de un gigante, Kilikizarra, cuya morada era el castillo de Mendillorri y su gran afán comerse a Pascualita, la hija del rey D. Anacleto XIV, con la ayuda de la bruja Sorguiñpuz.
Como crónica del estreno reproduzco un texto sacado de aquí:
“Don Ignacio convierte un antiguo juguete suyo, "El gigante Patatín-Patatán en una pieza más acabada que titula con el pareado "De cómo Kilikizarra murió y estiró la garra", que algunos interpretaban como parodia o cuchufleta de los últimos acontecimientos políticos vistos, por supuesto, bajo el prisma carlista. En los papeles estelares: Miguel Angel Astiz, que se encasquetaba el armazón de mimbre del desaforado gigante y Paulina Fernández, "la churrera", esposa del también muthiko Josetxo Elizalde, que da vida al personaje de Pascualita. Escenario: el tenebroso castillo de Mendillorri. De coro, los pioneros del invento: Patxi Saralegi, Emilio y Juanito Urdániz, los Kondearena, etc. El éxito es mermorable y tienen que salir varias veces a escena”
Pero la actividad de la Orden del Záldiko Máldiko era cada vez más amplia. Así a partir de su fundación se encargan de organizar, con más pompa y esplendor todavía, la fiesta del Rey de la Faba restablecida por Ignacio Baleztena en 1920 como vimos en una entrada anterior que puedes leer pinchando aquí, y que se sigue celebrando en nuestros días.
Y no todo era teatro y funciones, también Ignacio Baleztena creo un grupo de danzaris para mantener y recuperar las danzas navarras que estaban a punto de ir desapareciendo. Este grupo, que aun perdura, es el más antiguo de los que actualmenete hay en Pamplona.
Así mi padre les enseñó el Ingurucho de Leiza, que había aprendido bailando en la plaza, y después tantas otras, a alguna de las cuales incluso puso letra como la de "Las Pámplonas". Que papel más importante iban a jugar estos danzaris en los acontecimientos venideros que iremos viendo en las entradas que introduciré a continuación si Dios quiere.
Por cierto si alguién está interesado en la obra completa del gigante Kilikizarra que me lo haga llegar a premindeiruna@gmail.com
Mientras Petrorena, la casa familiar en Leiza, estaba repleta en San Tiburcio de 1911... |
...para ver bailar el ingurucho en la plaza junto al viejo ayuntamiento (la mujer es la tía Lola Baleztena)... |
...Ignacio Baleztena y su hermana Dolores (a la derecha en la imagen) preferían bailarlo a pie de calle y así, de forma natural se convirtió en un diestro danzari |
Así mi padre les enseñó el Ingurucho de Leiza, que había aprendido bailando en la plaza, y después tantas otras, a alguna de las cuales incluso puso letra como la de "Las Pámplonas". Que papel más importante iban a jugar estos danzaris en los acontecimientos venideros que iremos viendo en las entradas que introduciré a continuación si Dios quiere.
Por cierto si alguién está interesado en la obra completa del gigante Kilikizarra que me lo haga llegar a premindeiruna@gmail.com
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