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Querido lector, nuestro “angélico” de Aralar al que tanta devoción tenía el aitacho ya ha llegado esta semana en Pamplona como cada año por Pascua. Es más el pasado 22 de abril de este año se hubiera celebrado el centenario de la reinstauración de la secular tradición de la visita del ángel al Palacio de la entonces Excma. Diputación de Navarra si no hubiera sido censurada, o como se dice ahora cancelada, por el ejecutivo Chivite y compañía.
Según nos recordaba el
Diario de Navarra del pasado 23 de abril (1) en “1925 El Ángel de Aralar volvió a
visitar el Palacio de Navarra. Este año se
restableció una antigua costumbre que había caído en desuso y que volvía a su
histórica tradición tras el acuerdo que hacía unos meses, a petición del
diputado Ignacio Baleztena, tomó la Diputación Foral de que se volviera a
recibir en el palacio de Navarra al Ángel de Aralar...”
Y
así es, el pasado 22 de abril de este 2025 se hubiera celebrado el centenario
de la reinstauración de la secular tradición de la visita del ángel al Palacio de
la entonces Excma. Diputación de Navarra si no hubiera sido censurada, o como
se dice ahora “cancelada”, por el Ejecutivo Chivite y compañía.
Efectivamente, fue mi padre, Ignacio Baleztena Ascárate, Premín de Iruña,
quien promovió y organizó la reinstauración de dicha visita. El 22 de abril de 1925
estaban unidos en la recepción los liberales, los conservadores, los carlistas
y los nacionalistas. Cierto es que las y los socialistas y comunistas eran pocos
en Navarra entonces.
Hasta 2019 era una celebración que combinaba lo popular, lo institucional y
lo religioso sin problemas. Una continuación de las tradiciones, costumbres y
devociones del viejo Reino de Navarra del que tanto nos enorgullecemos y una
excepcional muestra de integración a la que libremente podía acudir el que
quisiera, ya por devoción, ya por sentimiento, ya por curiosidad, ya por
escuchar a la Capilla de Música de la Catedral en el Salón del Trono, ya por
asistir a la Santa Misa en la preciosa capilla del Palacio, ya por seguir los
pasos de sus antepasados, ya por todo ello o simplemente no acudir si no se
conectaba con nada de esto. Esto era así hasta que, en 2020, en una sociedad
supuestamente mucho más libre y avanzada las y los grandes promujeres y
prohombres del Ejecutivo Chivite hicieron a San Miguel de Aralar víctima de la
cultura de la cancelación, antes llamada censura. Actualizando una frase que se
atribuye a Voltaire parecería que esgrimieron otra similar: “el libre
pensamiento proclamo a viva voz, pero cancelo a todo aquel que
no piense igual que yo”. “¡Viva la libertad!”, rompiendo así con las ideas y tradiciones de
generaciones de navarros, entre ellos es posible muchos padres y abuelos de las
y los “anti-angelico” (si tienen ascendientes de esta tierra).
Ese año de 2020 el Gobierno de Navarra decidió romper con la Navarra de
nuestros antepasados pretendiendo, quizá, ilusamente, hacer un feo a San Miguel
de Aralar produciendo risa y sonrojo porque no ofende el que quiere, sino el
que puede. El “aingeru” de nuestras cumbres está muy por encima de todo este
politiqueo, pero a quien sí han vetado Chivite y sus socios ha sido a los
navarros que libremente quisieran acceder al que se supone que es el Palacio de
todos, para participar de una de las celebraciones más bonitas que tenían lugar
allí solo un día al año. Parece que hay
que ser inclusivo, multicultural, igualitario, no discriminativo y tolerante
con todos menos con los cristianos. La separación de la Iglesia y el Estado no
significa que se deban romper relaciones cordiales y normalizadas. Hasta 2019,
con el ejecutivo Barkos, acudían con normalidad vecinos y representantes
creyentes o no creyentes, libremente. En fin que, no podemos celebrar el
centenario de la reinstauración de la secular tradición del Reino de Navarra de
recibir en las instituciones a San Miguel de Aralar. Quizá a María Chivite
nuestro “aingeru” no le dice demasiado, pero lo que ha demostrado es una total
incapacidad de actualizar presente y pasado y nos ha fastidiado el acto y el
centenario. Como decimos los devotos de San Miguel “Nor Jaungoikoa bezala?.
Iñor ez Jaungoikoa bezala!”. Coja el traductor de Google si lo necesita, Sra. Presidenta.
Aparte de historietas politiqueras de nuestros y nuestras gobernantes y
gobernantas, que así se desviven con nuestros dineros por las auténticas
necesidades actuales del pueblo, la Pascua en Pamplona se relaciona con la
llegada de San Miguel, que hace una peregrinación inversa: en vez de ir
nosotros a su santuario, viene él a nuestros pueblos. En Pamplona fue recibido
por los txistularis, los “apezas”, el angelico de la Meca, y cantidad de
navarros políticamente incorrectos.
Pero vayamos al tema de cómo mi padre Ignacio, siendo diputado foral
consiguió que se restableciera la secular costumbre de la visita de la imagen
del "Angelico" de Aralar al Palacio de la Diputación. Fue aprobada
por acuerdo en 1925, y en él se establece el programa para su recepción mediante
el protocolo elaborado por el propio Baleztena y que figura en el libro de
actas:
"Verificará
la visita al Palacio Provincial la venerada imagen del Santo Patrono de
Navarra, reanudándose la vieja y cristianísima costumbre que nunca debió
interrumpirse.
Si
el tiempo lo permite, el Ángel será trasladado procesionalmente desde la
Catedral al Palacio de la Excma. Diputación, y si lloviera, ésta enviará un
coche para el traslado. A las once se hará la visita.
S.E.
ha hecho un digno preparativo en la Casa: la Corporación se prepara con
entusiasmo y gusto para la fiesta.
En
la escalera principal se han colocado gran número de macetas, y en las galerías
la estupenda y valiosa colección de tapices, propiedad de S.E., que, a una con
las banderas históricas que con sumo cuidado se conservan en el Palacio
Provincial, adornan las paredes.
Programa:
A
las 11, la Excma. Diputación en Corporación, acompañada de sus maceros, esperará
en el vestíbulo del Palacio la llegada del Ángel. Todos los empleados de la
Casa se hallarán en aquel lugar con velas. Procesión por la escalera principal
y las galerías a la Capilla. Se celebrará una misa y se adorará la imagen por
los diputados, personal de la Casa y los invitados de los diputados.
S.E.
lo ha organizado como corresponde a la primera Corporación de Navarra que tanto
ama a su Angel tutelar.
Finalmente según la prensa de la época[2],[3],[4] el recibimiento fue hecho por la Corporación,
formada por los Sres. Erro, Baleztena, Usechi y Goizueta, y con toda la
ostentación oficial de maceros y rey de armas, llevando éste la tabarda y
medallón usado por los reyes de armas de Navarra desde el siglo XVI, a los
acordes de la Marcha del Reino, interpretada por la Capilla de Música de la
Catedral.
El Ángel de Aralar es trasladado procesionalmente, con toda pompa y solemnidad, a la capilla del Palacio Foral (Foto Zaragüeta) |
La
misa fue celebrada por el presbítero don Juan Adot, que desempeñaba las
funciones del capellán Sr. Villanueva. Usó el cáliz que regaló Carlos II a
Santa María de Ujué.
Los Sres. Diputados fueron felicitadísimos por la reanudación de este acto tan piadoso y edificante, especialmente don Ignacio Baleztena, que fue el iniciador de la idea y quien se encargó personalmente de los preparativos del acto.
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Foto Diario de Navarra 23-4-1925 |
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Foto Diario de Navarra 23-4-1925 |
Pues bien, este mismo
acto, especialmente emotivo para muchos navarros, es el que se ha desarrollado
hasta 2019 con leves modificaciones como podéis ver en este vídeo que
ha elaborado mi hijo Joaquín que coescribe este blog.
Este es el acto que el gobierno de Chivite te ha impedido disfrutar en tu Palacio, seas creyente o no.
En fin, querido lector, en próximas entradas seguiremos con el blog refiriéndonos a la visita de San Miguel de Aralar a Pamplona vista directamente por el aitacho, si Dios quiere y el gobierno nos deja.
[1] Diario
de Navarra 23-4-2025
[2] La Voz
de Navarra 23-4-1925
[3] Diario
de Navarra 23-4-1925
[4] El
Pensamiento Navarro 23-4-1925
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