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jueves, 12 de octubre de 2023

Frente a la mentira. En defensa de los Baleztena (y 5). Los Baleztena contra la represión.

 

Como llevamos viendo en anteriores entradas (pinchar aquí para ver la anterior o aquí para ver desde el principio) la familia Baleztena y especialmente tío Joaquín, tía Lola y mi padre Ignacio Baleztena Ascárate, evitaron todos los actos de represalias en la guerra que pudieron. Así que para finalizar este tema y poder seguir con la biografía del aitacho vamos a repasar algunos de los casos ya tratados en este blog.

Ya en 1934 ayudaron a algunos revolucionarios en apuros: tras haber asaltado los rojos Casa Baleztena y ser desterrada la familia Baleztena de Pamplona (pinchar aquí,) , pese a todo no albergaban odio en el corazón y no dudaron en ayudar a un ferroviario y su familia de Lasarte durante el golpe de estado contra la II República protagonizado por “las izquierdas” conocido como la Revolución de Asturias. Puedes ver este caso pinchando aquí

Recién comenzada la guerra el aitacho salvó a dos leizarras, uno nacionalista y otro socialista, que habían actuado como espías pasando información al bando rojo (pinchar aquí)

El 24 de Julio tío Joaquín publicó una nota en el Pensamiento Navarro en la que ordena a los carlistas no ejercer  actos de represalia y evitar que se cometieran en su presencia. Esto se ha tratado con profundidad aquí

 


Poco después, el tío Joaquín tuvo que acudir a evitar el fusilamiento de otro leizarra (pinchar aquí)

Más tarde el tío Joaquín y la tía Lola salvaron la vida de un carabinero que había sido hecho prisionero en Behobia (pinchar aquí)

También mi padre Ignacio salvó al Dr. Jiménez Díaz, republicano, posiblemente durante un permiso en marzo de 1937 (pinchar aquí)

Tengamos en cuenta que en Leiza, gracias a la acción de la familia Baleztena no fue represaliado nadie durante la guerra. Hasta el punto que en el boletín clandestino del PNV (Partido Nacionalista Vasco) de la "Red Álava” lo dejaron testimoniado por escrito. (pinchar aquí)

Finalmente aportar que mi padre Ignacio en una estancia en Pamplona durante la guerra (un permiso o enfermedad) se encaró directamente con dos conocidos cuneteros de Pamplona para recriminarles y decirles que cesaran sus barbaridades, quedando totalmente frustrado y escandalizado al comprobar que encima estaban convencidos de que hacían un gran servicio a la causa, e incluso un bien a las personas que represaliaban. En vista de ésto cortó cualquier trato con ellos. Que poco entendían lo que era el carlismo. De él aprendí la diferencia entre una persona coherente que está dispuesta a dar su vida por sus ideas y un fanático que está dispuesto a matar a sangre fría por las suyas.

 

En resumen, en estas 5 entradas creo haber dejado claro y demostrado documentalmente de una vez por todas que:

1-      La familia Baleztena nunca ejerció ninguna acción de venganza ni represión, aun teniendo posibilidades y motivos para hacerlo. Su profunda fe católica se contradecía con estas actuaciones.

2-      La familia Baleztena no solo no participó, sino que lucho contra la represión de retaguardia de las siguientes maneras

a.       Dando orden públicamente de no realizarlas pese a no tener poder real para hacer cumplir esa orden (tío Joaquín)

b.      Enfrentándose personalmente a los que las realizaban (especialmente mi padre Ignacio)

c.       Evitándolas totalmente donde sí tenían posibilidades, es decir Leiza, porque estaban allí o porque tenían contactos en el pueblo que les avisaban si iban a ocurrir, ya que incluso aun sabiendo que eran adversarios (no enemigos) políticos tenían la seguridad de poder acudir a solicitarles ayuda.

d.      Salvando a todas las personas que pudieron incluso jugándose ellos mismos la vida pudiendo ser acusados de traición si les descubrían.

En cuanto a la represión en retaguardia quiero insistir en los siguientes puntos, sin que sirvan de excusa sino todo lo contrario:

1-      Las atrocidades en retaguardia se cometen por desgracia en todas las guerras. Es la condición del ser humano que en situaciones límite puede sacar lo peor o lo mejor de cada persona. Lo estamos viendo en Ucrania, Gaza…

2-      La represión suele ser más cruel en guerras civiles, y se cometieron en ambos bandos. Cientos de navarros también fueron represaliados en la retaguardia roja, muchos de ellos en una cruenta y sistemática persecución religiosa y política, y estos actos ni se condenan, ni hay memoria histórica, ni asociaciones memorialistas, ni subvenciones, ni reparación, ni exhumaciones, ni nada.

3-      También debo recordar, de nuevo sin que sirva de excusa porque no la hay, que gran parte las represalias en Navarra se cometieron por personas de ideologías distintas al carlismo, e incluso en muchos casos por motivos ajenos a la política, aprovechando la situación para realizar viejos ajustes de cuentas pendientes.

Finalmente debo reiterar mi absoluta condena y asco a todos los cobardes represores de ambos bandos, y en especial por dolerme especialmente a esos “carlistas” de retaguardia que participaron en esos crímenes enturbiando la imagen de los miles de voluntarios que se jugaban la vida en el frente. Ni entendían lo que era el carlismo ni actuaban como auténticos carlistas. Y esta condena la hago también en nombre de mis antepasados y de la familia Baleztena. Sí, los condenamos sin paliativos, cosa que otros no son capaces de hacer con crímenes mucho más recientes y sin estar en situación de guerra. El que no condena justifica y aprueba. Nosotros condenamos.

Seguramente todo este esfuerzo documentado no va servir de mucho porque algunos saben que un buen titular vale más que mil verdades y siguiendo la técnica goebbeliana de propaganda (pinchar aquí) seguirán repitiendo mentiras miles de veces. Frente a esto poco se puede hacer.

Y ahora a ver si podemos seguir en este blog con la vida del aitacho en sus múltiples facetas, en las próximas entradas si Dios quiere.

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