Querido lector, veíamos en
anteriores entradas cómo los hijos del aitacho iban abandonando el nido familiar y se celebraba la primera boda de uno de ellos, la mía con Mª Jesús
Gurrea.
Mª Jesús y yo vivíamos en casa de
mis suegros en Carlos III mientras se acondicionaba nuestro definitivo hogar en la C/ Fernández Arenas, que era
posiblemente el primer edificio del ensanche. No puedo asegurarlo pero
es probable que la familia lo adquiriera para que los hijos que se casaran y
vivieran en Pamplona tuvieran su nuevo hogar cerca de la misma. Así ocurrió con
mis padres cuando se casaron en la generación anterior y así se repetía en
esta.
El caso es que sin habernos
trasladado todavía a nuestra definitiva casa en dicha calle, en julio de 1965, nació
en la Clínica de Alcalde la primera nieta de Ignacio Baleztena, Luisa Baleztena
Gurrea, Luiseta o la Visi, como se prefiera. Fue bautizada en la parroquia de
San Nicolás, siendo sus padrinos precisamente el aitacho y la mamita que veían
así con gran alegría de abuelos cómo se abría una nueva generación que pudiera
seguir la Fe y Tradición de sus mayores.
Luisa Baleztena Gurrea de blanco en Casa Baleztena, celebrando el mes de las flores con su amiga Julia Castillo
Y en la próxima entrada si Dios
quiere veremos cómo la familia del aitacho seguía ampliándose.
Querido lector,
el 16 de julio de 1964, festividad de la Virgen del Carmen, el aitacho veía con
gran ilusión cómo se celebraba la primera boda de uno de sus hijos, a saber el
menda.
Ignacio Baleztena da el brazo a su consuegra Julia Hualde en el cortejo de la boda de su hijo Javier subiendo las escaleras de Casa Baleztena
La ceremonia
tuvo lugar en el Oratorio de Casa Baleztena, a los pies de La Dolorosa. A continuación se sirvió la comida en los salones
Ceremonia de la boda en el oratorio de Casa Baleztena. Contrayentes Javier Baleztena y Mª Jesus Gurrea, celebrante D. Jesús Arraiza. Al fondo el padrino de la novia, su padre Francisco Gurrea
Pero mejor que
lo cuente la nota publicada en el Pensamiento Navarro al día siguiente.[1]
“Nuevos HOGARES
BALEZTENA ABARRATEGUI
GURREA HUALDE
Ayer
al mediodía, festividad de Nuestra Señora del Carmen, contrajeron matrimonial enlace
los distinguidos jóvenes don Javier Baleztena Abarrategui y la señorita María
Jesús Gurrea Hualde.
La boda se celebró en la centenaria Capilla oratorio del tradicional de
los Señores Baleztena, de la que hace una temporada se conmemoraron los fiel
años de la autorización especial concedida entonces por el Papa, Pío lX, aquel gran
debelador del liberalismo al que combatió con energía en defensa de la libertad
y de los derechos de la Iglesia.
Con este motivo, en la mansión
de los Señores de Baleztena, se reunieron ayer en un buen número de parientes y
amigos de las familias de los contrayentes.
Apadrinaron a los novios los Príncipes Don Carlos de
Borbón-Parma[2]
y su esposa doña Irene de Orange Nassau, pero no pudiendo asistir, en expresivo
documento delegaron en los padres de Javier, don Ignacio Baleztena y su esposa
doña Carmen Abarrategui.
Ante la distinguida concurrencia
que esperaba, hicieron su aparición los contrayentes. Ella, María Jesús Gurrea
Hualde, alta, esbelta, con su precioso traje blanco y tocada con velo tul
ilusión, daba el brazo a su Padre Don Francisco; y él, Javier Baleztena
Abarrategui, vestido de etiqueta, lo daba asimismo a su madre, doña Carmen.
Noticia de la boda entre Javier Baleztena Abarrategui y Mª Jesús Gurrea Hualde en el Pensamiento Navarro, 17 julio 1964
El marco de la puerta de entrada al oratorio Estaba profusamente
esmaltado de margaritas, la floral tan simpática y querida, propia De una obra tan centenariamente también
vinculado a la Tradición, y que lo dice todo de los ideales y sentimientos
carlistas de Sus ilustres moradores , los señores de Baleztena.
Ante el altar de Nuestra Señora,
todo él adornado con flores blancas , esperaban el sacerdote don Jesús Arraiza Frauca, Primo del novio, que celebró
la misa y después del Evangelio, según las normas actuales, pronunció una
plática Tan breve como sentida y brillante sobre el matrimonio y su grandeza
cristiana y social y bendijo después la boda , uniendo a dos corazones que se aman
por el lazo irrompible del Sacramento matrimonial.
Terminada la ceremonia los recién
casados fueron felicitados por toda la concurrencia , lo mismo que sus padres y
familiares, y tuvimos el gusto de leer los documentos de felicitación de los Príncipes
de Borbón Parma-Orange Nassau y el de su día, la Infanta María Isabel de Borbón
Parma, enfermedad en la Cruzada en el Hospital
Alfonso Carlos, y madrina de bautismo del novio.
A continuación, y como el día lo
requería, fue servida una comida fría, la cual transcurrió dentro de la natural
alegría.
Al nuevo matrimonio felicitamos cordialmente, uniendo nuestra felicitación
a sus distinguidas familias.”
Mesa presidencial del banquete en los salones de Casa Baleztena. De izda a dcha: D. Jesús Arraiza, Javier Baleztena, camarero, Julia Hualde, Francisco Gurrea e Ignacio Baleztena
Tras la luna
de miel Mª Jesús y yo fijamos la residencia en la misma casa donde habían vivido
también el aitacho y la mamita al inicio de su matrimonio, sita en la C/
Fernández Arenas
Así
se abría la puerta a la continuidad de la familia, siendo el primer matrimonio
después del cual vendrían otros de los que hablaremos en próximas entradas si
Dios quiere.
Tras la
crónica oficial el canso de mi hijo Joaquín insiste en que al lector pueden interesarle
chascarrillos contados por mí mismo y me ha grabado una entrevista que va a continuación,
con vergüenza por mi parte porque son cosas intrascendentes y anécdotas personales
y familiares.
Querido
lector, hoy Miércoles de Ceniza, comienzo de la cuaresma, no podía pasar
inadvertido en el blog del aitacho. Esta tarde a las 19:20 iremos a ver el
Traslado del Cristo Alzado, posiblemente la primera procesión penitencial de
toda España. Mis nietos, biznietos de Ignacio Baleztena, participaran de
mozorricos y el mayor de los chicos que ya ha cumplido la edad suficiente por
primera vez saldrá de portador del paso, siguiendo la devoción y tradición de
sus mayores.
Hoy vamos a
contar una de las cosas del aitacho que si bien no tiene mucho que ver con el
recogimiento de lo antes dicho es muy entretenida.
Esta anécdota
ocurre en torno a 1965, entre 1964 y 1967, fechas en las que mi hermano Cruz Mª
reside en Pamplona antes de dar el salto definitivo a Madrid[1].
Un día mi hermano
Cruz, Cruz Mari, estaba pintando en la galería de Casa Baleztena, y en el suelo
había un cartón tipo cartulina grande todo manchado de mezclas de colores,
goterones de pintura, trazos de pinceles, vamos la típica “pieza de sucio” -
por llamarla de alguna manera- que utiliza todo pintor que se precie. El
aitacho se quedó mirándola un rato y soltó una carcajada. No sabíamos por qué pero
tampoco le dimos mayor importancia. Al día siguiente recortó un trozo de dicha cartulina,
se fue al archivo y a la vuelta se estaba venga reír. Le preguntamos qué
ocurría y nos contó todo.
Vista parcial de la galería de Casa Baleztena, en el cuarto piso, donde Ignacio Baleztena pasaba horas enteras entre libros, papeles, escritos y documentos.
José Ramón
Castro Álavaocupaba el cargo de Director
del Archivo General de Navarra, hasta su jubilación en el año 1966[2],
y mi padre pasaba horas interminables como oficial de dicho Archivo
investigando entre legajos. Tenían buena amistad y no tuvo mejor ocurrencia que
gastarle la siguiente broma que nos narró el aitacho:
“Esta semana han mandado un libro sobre
Picasso al Archivo y entonces Castro me lo enseñó
- Mira Ignacio, mira qué libro
me han traído.
Al volver a casa y ver a Cruz pintando se me ocurrió una ideica. Hoy en
el Archivo he sacado el tema del libro y le he comentado a Castro lo
interesante que era y que si ya lo había ojeado.
-La verdad que todavía no- me ha
dicho
- Pues mira porque a veces el autor suele meter un boceto del pintor
como detalle para ediciones especiales. ¿Ya has mirado a ver si por casualidad
hay alguno en ese libro?
- No, sinceramente ni se me había ocurrido
Y efectivamente Castro ha cogido el libro y ha descubierto la cartulina
pintarrajeada que ayer recorté del cuarto de Cruz y que previamente yo había introducido
entre las páginas. Entonces me ha dicho con auténtico entusiasmo:
-¡Mira
Ignacio mira! que pintura más interesante, menudo detalle. Está sin firmar,
pero se ven trazos claros.
Yo le daba la razón y le he animado a guardarla en su casa ya que era
un recuerdo personal hacia él como director del Archivo, que no tenía valor
material al no estar firmada pero que era un afortunado, y así el bueno de
Castro se ha quedado entusiasmado con su “Picasso””
La verdad es
que el aitacho estuvo tres días sin poder pararse de reír cada vez que se
acordaba de su hazaña. Su buen amigo Castro nunca supo la verdad. En vez de un
Picasso era un “Crucito”.
Y con este acontecido espero que hayas
disfrutado del humor del aitacho, que no tenía remedio. Y en la próxima entrada
más si Dios quiere. Nos vemos esta tarde en el Traslado del Cristo Alzado.
[1]Burillo Patxi, Cruz Baleztena. Filmoteca Navarra. Pamplona 2022. pp 38-42
[2]Gran Enciclopedia
de Navarra. http://www.enciclopedianavarra.com/?page_id=6768
Querido lector, en la anterior entrada veíamos cómo los hijos del aitacho y la mamita íbamos creciendo y
haciéndonos hueco en la vida, quedándose el hogar Baleztena Abarrategui cada vez
algo más vacío, y seguimos con este tema, que nos servirá para entender futuras
entradas sobre la biografía del aitacho.
Joaquín tras
acabar Bachillerato decidió ir también a Madrid donde comenzó estudios de
perito agrícola durante un año, pero cambió de idea y se trasladó a
otra ciudad a probar con los estudios de perito avícola, volviendo finalmente a
Pamplona.
Sylvia
(Silvita) vivía a caballo entre Pamplona y Madrid donde pasaba largas
temporadas. Finalmente en Pamplona montaría un taller de modista y una boutique
de moda llamada Lady & Shock que fue víctima de un atentado de la banda
terrorista ETA en 1978 mediante una bomba contra dicho comercio[1].
Mientras tanto
Ignacio (Tatito) dejó el Seminario al ver que no era su vocación, y yo tras
ingresar en Loyola para finalizar mi formación como jesuita, cuando ya iba a ir
de misionero a Venezuela, también vi que no era lo mío. Ninguno de los dos
llegamos a ordenarnos. Ignacio se fue a Bilbao a estudiar marina mercante,
llegando finalmente a ser capitán. Vivió en Pamplona una temporada y definitivamente en Bilbao, aunque durante épocas muy prolongadas estaba embarcado. Yo ingresé en el Estudio General de Navarra
(embrión de la Universidad de Navarra) siendo de la segunda promoción de
Filosofía y Letras. Tras trabajar como profesor de los Escolapios, acabé siguiendo el camino de mi padre como archivero en el Archivo General de Navarra aprobando la oposición a ello.
En esa segunda mitad de los años 50 Luis
(Bollo) le transmitió a la mamita su posible vocación sacerdotal, la cual fue
desechada con un “Imbécil, no me hagas hacer el ridículo más, bastante hemos tenido con tus dos hermanos, así que primero
estudias”, por lo que estuvo en en un internado de frailes en Vitoria con su hermano Miguel hasta
que acabó el PREU (los estudios preuniversitarios). Como ya vimos Miguel fue a cabar los estudios a Madrid y Luis y yo hicimos la mili juntos, yo como alférez de milicias y el como gastador. Al acabar el servicio militar se fue a estudiar
aparejador inicialmente a Madrid yal
finalizar la carrera se asentó en dicha ciudad hasta su jubilación.
De izquierda a derecha: Sentados: Carlos, Ignacio con uniforme de marino mercante y Joaquín De pie: Javier de alférez de milicias, Cruz, Miguel y Luis con uniforme de la mili
Cruz en 1954 mientras estudiaba Comercio finalmente convenció a “los aitachos”, que no
estaban muy por la labor, para realizar estudios artísticos y viajó para ello a
París, donde viviría los siguientes 5 años estudiando bellas artes en Métiers
d´Art. Posteriormente tras una breve época en Pamplona terminó viviendo en Madrid. Fue un reconocido decorador de cine (director artístico),
dando finalmente el salto a la televisión[2].
Foto tomada con motivo de la muerte del tío Joaquín Baleztena Ascárate en 1978 De izquierda a derecha Sentados: Javier archivero en el Archivo General de Navarra, Rosario relaciones públicas de Sniace, Sylvia propietaria de una boutique, Mª Isabel e Ignacio capitán de marina mercante De pie: Carlos arquitecto, Luis aparejador, Miguel empleado en la academia de arquitectura de Carlos, Joaquín y Cruz decorador de cine
Mª Isabel
(Maisabelica) al tener un retraso mental debido a su epilepsia desde la infancia
se quedó al cuidado de mis padres en la casa familiar.
El aitacho, gracias a su “pluriempleo” como archivero en el Archivo General de Navarra que es lo que
laboralmente le apasionaba y su principal fuente de ingresos, también como director del
Museo de Navarra y con lo poco que recibía por sus colaboraciones en su sección
“Iruñerías” del Diario de Navarra, vio cómo iban saliendo sus hijos adelante. Nada hubiera sido posible sin la mamita. Nuestros padres nos transmitieron además de la vida lo fundamental que
querían para nosotros, la Fé católica y los medios para que pudiéramos seguir nuestro futuro por nosotros mismos, bajo la protección de la Virgen del Chaparro con
su lema “cuan buena es la unión de los hermanos”. Ese era el proyecto, una
familia unida por el amor y la Fé aunque por circunstancias de la vida cada uno
fuera viviendo su propio camino. El aitacho también nos impregnó su amor a
Navarra, a los Fueros y a las Españas desde la óptica carlista con lealtad a D
Javier de Borbón Parma.
Ahora llegaba
la hora en que los hijos, con la libertad que siempre nos habían dado mis
padres, tomáramos nuestras propias decisiones en la vida. Aunque me haya centrado en lo laboral para explicar las idas y venidas, el orden de valores transmitidos por mis padres es el que figura en un cartel de la biblioteca: Iglesia, familia y trabajo.
Y en la próxima
entrada si Dios quiere veremos otra anécdota sin desperdicio de la vida del aitacho.
[1] El País.
6 nov 1978. https://elpais.com/diario/1978/11/07/espana/279241231_850215.html#
[2] Burillo
Patxi, Cruz Baleztena. Filmoteca Navarra. Pamplona 2022.
Querido
lector, en los años 50 del S XX otro fenómeno que se produce en la vida del
aitacho es que el “nido se va quedando vacío”. Los hijos se van independizando
y comenzando a hacer su vida. Ignacio (Tatito) dio una gran alegría a mis
padres yéndose a estudiar al Seminario. Para muchas familias navarras era una
gran noticia que surgieran vocaciones sacerdotales en su seno, y en un hogar
tan católico como el de los Baleztena especialmente. También yo fui a estudiar
al internado de los Jesuitas en Javier, seminario menor de la Compañía de Jesús,
siendo una época feliz de mi vida. Por esa época (mediados de los 50) Rosario (Rosarito) se hizo azafata de vuelo de
Aviaco y se fue a trabajar como tal a
Madrid, donde obtuvo además el título oficial de enfermera. Se instaló en un piso en la C/ Jorge Juan junto con otra compañera de trabajo. Tras
3 accidentes aéreos en los que murió al menos una azafata justo en un avión que
tenía que coger ella seguidamente, dio un giro a su vida profesional para
trabajar en relaciones públicas del grupo industrial Sniace. Carlos (Caco),
decidió estudiar Arquitectura, cumpliendo así un antiguo sueño de mi padre que
inicialmente quería haber sido arquitecto. Como en Navarra no había Escuela de
Arquitectura se fue también a vivir a Madrid, de momento provisionalmente al
piso de la Calle Jorge Juan. Tras de él se fue el más pequeño, Miguel (Miki), a
la edad de 14 o 15 años a finalizar sus estudios de bachillerato también en la
capital. Posteriormente Carlos acabaría montando un brillante estudio de
arquitectura en Madrid y una de las academias de esta disciplina más
prestigiosas de la capital, donde también trabajó como empleado Miguel. Ante
esa situación se presentó a mis padres la ocasión de alquilar otro piso más
acorde y a buen precio en la C/ Orfila 7 de Madrid, donde pudieran vivir juntos
los hijos que poco a poco iban yendo a vivir a la Villa y Corte. Se trataba de
un apartamento antiguo, de techos altos, perteneciente a la Embajada Inglesa.
Familia Baleztena Abarrategui: de izda a dcha y de arriba a abajo: Cruz Mª con una paloma en la mano, Mª Isabel, Joaquín, Ignacio Sylvia, el aitacho (Ignacio) mirando a la paloma y la mamita (Carmen) en el centro, Rosario Carlos, Luis, Miguel y Javier
Te preguntarás por qué sale una paloma en la foto. Era una mascota que tenía mi hermano Cruz y que andaba revoloteando por la casa. En la foto familiar no podía faltar, y se ve cómo el aitacho la mira sonriendo.
Y en la
próxima entrada veremos qué iba ocurriendo con el resto de hijos de Ignacio
Baleztena y Carmen Abarrategui, y más cosas acerca de la vida del aitacho si
Dios quiere.
[1] Burillo
Patxi, Cruz Baleztena. Filmoteca Navarra. Pamplona 2022.
Querido
lector, seguimos en los años 50 del siglo XX con el aitacho, y esta vez sus
hijos y sobrinos.
En esa época y
posteriores la AET (Agrupación de Estudiantes Tradicionalistas), organización
juvenil carlista, ejercía militancia antifranquista. En ese grupo participaban mi
primo José Jaurrieta Baleztena (Coté), mi hermano Cruz Mª, Paquito Saez,
Ignacio Astráin, Felix Barrio, Juanito De Diego y otros. Yo por razón de edad y
porque estaba interno en los Jesuitas de Javier, en los primeros 50 no podía participar
todavía y me incorporé más tarde. Refiere Patxi Burillo[1]
que dirigidos en Pamplona por mi padre Ignacio, repartían octavillas impresas
de forma clandestina que el aitacho almacenaba en los despachos de la Diputación
Foral de Navarra. Fruto de estas actividades mi hermano Cruz fue detenido
durante una visita a Navarra de Pilar Primo de Rivera, dirigente de la Sección
Femenina de Falange, al ser sorprendido por la policía mientras pintaba junto a
la recién inaugurada iglesia de San Francisco Javier en contra de dicha visita.
Esto ocurrió durante la celebración del XVII congreso nacional de la Sección
Femenina de Falange en enero de 1954. Los activistas de la AET, entre ellos mi
hermano Cruz, se movilizaron en contra. El
21 de enero fue la clausura de dicho congreso en Javier y apareció la carretera
de Pamplona a Javier llena de pintadas que rezaban “Cuidado Javier que viene la
Pili”, en referencia a Pilar Primo de Rivera.
Noticia de la clausura del Consejo Nacional de la Sección Femenina en Javier El Pensamiento Navarro 22 enero 1954 pp 1 y 3
Lo cierto es que el aitacho
estaba detrás de todas estas actuaciones clandestinas contra el régimen que
ejecutaban las siguientes generaciones, orgulloso de que sus hijos y sobrinos
le siguieran.
Y en la
próxima entrada si Dios quiere hablaremos de más temas relacionados con el
aitacho e indirectamente su hijo Cruz, que me las ha recordado la relectura del
libro de Burillo por asociación de ideas.
[1] Burillo
Patxi, Cruz Baleztena. Filmoteca Navarra. Pamplona 2022. P 20