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jueves, 12 de enero de 2012

Reacciones tras el asalto y quema de Casa Baleztena. Abril 1932

Querido lector, antes de este paréntesis navideño en el que hemos disfrutado de los orígenes de la cabalgata de Reyes Magos de Pamplona en cuyo comienzo tenía que estar, cómo no, el aitacho, volvemos al tema del asalto y quema de Casa Baleztena en abril de 1932, durante la II república española.

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Para ir a la entrada anterior referida a este episodio pincha aquí

Estos hechos produjeron el rechazo de muchas personas como veremos enseguida. Entre ellas se encontraba Ar­turo Campión, que desde San Sebastián, donde residía, a través de su mujer Emilia Galdiano, en­vió una carta de condolencia a la tía Mª Isabel, hermana de mi padre Ignacio Baleztena, di­ciendo:  

"Querida Mª Isabel, no se cómo expresar el horror y la pena  que me causa la salvajada de que fueron V. víctimas el pasado día. Quien hubiera creído que tanto como VV. han hecho por los obreros y pobres había de ser tan mal correspondido! Créame V. no me puedo desimpresionar y lo recordamos Arturo y yo constantemente protestando ambos de acto tan bochornoso para Pamplona como el que hemos presenciado el lunes. Que recuperen VV. la tranquilidad en ese pueblo procurando no recordar lo que sufrieron. Ya sabe V. cuan sinceramente los acompaño y lamento todo lo sucedido. Salude V. a sus hermanos y ya sabe V. cuan de veras le aprecia su afma. amiga

Emilia Galdiano". 

Tras la firma aparecen en líneas torcidas estas palabras de Campión:  

"Distinguida amiga: Agur. Pro­testo airadamente contra las brutales hazañas de la chusma. Comunique mis sentimientos a sus hermanos. Singularmente a Ignacio”. Si­guiendo una anotación de su mujer: "Vea V. como escribe un casi ciego".



Carta de los Campión a los Baleztena protestando contra el asalto y quema de Casa Baleztena por la "chusma", y transmitiendo su pesar y apoyo a la familia tras dichos sucesos.


Este es solo un botón de muestra de las muchísimas adhesiones y muestras de apoyo recibidas por la familia. ¿Cómo?. Mediante cartas en los periódicos y a través de la Cámara de Comercio, cuyo comunicado conservamos gracias a la tía Lola Baleztena, hermana de mi padre Ignacio:

“Adhesiones a la actitud de la
Oficial de la Cámara Oficial del Comercio e Industria
De Navarra
  
            El Pleno de esta Corporación volvió a celebrar a noche sesión extraordinaria, con asistencia de veinticinco señores de los que la integran.

            Vio con completa satisfacción que le acompaña el sentir unánime de las fuerzas vivas de la Capital, las cuales se han adherido con el mayor entusiasmo al telegrama dirigido por esta Cámara, el martes último, a los Excmos. Señores Presidentes del consejo de Ministros y Ministro de Gobernación, protestando contra los vergonzosos sucesos ocurridos en Pamplona recientemente y pidiendo la destitución del Gobernador Civil.

            Así bien, reconoció el Pleno de esta entidad que las actuales circunstancias son las menos a propósito para la organización de actos que pudieran perturbar la vida de nuestra querida ciudad, y a la vez, ser mal interpretados.

            Igualmente, acordó rogar a la Prensa de Pamplona, la publicación de las adhesiones que la Cámara ha recibido hasta la fecha, y en nombre de todas ellas, reiterar ante los Poderes Públicos la petición que se formuló en el mencionado despacho y que espera será atendida.

            A continuación, sigue la lista de las adhesiones recibidas a los acuerdos adoptados por unanimidad por el pleno de la Cámara Oficial del Comercio e Industria de Navarra, en su sesión extraordinaria, del 19 del actual…”

Obviamente el gobernador civil de la república Andrés no dimitió, y esto parece que es una patología asociada a algunos cargos políticos que viene de tiempo atrás. Todo menos soltar el sillón. 
"El Pensamiento Navarro" además de la reseña de la noticia, transcribe, al igual que otros diarios, la petición de dimisión del Gobernador Andrés Casaus, solicitada por la Cámara de Comercio.
 
Lamentablemente, y contestando a una pregunta que me hace un lector en una entrada anterior, que puedes leer pinchando aquí, que yo tenga constancia, ni la Diputación de Navarra ni el Ayuntamiento de Pamplona, de los que formó parte el aitacho, se dignaron a condenar oficialmente los lamentables sucesos, ni tomaron medidas a su nivel al respecto. Tuvo que ser la sociedad civil como hemos visto, y seguiremos viendo, con iniciativas como la expuesta en estas líneas y otras que introduciré en la siguiente entrada.

Así que continuará si Dios quiere

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