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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Comienza el tiroteo contra Casa Baleztena. Recuerdos de un día trágico IV



Manuscrito inédito de la tía Lola, Dolores Baleztena, "Recuerdos de un día trágico"
"De pronto se oyó en la calle un ¡viva la república! E instantáneamente, un tiro de pistola, pasó a unos dedos de Josefina y vino a dar encima de la cabeza de María Isabel. Los ángeles de la guarda empezaban su faena.

Casa Baleztena en aquellos años. La sala de estar y comedor de la misma se encontraban tras el ventanal con forma de arco que se ve a la izquierda en la foto

            Como si aquel grito odiado fuera la señal de ataque contra nuestras desprevenidas personas, una lluvia de piedras rompió con estrépito los cristales del comedor y cayeron a nuestros pies sin tocarnos.


El ventanal del comedor se vino abajo ante una lluvia de piedras rompió con estrépito los cristales

            Los hermanos y los sobrinos, como movidos por un resorte, sin decirse una palabra, corrieron a la galería, y tomando escopetas de caza y cartuchos, volaron a colocarse en lo alto del tramo de escaleras que está tras la cancela de cristales de la entrada, y allí se situaron serenos, dispuestos a jugarse la vida defendiendo la casa, la familia. Recuerdo que sonreían y nos animaban.

Tras la puerta del portal está esta cancela, que antiguamente era de vidriera, y da acceso a la vivienda. Los tíos y primos se colocaron con escopetas de caza, para evitar el avance de los asaltantes, en lo alto del tramo de escaleras que está tras la cancela de cristales de la entrada.
            Como los perros ladraban, Chan riéndose decía: se ponen contentos porque oyen tiros y se figuran que vamos de caza.

            Los vi tan expuestos, ellos tan buenos, tan nobles, tan generosos, que corrí al teléfono y llamé al gobernador. Creía, ¡pobre de mí!, que a penas se enterara de nuestra situación, daría órdenes para ayudarnos.

            En el acto, acudió a mi llamada, yo le dije, poco más o menos: grupos muy numerosos están tirando tiros y piedras contra nuestra casa. Nuestros hermanos tendrán que defendernos si llegan a entrar en ella. Haga el favor de dar órdenes para que no nos veamos en ese caso. Y  mande la fuerza cuanto antes. El asalto a una casa particular es inadmisible.

            Josefina, que estaba conmigo, cogió el teléfono para insistir y apremiarle más. “Tengan calma, contesto, todo se arreglará”.

            Mientras tanto, aumentaba el vocerío y la confusión de los de afuera. Joaquín, no sabiendo qué partido tomar, se asomó al balcón, y enseñando el arma[1] para indicarles que teníamos con qué defendernos, les hizo ademán de que se alejaran y les gritó: “iros, dejadnos en paz”. María Isabel, ante el temor de que disparara, le sostenía la mano derecha.

            ¡Qué horror! Cantidad de balas dispararon contra ellos y..."

Continuará si Dios quiere
Casa Baleztena fue tiroteada por grupos izquierdistas el 18 de Abril de 1932 ante la pasividad del gobernador y la policía. Foto de "El Pensamiento Navarro"



[1] Se refiere a una escopeta de caza

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