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miércoles, 1 de junio de 2011

Una fiesta en París en 1926

Corazón Santo
Tu reinarás

Querido lector, salimos del mes de mayo dedicado a la Virgen y entramos en el de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Y ésta era una devoción muy querida por el aitacho, lo cual implica que igual que todos los días de mayo "hacemos las flores" los de junio "hacemos el Corazón Santo", pero esto ya te lo contaré con más detenimiento cuando se acerque esta solemnidad, porque tampoco tiene desperdicio.

Ahora retomamos la biografía de Ignacio Baleztena. Al aitacho le gustaba viajar a Paris como hemos visto en dos entradas anteriores sobre cómo descubrió mi padre esta ciudad y la del regalo de bodas, que te recomiendo leas antes que esta.

            En estas estamos cuando en uno de sus viajes a París con dos amigos suyos, allá por 1926, uno de ellos, indicó que había conocido a unas chicas españolas, muy majas, y que daban una fiesta aquella tarde, y les había dicho que él y sus amigos acudirían a la misma. Mi padre se indignó manifestando:

- Hemos venido de España aquí a la divertida París, y no se os ocurre mejor cosa que invitaros a una fiesta a casa, nada menos, que de unas españolas.

Pero al final le convencieron, y a regañadientes y refunfuñando fue a dicha fiesta, donde, efectivamente, se encontraron con unas chicas guipuzcoanas muy monas ellas y muy simpáticas. Enseguida el aitacho se hizo dueño de la situación y realizó allí todas sus gracias con las que animó la fiesta y encandilo a las “moceticas”, como decía él. (Acababa de cumplir los 40 años, mutilzarra impenitente, y las guapas guipuzcoanas tenían menos de 20)

Todo transcurría normal, hasta que al dar las doce de la noche, una de las chicas, llamada Carmen dirigiéndose a su hermana le dijo:

- Inesita, acuérdate que son las doce y mañana vamos a Misa (entonces el ayuno eucarístico era desde las doce de la noche, y no como ahora una hora antes de comulgar).

            Le impactó tanto que en un París en plena diversión, una chica joven, y además muy guapa (no es porque lo diga yo) y alegre manifestara sin ningún rubor que iba a ir a Misa y, lógicamente a comulgar. Esta chica guipuzcoana de Mondragón llamada Carmen, como veremos enseguida, terminó siendo su mujer y la madre de sus diez hijos.
Carmen Abarrategui Gorosabel conquistó el corazón de Ignacio Baleztena en París
 Y sobre cómo fue la boda del aitacho y la mamita hablaremos en la próxima entrada si Dios quiere.

2 comentarios:

  1. Pues tiene usted razón, su madre era muy guapa, no me extraña que, como dice "le conquistará el corazón" a su padre. Por cierto, ningún lugar mejor para enamorarse que en París, lugar al que todavía muchos relacionan con el romanticismo y "l`amour". Normal que tuvieran diez hijos. Un saludo.

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  2. Estimado Javier saludos cordiales y enhorabuena por este interesante blog sobre su padre.

    Necesitaría si es posible contactar con usted por lo que le invito si es posible a que se dirija a mi a través del e mail

    photoluisarellano@hotmail.com

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