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jueves, 16 de diciembre de 2010

Los sanfermines de "Premín de Iruña" (IV). Dos "ingleses" en el encierro


Querido lector. Antes de nada quiero saludar a un seguidor del blog que firma “Mañuetero”, porque siendo así tiene la suerte de poder tomar prácticamente en pijama y zapatillas los más famosos churros de Pamplona durante los sanfermines, en Octubre tras el rosario de la aurora y en alguna otra ocasión especial. Esto viene a colación por el gran cariño que “Premín de Iruña” tenía a esta calle y en concreto a la churrería y la familia de “la Bella Pascualita” del Gigante Kilikizarra, que aun la conservan manteniendo la tradición de los churricos de la Mañueta. Y es que allí el “aitacho” pasó muy buenos momentos entre otros con sus giganticos de los que hablaremos otro día. Sobre el tema de la cultura vasca ya adelanté algo en una entrada previa pero en breve podre concretar más la relación de Ignacio Baleztena con la lengua para satisfacer la amable sugerencia de “Mañuetero” y seguramente de otros lectores. Pero que me centre, que si no me disperso. Nos encontrábamos en el año 1912, concretamente en los sanfermines. El “aitacho” había clausurado a su manera el congreso vitícola el  7 de Julio (por cierto un evento que tuvo un especial relieve a nivel nacional y al que vino el Jefe de Estado Alfonso XIII entre otras renombradas personalidades). Pero durante esas fiestas no iba a ser la única “cosa de Baleztena” que iba a hacer. Junto con su gran amigo el conocido comerciante Emilio Malumbres, no tuvieron este mismo año otra ocurrencia que correr el encierro de una manera un poco “especial”. Ignacio que era más bien alto y delgado se disfrazó de inglés colonial con un chaqué color habana, proce­dente del “Teatro Chopical” de Leiza, con pantalones “briches”, gorra, máquina de cine (hecha con una caja de madera, por cierto, muy bien imitada), largas patillas y gafas enormes, seguido de un Emilio Malumbres que era bajo y regor­dete vestido de andaluz y portando una maleta. 

Ignacio Baleztena alto y delgado con Emilio Malumbres bajo y regordete en 1962 (50 años después). Foto del Diario de Navarra
De esta guisa salieron de una cuadra junto al Maissonave para correr el encierro. Tuvieron que zafarse, sabe Dios cómo, de Reta  jefe de la policía municipal que intentó detenerlos. En estas aparecieron co­­­­­­­­­­­­­­­­­­­rriendo  en la Plaza de Toros en el pelotón de los valientes, es decir, los primeros de todos y se situaron en medio del ruedo. Mientras comenzaban a llegar los primeros corredores colocaron con flema británica su cámara ficticia sobre un trípode e Ignacio comenzó a hacer como que filmaba el encierro mientras Emilio le daba indicaciones sobre los planos que debía tomar. Obviamente en los tendidos se empezó a generar la consiguiente alarma entre los espectadores que ya se rumiaban a los des­pistados turistas arrollados y corneados por los toros. Todo fue cuestión de segundos. Comenzaron a oírse gritos para avisar a tan pintorescos visitantes. Pronto los alaridos se tornaron en grandes carcajadas al observar que los dos turistas cuando los morlacos estaban al caer abandonaron maletas, cámara y demás artilugios, y poniendo pies en polvorosa saltaron al callejón de la plaza tras los burladeros. El asunto coleó durante años en los mentideros de la vieja Iruña. Tanto es así que para celebrar uno de los aniversarios de la hazaña en otros sanfermines,  no contentos con su anterior actuación, no tuvieron otra idea que pasearse por la Plaza del Castillo con caballos de picador que les prestó Escalada antes de la corrida.
 
Titular del Diario de Navarra recordando el suceso en 1962 (50 años después)
Pero todavía en 1962, al cumplirse el cincuentenario, lo celebraron am­bos de la mejor manera que se les ocurrió, con una Misa en los Carmelitas, en acción de gracias, y una comida de hermandad. Y con tan Fausto motivo aun les hicieron una entrevista en el Diario de Navarra para recordar lo acaecido hacía diez  lustros.
Bueno, cogiendo carrerilla tengo el riesgo de ir saltando los años, y no es cuestión de eso porque por esta época tuvo lugar el primer Riau Riau, y ¿sabéis  quién lo comenzó?. Hasta la próxima entrada si Dios quiere

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