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martes, 21 de febrero de 2023

50 aniversario del fallecimiento de Ignacio Baleztena

 

Querido lector, el 23 de Septiembre de 1972 fallecía el aitacho en su Casa Baleztena, la casa familiar, donde nacimos y vivimos sus hijos, la que fue nuestra casa. 


El pasado septiembre el Diario de Navarra hacía una reseña de este aniversario en su apartado "Hace 50 años"



Detalles del obituario del Diario de Navarra del 23 de septiembre de 2022 con motivo del 50 aniversario del fallecimiento de Ignacio Baleztena Ascárate, "Premín de Iruña"






Con motivo de este aniversario hago una recopilación de entradas anteriores con alguna actualización.



El aitacho tuvo lo que hoy se llama un ictus quedando con una paresia que le impedía realizar vida autónoma, una enfermedad, larga, cruel, en la que quedó intacta su inteligencia pero le afecto al habla. No podía expresarse pero si que entendía lo que se le decía. Pese a esto fue la alegría del pabe­llón de recuperación de la clínica de Madrid donde estuvo internado. Animó a todos con sus gestos y las pocas palabras inteligibles que podía decir aun, como cuando ya se hartaba de los ejercicios y les decía a las enfermeras que le atendían "guapa" provocando risas, manteniendo genio y figura hasta el final




 y luego, como no podía hacerse entender bien con su jerga - "papio papa", vivió en silencio leyendo y releyendo y haciendo puzles mientras su vida se apagaba. Y esto sin perder nunca su alegría. Tras veinte días de agonía, D. Ignacio Baleztena Ascárate moría en Pamplona, en su casa de la Plaza del Castillo, tras escuchar la música del chistu que se bailaba en el Paseo de Valencia (Sarasate). Era el 23 de septiembre de 1972.

Recordatorio de difuntos de "Premín de Iruña"

En su recordatorio de difunto que yo mismo encargue en la imprenta aparece junto a la Cruz siempre en lo más alto, una foto alegre sacada en un momento de su vida en que estaba bailando, posiblemente el Ingurucho de Leiza. “Que alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor”. Debajo el grito en vascuence de “su” angelico, San Miguel de Aralar: “Nor Jaungoikoa bezala? Iñor Jaungoikoa bezala” (¿Quién cómo Dios?, nadie como Dios). Y por detrás la imagen de “la Dolorosa” del oratorio de Casa Baleztena, la Señora de la casa.



Trasera del recordatorio "la Dolorosa de Casa Baleztena"

Tras leer estas primeras letras a él le gustaría que este "recordatorio" tuviera la finalidad que propiamente corresponde a estas tarjeticas, para que recuerdes tú, amable lector, echar un recico por su eterno descanso en el Cielo, no sea que aun esté intentando alegrar en lo que se pueda el purgatorio con su buen humor escribiendo alguna  de sus aleluyas o cancioncicas a la espera de bailarlas en el Cielo. Dale Señor el descanso eterno.


El cadáver fue velado en el oratorio de Casa Baleztena, bajo la Virgen Dolorosa y junto a un cuadro con la leyenda tan carlista que dice: "Ante Dios nunca serás héroe anónimo". Sobre el sudario su caperuza de "mozorro" que tantas veces utilizó en las procesiones de Semana Santa como fiel miembro de la "Hermandad de la Pasión". Hasta allí se acercaron cientos de pamploneses que posteriormente llenaron en mucho mayor número la Parroquia de San Nicolás, abarrotada en sus funerales. Se congregaron gentes de todo tipo: las autoridades municipales y forales y sobre todo el pueblo de Pamplona al que tanto quiso. Muchos amigos  de toda condición pero sobre todo montones de personas agradecidas. El nunca hizo distinciones y eso se vivió en su despedida. También acudieron sus queridos gitanos de la zona de la C/ Descalzos, con los que siempre tuvo muy buenas relaciones. Durante la Misa el órgano entonó el "Agur Jaunak" que es un canto vasco de bienvenida, en este caso de bienvenida al camino definitivo hacia el Cielo. Las banderas de la Diputración Foral de Navarra permanecieron a media asta.

Y en la próxima entrada, siguiendo con este aniversario veremos si Dios quiere que ocurrió el 5 de enero de 1973.

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