Páginas

sábado, 29 de septiembre de 2012

La muerte de Chan



Querido lector, Septiembre de 1936 fue un mes negro para el aitacho y su familia. En el frente además de él estaban tres sobrinos suyos, Chan (Juan Jesús) y Javier Jaurrieta Baleztena, hijos de su hermana tía Luisa y Germán, y Apico (José Joaquín) Jaurrieta Baleztena, hijo de tía Silvia y Pablo Jaurrieta.

Chan y Javier Jaurrieta Baleztena con su primo José Joaquín (Apico) requetés en Somosierra

A comienzos de Septiembre los sobrinos escribían una carta a la familia en la que decía Chan:

“Seguimos en primera fila, y aunque el peligro es mayor, se tiene el consuelo de estar en la vanguardia de la Religión y de la Patria. Por nosotros no os apuréis, pues en el peor de los casos, nunca la muerte nos cogerá mejor preparados”.

Y Javier ponía en la suya:

            “Vivimos en una alternativa gloriosa. Si morimos, esperamos ir al cielo enseguida, y si no, volveremos a casa donde nos recibiréis con el cariño de siempre”.

            Y lamentablemente el 16 de Septiembre Chan caía mortalmente herido al tomar Navafría. Nos lo cuenta tía Lola:

            “Se negaba a ser evacuado, porque como él ya no tenía remedio, otros lo necesitaban más. Tras penosísima evacuación arrastrándose, tendido en una camilla depositada en un pasillo del hospital, se preparó a morir como un santico, y al despedirse de los chicos, les decía:

-         Muero contento por Dios, la Patria y el Rey. Siempre esperé este momento.

Y rezaba jaculatorias, allí, en el oscuro pasillo. Javierico le exaltaba en su agonía: “Tú, Chan, nuestro héroe, nuestro orgullo”, -y resumiendo en una palabra todo lo grande, añadió- “tú, Requeté”.

Cuando sus fuerzas se extinguían, murmuró:

- “Sujetadme bien el Rosario. Ponedme la boina roja”, y besando el Crucifijo, expiró.”

Recordatorio de difuntos de Chan Jaurrieta Baleztena, requeté. Como está escrito en él, roguemos a Dios por su alma que para eso sirven estos recordatorios.
             “El entierro de nuestro Chanico en Pamplona fue emocionantísimo; presidido por su hermano Javier que llevaba de la mano a sus dos hermanicos uniformados de Pelayos, detrás José Joaquín, su entrañable primo, los tíos y un inmenso concurso de gentes; le acompañó la banda de Requetés, la bandera y sobre la caja, llevada por requetés de Leiza, Joaquín mandó poner una monumental corona de laurel, en recuerdo del antiguo cantar que él solía repetir alegremente cuando iba a los mítines:

“Al carlista que muere en la campaña,
le pondremos corona de laurel”.

            Y pasó triunfal por las calles de Pamplona el cuerpo de aquel chiquillo, que no hacía dos meses, desfiló por las calles todavía pletórico de alegría, entusiasmo y valor.”

Entiero de Chan Jaurrieta Baleztena en Pamplona. Requetés de Leiza cargan la caja en el coche de difuntos en el que está una gran corona de laurel.

            El aitacho terriblemente conmocionado vino en cuanto pudo desde el frente para acompañar a la familia, y resultó que estando en Leiza, ya cuando iba a volver, ocurría otra muerte tal día como hoy 29 de Septiembre, hace 76 años, como veremos en la próxima entrada si Dios quiere.

             El 17 de Noviembre de ese mismo año, Chan fue condecorado póstumamente con la Medalla Militar

            “Orden del 17 de noviembre de 1936, concediendo la Medalla Militar al requeté Juan Jesús Jaurrieta Baleztena.

            Requeté: D. Juan Jesús Jaurrieta Baleztena (fallecido). El día 16 de septiembre, fue este requeté uno de los primeros en el asalto a la bayoneta y lanzando bombas de mano contra un reducto enemigo, cogiendo una ametralladora. Durante todo el día combatió heroicamente, hallándose en todo momento en los sitios de mayor peligro y más avanzados, en uno de los cuales, batido por el fuego enemigo, fue herido gravísimamente, negándose a ser evacuado por sus compañeros para evitarles un peligro cierto, haciéndolo él mismo a costa de grandísimo y penoso esfuerzo; hallándose concentrado todo el valor y espíritu de este requeté ejemplar en la frase pronunciada antes de morir: “Muero contento por dar mi vida por la religión y por España, y tranquilo por haber confesado y comulgado esta mañana”. Por el valor y ejemplaridad de su conducta y compañerismo y sacrificios demostrados en la lucha en que tomó parte, el jefe de la columna considerolo acreedor a la Medalla Militar.

Firmado: El General Jefe Gil Yuste”.

Dales Señor el Descanso Eterno y brille para ellos la Luz Eterna. Descansen en Paz.

domingo, 23 de septiembre de 2012

40 Aniversario de la muerte de Ignacio Baleztena, Premín de Iruña o Tiburcio de Okabío

Querido lector, hoy hace 40 años, el 23 de septiembre de 1972, fallecía el aitacho, Ignacio Baleztena, Premín de Iruña o Tiburcio de Okabío.

Precisamente este blog comencé a escribirlo por el final, porque la muerte es la culminación de la vida y el aitacho murió como había vivido, con la Virgen del Chaparro y el Lignum Crucis en la cabecera de su cama, escuchando el chun chun, como le gustaba a él llamar al chistu y con una sonrisa en la cara, la que mantuvo toda su vida.

Hoy desde el cielo habá disfrutado de lo lindo viendo pasearse por las calles de su querida Iruña a "esos simpáticos monigotes que tantos ratos felices han proporcionado a Premín de Iruña", es decir, los gigantes de Pamplona. (pinchar aquí)

No guardéis un minuto de silencio, que no sirve para nada, emplead ese tiempo en una oración por su alma, que es lo que a él le hubiera gustado y lo único que ahora puede venirle bien, si es que aun la necesita. Y después a sustituir el silencio por la música de las gaitas y tamboriles, los chistus, las canciones, los danzaris, y toda la alegría que supo desparramar por su querida Navarra mientras aun disfrutábamos de su presencia.

Recordatorio de difuntos de Ignacio Baleztena. Atención a la foto, porque está sonriente bailando un ingurucho, una jota o una purrusalda, a saber.

Para saber más sobre su muerte y su persona puedes leer estas entradas:





Dale Señor el descanso eterno y brille para el la Luz eterna. Descanse en Paz


lunes, 17 de septiembre de 2012

Los Baleztena interceden por el carabinero republicano


+
Ave Crux
Spes Unica


            Querido lector, el 14 de Septiembre celebrábamos la Exaltación de la Santa Cruz. Mientras en tantos sitios se pretende arrinconarla y apartarla, en este blog hacemos una mención especial a la misma porque si algo era el aitacho era amante de la Cruz. Cofundadorde la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, (este día 14 de Septiembre es su día grande, al contrario de lo que algunas personas por desinformación hacen eco), romero a Santa Cruz de Leiza, venerador del Lignum Crucis, al que se debe el favor de la extinción del incendio de Casa Baleztena y que le acompañó en sus últimas horas, gran defensor de su presencia en los espacios públicos con toda naturalidad, impulso su reposición solemne en Leiza tras su retirada durante la II república…. Pero ya hicimos una entrada especial al respecto el año pasado por estas fechas que puedes ver pinchando aquí.

Ignacio Baleztena con la Cruz de romero a Ujué

            Siguiendo donde nos quedamos veíamos en anteriores entradas que mientras el aitacho, Ignacio Baleztena, partía al frente, su hermano Joaquín se dedicaba de lleno a seguir evitando represalias de retaguardia. Pues siguiendo en esta tónica ocurrió lo que nos narra Tía Lola en sus memorias.

“Días después de la toma de Irún, se presentó en casa un empleado de prisiones para advertirnos que un carabinero hecho prisionero en Behobia, al ingresar en la cárcel, había dicho:

- Si los señores de Baleztena supieran que estoy aquí, vendrían enseguida a libertarme.

            Motivos especiales tendría para asegurarlo y era necesario aclarar el caso. El carabinero había declarado:

- Varias veces, durante los años de la república, vi pasar el auto de esos señores conducido siempre por una señorita rubia (entonces, todavía, no había nevado sobre mi cabeza), los conocía muy bien y sabía lo que se traían entre manos. Particularmente, en la noche del 16 de julio, pasaron en el mismo coche D. Joaquín Baleztena, D. Luis Arellano y el Coronel Rada, a quien reconocí enseguida, y no los denuncié.”

"A Lola Baleztena, mi chofer en una noche histórica de inquietudes y esperanza al alborear esta glorosa Cruzada con todo afecto. Ricardo de Rada"

Y efectivamente, de nuevo Tía Lola tuvo que utilizar este mismo coche para llevar a Tío Joaquín, pero esta vez para interceder por este carabinero, que gracias a Dios fue puesto en libertad. Que vueltas da la vida.

Pero no solo en la retaguardia evitaban estragos los Baleztena, sino que el aitacho estando en el frente también tuvo ocasión de hacerlo...aunque esto lo veremos en la próxima entrada si Dios quiere.

martes, 11 de septiembre de 2012

Joaquín Baleztena intercede por un leizarra detenido


Querido lector, mientras el aitacho con el Tercio María de las Nieves participaba en la toma de Zaragoza, el tercio Leizarra de San Miguel avanzaba hacia Tolosa que casi no presentó resistencia, como ya había predicho mi padre, ya que gran parte de la población era precisamente tradicionalista. Lejos de eso precisamente nuevos requetés guipuzcoanos se unieron al mencionado Tercio de San Miguel, y formaron la famosa “Compañía de Tolosa”. Todos ellos partieron hacia San Sebastián sin descanso. Nos lo cuenta la hermana de Ignacio Baleztena, la Tía Lola:

            “Tolosa cayó a los pocos días con escasa resistencia, y por lo tanto, pudimos entrar sin peligro. ¡Con qué ansiedad nos pedían noticias de sus familiares que se habían evadido por los montes camino de Navarra! Y pudimos dárselas muy buenas, no así las que ellos nos contaron. El presidente de la Juventud Carlista de Tolosa y jefe de los requetés, José María Raguán, había sido encarcelado y asesinado junto al hermano de su padre. Se negó a evadirse con los demás, pues quedarse era su obligación. Junto con algunos amigos nuestros fueron fusilados en el Paseo Nuevo de San Sebastián, la familia de Astrain de Pamplona fue encarcelada y tantos otros con los que habíamos convivido en los tiempos de las propagandas. Fueron llevados prisioneros a las cárceles de los barcos de Bilbao.”

Requetés del leizarra Tercio de San Miguel tomaron Tolosa y siguieron hacia San Sebastián
             Pero estas malas noticias pronto pusieron a prueba si los Baleztena eran capaces de mantener sus ideales cristianos aun cuando todo podía incitar a la venganza. Lejos de eso ocurrió que en estas circunstancias fue detenido un leizarra por comunista. Era un destacado militante izquierdista que estaba muy en contra de la familia Baleztena, vamos que era muy de la cáscara amarga, como decían en casa. El detenido estaba en la cárcel de Pamplona y, al parecer, le iban a fusilar.

Enterados en Leiza de ello, tío Joaquín (hermano de mi padre Ignacio), volvió, una vez más, a coger el coche con tía Lola como chófer y marchar a Pamplona para tratar de evitar la ejecución del mencionado sujeto, cuyo nombre no me acuerdo a pesar que siempre lo solían mencionar en las sabrosas e interesantísimas tertulias familiares diarias.

            Todos en Leiza estaban impacientes esperando para saber cómo había terminado la situación. Así es que, al llegar tío Joaquín, enseguida se formó una tertulia:

-         ¿Qué ha pasado?
-         Pues todo ha ido bien, ya lo han soltado. – contestó Tío Joaquín
-         Pero ¿Cómo lo has conseguido?, si es más malo...
-         Nada, me han preguntado si era comunista y les he dicho que no. Ellos me respondieron “Pero D. Joaquín las noticias que tenemos es que es muy comunista” y yo les comprometí mi palabra, asegurando que no es comunista, y lo han soltado.
-         Pero, ¿cómo has podido comprometer tu palabra?, ¿No había otra manera?. Si es más malo que “arrancao”.
-         Pues qué queréis que dijera. Me preguntaron si era comunista y ya sabéis que no es comunista, es que es anarquista.
Joaquín Baleztena Ascárate fue siempre coherente con sus idales hasta el final de su vida. En esta foto sentado en la sede de "El Pensamiento Navarro", periódico carlista.
             Y así de nuevo los Baleztena se dedicaban en retaguardia a salvar gente de entre sus adversarios, como ya hemos visto como botones de muestra aquí y aquí. Y a este respecto en la próxima entrada, si Dios quiere, veremos lo que ocurrió con un carabinero republicano.