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lunes, 27 de junio de 2011

La Caída de Primo de Rivera

Querido lector, dejábamos al aitacho como diputado foral en 1930, tras la caída de Primo de Rivera. Para saber como se vivían en la familia Baleztena estos acontecimientos sociopolíticos la mejor manera puede ser acudir a lo que cuenta la tía Lola en sus inéditas memorias llamadas "25 años al volante, memorias de una chófer". Por eso a continuación transcribo un extracto de las mismas:

"Va perdiendo Primo de Rivera la dirección de España. El día 29 de enero se esparce la noticia: Ha caído el Directorio. Y todos se preguntan: ¿Quién lo sustituirá?.

            Berenguer, y su casi anónimo acompañamiento, carga con la difícil tarea de desenredar la madeja. D. Alfonso dice amén al ver deshacer lo que con su venia se hizo. Por todas partes se rompen placas de calles y plazas que ostentaban el nombre de Primo de Rivera. Así suele ser lo corriente en estos casos. Ya tenemos precedentes: Plaza Real, Plaza de la Constitución, Plaza de la República... Sería más cómodo, y sobre todo, más tranquilo, poner de una vez como lo hizo un zapatero cuyo nombre no pasó a la historia, aunque lo merecía por su sentido común: “Plaza del que manda”.

            Se dan cencerradas a la U.P. (Unión Patriótica). El público se desahoga, ya que en seis años no ha podido hacerlo. Se nota efervescencia. Es terrible la reacción del que se ve libre de repente, siempre usa mal de las primeras horas de su libertad.
           
Berenguer hacía eses y más eses ante los escollos que en su camino encontraba. Los socialistas toman vuelo y caen nieblas de preocupación. Se sienten temores para el porvenir.

En nuestros recorrido con el auto, al estacionar en las plazas de los pueblos, rara era la vez que no se nos acercara alguno, y después de saludarnos afectuosamente nos preguntara con aire misterioso:

            - Y los carlistas, ¿qué hacemos ahora?
           
            Cambiábamos impresiones y acabábamos por esta afirmación:

            - Pues, cuando las cosas vayan para peor, se acordarán de nosotros y haremos el primo como siempre.

            No tardaría el tiempo en dar la razón a este dicho".

Dolores Baleztena Ascárate escribió unas memorias que nos van a ser de ayuda para seguir el curso de la biogafía de su hermano Ignacio
"...Ha muerto en París a consecuencia de un ataque el General Primo de Rivera. Dios le tenga en su gloria. Desaparece el hijo predilecto de tantos pueblos y ciudades; y muere sólo en París, en una anónima habitación de hotel. El evangelio de este día rezaba precisamente: “El que se humilla será ensalzado”, y fue tan ensalzado: bien puede meditarse ante este acontecimiento sobre la fragilidad de las glorias terrenas.

            Los chicos nos reciben muy alegres, se burlan de mí, y Chanico[1], que no podía ver al Directorio, no se cansa de hacer preguntas y decir cosas la mar de festivas.

            Gandi, en la India, continua triunfal la “Marcha de los Mártires”, y yo, sin triunfos, ayunos ni martirios, sigo dándole al volante y paseo a la familia…".

En este contexto sociopolítico es en el que el aitacho se ve involucrado como diputado foral en una época en la que la II república se acercaba a marchas forzadas y que tanto influira en su biografía. Pero antes de todo esto nos queda pendiente hablar de la tía Juanita Baleztena, fundadora de las Salesas de Pamplona, que tan en el candelero está con motivo de las jornadas de puertas abiertas del convento. Y sin ovidarnos de que nos acercamos a fechas sanfermineras que van a marcar el calendario. A ver como organizo todo esto, en las próximas entradas si Dios quiere.



[1] Diminutivo de “Chan”, nombre familiar con que se le llamaba al sobrino Juan Jesús Jaurrieta, del que hablaremos más adelante por motivos que ya irás conociendo.


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