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sábado, 27 de noviembre de 2010

La festividad de San Cernin. Iruñería. Diario de Navarra 1949

Querido lector, igual te sorprenderá que escriba en sábado, pero es que la ocasión lo merece. Muchos de vosotros sabréis que el patrón de Pamplona es San Saturnino o San Cernín, como prefieras llamarlo, ya que San Fermín realmente es copatrón de navarra (junto con San Francisco Javier), y más concretamente de la Archidiócesis de Pamplona-Tudela. ¿Y a que viene a cuento todo esto?. Pues sencillamente a que el día 29 celebramos la fiesta de San Saturnino, día grande en la vieja Iruña y celebrado desde hace un montón de años... pero mejor es que nos lo cuente el "aitacho", es decir "Premín de Iruña", con una de sus "iruñerías" publicada en el Diario de Navarra precisamente tal día como hoy pero en 1949:

LA FESTIVIDAD DE SAN CERNIN


            Cuando “El gigante poeta, escolástico de la lengua” Don Luis Vélez de Guevara nos dice en un capítulo de su novela El Diablo cojuelo que una noche de junio a las once en punto “Don Cleofás Leandro Pérez de Cambrillo, hidalgo a cuatro vientos, caballero huracán y encrucijada de apellidos, galán de noviciado y estudiante de profesión” corría por los tejados de la coronada villa perseguido de alguaciles, corchetes y ministros, a causa de una aventura amorosa, en loa que nuestro hidalgo hizo el primo y el ridículo de la manera más triste y vergonzosa.

            Por huir de esa poco deseable compañía de perseguidores, se coló por el tragaluz de un desván , en el que un astrólogo, con sus puntas de nigromante y alquimista, tenía instalado un laboratorio. En una alacena, metido en una redoma de vidrio, se hallaba prisionero por mal de sus pecados el famoso Diablo cojuelo, demonio alegre y de bullicioso ingenio, inventor de la zarabanda, la chacona, el bullicuzcuz, el guirigay, el avelipandi y otros bailes más o menos pecaminosos. A ruego del infeliz diablillo rompió don Cleofás su prisión de vidrio, y en premio de esta acción el travieso diablejo proporcionó al hidalgo una sesión gráfica que dejaba muy atrás a cuantos No-Dos se desarrollan hoy en las pantallas cinematográficas. Subió con el hidalgüelo a una alta torre y desde ella hizo presenciar todo cuanto ocurría en el interior de las casas de la coronada villa, cual si sus tejados y paredes estuvieran fabricadas de transparente vidrio.

            Si yo, por influjo de algún revoltoso geniecillo, o por mi propio poder, pudiera encaramarme al gallo de San Cernin, y desde él disfrutar de ese curioso espectáculo de las viviendas transparentes, seguro estoy de que llegaría a averiguar en qué casa mora y actúa un concejal, edil corregidor de este municipio. En la que viese colocado junto a un balcón abierto una silla colgando de su respaldo un flamante frac y sobre su asiento un reluciente tubo o canariera, dispuestos a desprenderse del previsor olorcito a bolicas de naftalina; donde viese una cama limpia y confortable, cubierta por un bordado cobertor luciendo sobre ella una planchadísima y almidonada camisa, al lado de unos guantes y corbata blancos, y en el suelo unos zapatos lustrados hasta la charolez. Ahí, diría yo, ahí, en esa casa vive un castizo concejal, amante de las viejas tradiciones, que prepara su indumentaria para lucirla y lucirse con ella en la solemne procesión del glorioso patrón de la vieja Iruña, del gran San Saturnino.

            Pues el caso es, carísimos lectores míos (me hago la ilusión de tener algunos), que pasado mañana, día 29 de noviembre, celebra la iglesia la festividad de San Saturnino, el popular San Cernin, patrón de la ciudad de Pamplona, y sus hijos espiritual los irunshemes todos, y en su nombre sus dignos ediles, acostumbran celebrar su día con la solemnidad y esplendor que tan grato Santo se merece.


Los "dantzaris" haciendo el arco de honor con sus "makilas" a San Saturnino cuando entra en su parroquia tras la procesión el año pasado (1909).
(Foto de DDN, Jorge Nagore y Calleja
http://www.diariodenavarra.es/actualidad/imagenes.asp?id=2009112919472042&dia=20091129)

            Veamos ahora desde qué época data la costumbre de celebrar esta fiesta en Pamplona por medio de una solemne procesión y función de iglesia. Es muy cómodo decir de cualquier costumbre o práctica que ésta se pierde en la noche de los tiempos y datan de tiempo inmemorial, sin que en memoria de los hombres más ancianos exista idea ni recuerdo de su origen; con un poco de paciencia se averiguan las cosas y no es difícil en casos como el presente dar la solución.

            Hace 338 años, los discretos y sesudos rexidores de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Pamplona, Cabeza del Reino de Navarra, reunidos a son de campana en la sala de su Ayuntamiento, tomaron el importantísimo acuerdo que copio a continuación. A ti lector querido, como buen irunsheme que eres, te recomiendo, de todo corazón, tengas paciencia de leerlo detenidamente hasta el final.

            “En la Ciudad de Pamplona y Casa de su Ayuntamiento a 26 días del mes de noviembre de 1611 años, estando juntos en la sala de la Consulta, los señores don Francisco Cruzat, Dr. Murillo de Ollacarizqueta, Diego Pérez de Labayen, el Licenciado Marichalar, el Licenciado Monreal, Juan Ruiz Ibáñez, Joseph Marban y Beltrán de Garralda, regidores de dicha Ciudad digeron.

            Que por tradición antigua, se habla, que el primero que sembró la semilla de la Fe Católica en esta Ciudad y Reino fue San Saturnino, hijo de Ejeas, Rey de Acaya en las partes de Grecia, discípulo primero del bienaventurado San Juan Bautista y después del Vicario de Cristo San Pedro, uno de los setenta y dos discípulos de Jesucristo Nuestro Señor. Quien con el ejemplo de su vida y predicación trajo al verdadero conocimiento con el primer sermón que en esta ciudad hizo, cuatro mil y más personas, y por haber quedado éste tan bien fundado y por la intercesión de este Glorioso Santo, creemos y debemos creer piadosamente que Dios Nuestro Señor ha tenido y conservado esta Ciudad y Reino en esta fe católica, sin que en todo este tiempo haya faltado en cosa, de que le debemos dar infinitas gracias.

            Y viendo que la dicha Ciudad ha solemnizado y solemniza otros santos que por voto guardan con agradecimiento y demostraciones de procesión y otras, en hacimiento de gracias de los beneficios que esta república ha recibido de la Majestad de Dios, y por su intercesión por la salud temporal y frutos de la tierra, no siendo de tanta consideración, lo que este glorioso santo hizo fue tratar la salvación de las almas y quitar a nuestros pasados en aquellos principios los errores y gentilidad en que vivían, parece que hay mayor razón de hacer la misma demostración con este Santo, y así, habiéndolo tratado con el Ilustrísimo Sr. Don Antonio de Figueroa, obispo de esta Ciudad, y con los muy ilustres señores del Cabildo de la catedral de ella se ha acordado:

            Que en su día, en cada un año, se haga una procesión solemne desde la catedral a su iglesia, y que en ella su Señoría de dicho Cabildo diga misa con sermón, nombrando el dicho Reximiento predicador para esto, como lo hace en las demás fiestas de su voto y devoción, y que en la víspera se hagan hogueras por la dicha ciudad y otras demostraciones de contento, convocando a los divinos oficios a todo el pueblo, para que en sus oraciones rueguen a la Majestad de Dios, por el aumento de la fe, a cuyo nombre se hace y debe hacer esta memoria y de ello mandaron hacer auto y firmaron.- Doctor Murillo de Ollacarizqueta…”(siguen las firmas).

            De modo que la fiesta y procesión de San Cernin, data del año 1611; desde esa fecha, con la pequeña interrupción de los años de la República, ha celebrado Pamplona con toda solemnidad la fiesta de su Patrono.

            La procesión ha seguido siempre el mismo trayecto, como puede verse en las actas municipales. En el libro que se conserva en el Archivo Municipal titulado “Formulario de los Actos y Funciones que acostumbra celebrar esta M. N. y M. L. Ciudad de Pamplona Cabeza del Reino de Navarra” se dispone que “saliendo la procesión por las puertas principales (de la catedral) vaya siguiendo por la calle de Navarrería, Santa Cecilia, Cruz y calle de Mercaderes, Plaza de la Fruta, Bolserías, Portalapea hasta la parroquia del Santo; y entrando en ella, por la puerta principal, salga por la del coro sin dar más tiempo que el necesario para incorporar el Santo en dicha procesión; estando formada ésta se prosigue por la calle Mayor al Campo de la Taconera, y de allí a la calle de San Antón, Zapatería, Salinería, Cabecera de la Plaza de la Fruta, bocacalle del Chapitel, Casa de Caparroso, Plaza de la Fruta, Bolserías, Portalapea hasta San Cernin, donde termina”.

            Seguía y sigue después la misa solemne durante la que el Excelentísimo Ayuntamiento ocupa dentro del januado los bancos del lado de la Epístola.

            Este año disfrutaremos de la vieja novedad de ver cómo una vistosa comparsa de danzaris precede a nuestros ediles en su triunfal carrera por las rúas Pamplonesas.


Los danzaris del Ayuntamiento participan por primera vez en la procesión de San Saturnino en el año 1949. (Foto de http://www.dantzan.com/hemeroteka/60-anos-de-dantzaris-en-pamplona)

            Mi felicitación más entusiasta a los dignos concejales que tal acuerdo han tomado y llevado a la práctica.

Tiburcio de Okabío

(IRUÑERIAS, Diario de Navarra, 27 de Noviembre de 1949)

Como curiosidad quiero anotar que detrás de la fundación del grupo de danzas del Ayuntamiento estaba como no podía ser de otra manera Ignacio Baleztena, el perejil de todas las salsas. Quiero felicitar a todos los pamplonicas, pamploneses o irunshemes en el día de nuestro santo patrón. Una felicitación especial a la Cofradía Musical San Saturnino que esperamos que este año de nuevo interpretaran una bonita estampa al santo en el recorrido de la procesión. Y a ti fiel seguidor de este blog espero verte disfrutando de este evento.

Seguro que el "aitacho" organiza unas buenas mecetas en el cielo con cohetes y celebraciones mano a mano con San Saturnino, disfrutando especialmente de ver la última salida de los Gigantes en este año que celebran su 150 aniversario. Con esta ocasión a partir del 30 quiero aprovechar el blog para ofrecerles a estos "simpáticos monigotes" el cariñoso homenaje que Ignacio Baleztena hubiera querido darles recordando cosas curiosas y bonitas que él escribió de ellos en vida y anécdotas al respecto. No te lo pierdas, pero de momento paciencia porque así me despido hasta el 30 si Dios quiere.

Mientras tanto puedes aportar lo que quieras en los comentarios a pie de página o a través del mail premindeiruna@gmail.com

1 comentario:

  1. Me apunto a las mecetas concejiles, aunque tendré que andar evitando los codazos de las difuntas pedorras del Burgo al abordaje de las mesas donde San Pedro y sus chicos ofrecerán chistor. No ignoramos que la tercera dentición confiere una especial voracidad a las irunshemes, así en la tierra como en el cielo.

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