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jueves, 4 de noviembre de 2010

Empezando por el final. La muerte de "Premín de Iruña" (II)

Siguiendo con la narración de algunos detalles de la muerte de "Premín de Iruña" que comencé a contar ayer (ver la entrada anterior que está debajo de esta), expondré algunas anécdotas de esos días, que reflejan que murió como vivió (cosa que suele ocurrir por otra parte).

El cadáver fue velado en el oratorio de Casa Baleztena, bajo la Virgen Dolorosa y junto a un cuadro con la leyenda tan carlista que dice: "Ante Dios nunca serás héroe anónimo". Sobre el sudario su caperuza de "mozorro" que tantas veces utilizó en las procesiones de Semana Santa como fiel miembro de la "Hermandad de la Pasión". Hasta allí se acercaron cientos de pamploneses que posteriormente llenaron en mucho mayor número la Parroquia de San Nicolás, abarrotada en sus funerales. Se congregaron gentes de todo tipo: las autoridades municipales y forales y sobre todo el pueblo de Pamplona al que tanto quiso. Muchos amigos  de toda condición pero sobre todo montones de personas agradecidas. El nunca hizo distinciones y eso se vivió en su despedida. También acudieron sus queridos gitanos de la zona de la C/ Descalzos, con los que siempre tuvo muy buenas relaciones. Durante la Misa el órgano entonó el "Agur Jaunak" que es un canto vasco de bienvenida, en este caso de bienvenida al camino definitivo hacia el Cielo. Las banderas de la Diputración Foral de Navarra permanecieron a media asta.

Una curiosidad que seguro que le emocionó cuando lo vio posiblemente  desde el Purgatorio fue lo que ocurrió el 5 de Enero de 1973. Sus grandes amigos, SSMM los Reyes Magos de Oriente, antes de comenzar la cabalgata, acudieron al panteón familiar donde reposan todavía  sus restos  en el cementerio de Pamplona. Allí, sobre su tumba tras rezar un responso, le dejaron como último regalo a sus otros reyes amados: los gigantes de Pamplona. Que sepultura más alegre y bien acompañada entre "sus" Reyes Magos y "sus" queridos gigantes. Cuantos buenos y alegres momentos en este emotivo recuerdo.

A continuación en la foto se muestra este homenaje tan emocionante. Curiosamente siempre han dicho que el paje del Rey Baltasar que ayudó a depositar las figuricas se parecía mucho a mí. Puede ser, lo cierto es que yo estaba allí viviéndolo en primera persona.


SS. MM. Los Reyes magos de Oriente visitan el panteón donde descansa Ignacio Baleztena y le regalan las figuricas de los gigantes de Pamplona el 5 de Enero de 1973



En la próxima entrada al blog continuaré con los temas referidos al final de la vida del "aitacho", Ignacio Baleztena. Posiblemente el 7 u 8 de Noviembre. Hasta entonces feliz fin de semana.

Por último, como se que algunos estáis intentando insertar comentarios y las nuevas tecnologías  se os resisten, si no podéis hacerlo directamente enviádmelos por mail al correo del blog y yo los introduciré:
Mail del blog:
premindeiruna@gmail.com

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