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lunes, 20 de noviembre de 2017

Marisabelica. Un ángel al cielo

Querido lector, retomo el blog por un motivo muy especial. El pasado 10 del presente falleció otra hija del Aitacho, en este caso Marisabelica, Maisabelica o Maisabel, la mejor de los diez.

En 1934, estando la familia desterrada de Pamplona por indicación del gobernador civil de la república, viviendo en San Sebastián, el aitacho y la mamita recibieron la bendición del nacimiento de una nueva hija, mi hermana Marisabelica. La niña era preciosa y trajo gran alegría en medio de los sufrimientos de esa época difícil. Pero la dicha  iba a verse pronto empañada en parte. A causa de unas fiebres la niña comenzó a tener convulsiones  que degeneraron en un cuadro de epilepsia que se iba asociando a un retraso mental cada vez mayor conforme se sucedían los ataques. ¡Cuánto tuvieron que sufrir mis padres al ver como su hija tan pequeña padecía con tanta frecuencia convulsiones, sin que hubiera tratamiento adecuado!. Recorrieron los mejores médicos de Pamplona, Madrid…, pero no había entonces solución para la enfermedad.

Mª Isabel, hija de Ignacio Baleztena y Carmen Abarrategui
No obstante, como suele pasar en estos casos, la Providencia quiso que Marisabelica, con su epilepsia y retraso mental haya sido la alegría de la casa en los momentos difíciles. Pese a su mal genio tan infantil, se ha hecho querer por toda la familia y por tanta gente que la ha conocido por la Plaza del Castillo, por Leiza…

Primera Comunión de Mª Isabel e Ignacio Baleztena Abarrategui (Maisabelica y Tatito)


A principio de mes sufrió el último ataque epiléptico. El definitivo. Los médicos le llamaron estatus epiléptico. Se llame como se llame es el que le ha llevado al Cielo con el aitacho, la mamita y el resto de la familia. Viendo lo que pasaba mi padre habrá estado preparando la bienvenida con cohetes, gigantes, danzaris y ella se habrá encontrado con sus queridos reyes magos, de cuya fiesta tanto disfrutaba con sus sencillos regalicos (unos lapiceros de colores y dibujos para pintar, cuentos), que le darán un gran abrazo.



Maisabelica con los Reyes Magos


En la sociedad del descarte ella ha sido un ejemplo viviente del valor de toda vida humana. Ahora ya no podremos llevarle ganchitos ni crispetas contra el criterio médico, y que tanto le gustaban, pero desde el Cielo cuidará de la familia. Como dijo el padre Miguel, que ofició la primera eucaristía en sufragio por ella el mismo día de su muerte, en realidad más que funeral fue como una misa de gloria, porque realmente era una niña grande.


Maisabelica (Baleztena Abarrategui) con el tío Joaquín (Baleztena Ascárate)

Maisabelica era una niña grande. Aquí en la boda de mi sobrina María, acompañada también por mi hija Luisa

Maisabel, pídele a la Virgen del Chaparro que nos cuide a toda la familia. Descansa en Paz.

Mª Isabel Baleztena Abarrategui